Llamar tu atención | Exequiel Zeballos

Estoy buena yo

'Tengo buena cara, tengo buen humor
Tengo buenas manos y estoy bueno yo'

-Y si salimos hoy?- propuso Exe.

Yo lo mire y asentí, hace bastante no salimos de ningún modo.

Con mi trabajo, los entrenamientos de mi novio, nos faltaba tiempo para nosotros.

-A donde queres ir?- pregunte sentandome al lado suyo en la cama.

-No se- el se endereso y me miro con una sonrisa- después vemos.

-Bueno- me levante y fui al placar para ver que ponerme- elegí, vestido negro con brillo o blanco simple?

El los miró a ambos por unos segundos- el blanco, resaltas más con ese.

Asentí conforme a su respuesta, me gustaba más ese la verdad.

-Exe, no te vas a cambiar?- pregunte saliendo del baño.

Yo ya estaba bañada, peinada, cambiada. Y mi novio en cambio, seguía con su ropa de entrenamiento y acostado en la cama con su celular.

-Ya voy amor, me preparo en un segundo- dijo restandole importancia.

-Bueno, hace lo que quieras- dije levantando las manos- yo ya estoy lista, y si cuando se haga la hora, vos no estas listo, voy sola, escuchaste?

-Si mi vida- asintió viendo videos en su celular.

Suspire, parecíamos madre e hijo peleando por que este se cambiará y el otro no le da ni bola.

Mi vida resumida en un segundo.

-Exequiel nos vamos amor- dije entrando al cuarto- no te lo puedo creer, nisiquiera te bañaste?

-Ya es la hora?- dijo sorprendido, cuando me vio cruzarme de brazos en el marco de la puerta- ahí voy, espérame.

-No te espero ni mierda ahora- dije saliendo del cuarto.

Me quedé a un costado de la escalera, escuchaba sus pasos y como cerraba la puerta del placar de un portazo. De tan rápido que iba escuche un golpe seco contra el piso.

-Dios, este nene me va a matar- negué y empeze a bajar las escaleras.

Agarre mis llaves y salí por la puerta, llegué al auto y abrí el copiloto.

Mi novio llego en menos de un minuto, agitado, se sento en el asiento del conductor.

-Ya estas?- El asintió- te golpeaste muy fuerte?

Pregunte con ternura acariciando su pelo, el asintió y señaló si frente.

-Mi vida, se te está hinchando- dije sonriendo, le di un beso en el lugar dañado para que no joda- te pasa por no hacerme caso.

-Si sabia que mi mujer iba a ser igual que mi vieja- dijo suspirando, yo le pegue en el hombro- déjame terminar, impacienciente, iba a decir que si lo sabía, iba a agradecer, por tener a una mujer que me cuide siempre.

-Si, si, hacete el boludo- dije riendo y el también lo hizo- dale, mi quiero ir.

-A sus ornedes, mi bella dama.

El camino fue tranquilo y callado, a excepción de la música que sonaba.

Casi nunca intercambiaba palabras con Exequiel mientras íbamos en auto, a menos que sea una ocasión especial o estemos con amigos.

No era por que estemos peleados ni mucho menos, pero el viaje y la música me relaja y me permite pensar en mis cosas, eso Exequiel lo sabe y respeta.

Por eso lo quiero mucho.