Llamar tu atención | Exequiel Zeballos

Difícil

-Exequiel...- dije sin aire.

El estaba demasiado serio, con el ceño fruncido.

-Chango-

-Luis, te pido por favor que te vayas- bajo la mirada mientras le pedía.

Vazquez me miro, yo le asentí dándole a entender que estaba bien.

Suspiro y paso por al lado de mi novio -Chango, no te enojes hermano- dijo apoyando su mano sobre su hombro, Exe solo asintió.

Una vez nuestro amiga salió por la puerta cerrandola atrás de él, Exequiel me miró a los ojos.

-¿Y?- fue lo único que dijo.

-¿Y, que?- pregunte confundida.

-¿Embarazada?- dijo sin poder creercelo -¿Cuando pensabas decírmelo, cuando termine la facultad?- luego de decirlo bajo el bolso y miro al piso con las manos sobre la cadera, suspirando.

-Exequiel calmate, ya te estas poniendo nervioso- me acerque y trate de tocarlo, pero el se alejo -No hagas esto amor.

El alzó la mirada y vi sus ojos rojos, estaba a punto de llorar.

-Exe- dije y me acerque para abrazarlo.

Aunque el trato de resistirse y alejarse, no lo hizo, simplemente lo escuche llorar en mi hombro.

-¿Cuando paso?- pregunto luego de unos segundos.

-No se Exequiel- negué con la cabeza, el se alejo de mi, yo le estire mi mano -Veni, te voy a dar algo para que te calmes.

El agarro mi mano y caminamos a la cocina.

Se sento en la mesada y yo me puse a prepararle un té, sentía su mirada sobre mi en todo momento.

-Toma- le di la taza azul y el la agarro para darle un trago -¿mejor?

El asintió -Cuando me dijiste que me ibas a dar algo, pensé que íbamos a coger, pero bueno, por ahora basta.

No sabía si reír o cagarlo a puteadas, más cuando bajo la cabeza y trato de ocultar su risa, pero sus hoyuelos lo delataban a kilómetros.

-¿Cuando pudo haber pasado?- volvió a preguntar luego de un rato, con la mirada en el piso.

-Ya te dije que no se Exe.

-¿En la cosa esa, no te dice de cuantas semanas estás?

-Primero; no se dice la 'cosa esa', es un test de embarazo- lo corregí y el rodó los ojos -Y segundo... creo que si lo dice.

-¿No te fijaste?- negué con la cabeza.

Exe bajo de la mesada de un salto y volvió a la sala, ya que había dejado el test en el sillón.

Entro segundos después a la cocina, con la prueba en manos y mirándola con el ceño fruncido.

-Tres semanas...- dijo mostrándome la prueba.

-¿Donde estábamos hace tres semanas?- dije y abrí los ojos al recordar.

Mi novio me miro con los ojos abiertos al principio y después sonrio enormemente, soltando una carcajada mirando al techo.

-Ayy, dios no puede ser- siguió riendo mientras pasaba las manos por su pelo -¿En Ibiza posta?

-No es gracioso Exequiel- trate de mantener la compostura, pero su risa me lo hacía difícil.

-Perdón amor, pero no puedo creerlo- se calmo luego de un rato, y se me quedó mirando.

-¿Ya no estas enojado?- pregunte con miedo.