Parte sin título 9

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 Al día siguiente mientras desayunaban, el duque se acercó a Arthur.

- Arthur, perdón por tratarte así, eso no volverá a pasar, a menos que hagas algo que no me agrade, espero me perdones.

Micaela estaba feliz porque el duque se disculpó con su hijo, pero los demás empleados estaban en shock, el duque pidiendo disculpas y con ese tono tan serio, la única feliz era Micaela, Arthur solo asintió.

- Creo que has estado muy presionado con tus estudios, por eso te daré un mes de descanso, después de eso acomodaremos tu horario para que te sea más beneficioso, eso es todo, me retiro. – con unas palabras serias el duque se retiró.

Arthur estaba sorprendido, pero antes de que reaccionara su madre lo tomo del brazo.

- Te sientes mejor, vas a poder descansar un tiempo, que tal si salimos a pasear, ¿quieres salir conmigo? – decía Micaela con una sonrisa.

Arthur asintió, después mandaron a preparar el carruaje, pero cuando estaban por salir Jhon apareció.

- El duque me mando como escolta para la señora. – hablaba Jhon muy serio.

Micaela acepto, en el paseo también iba Ivon, pero en eso Micaela se olvidó su sombrero, pero Ivon fue corriendo a traerlo.

Cuando Ivon regreso le dio el sombrero a Micaela, pero se acordó de algo.

- Quizás nos demoremos mi señora, mejor traigo una manta por si acaso.

Mientras decía eso Micaela le dijo.

- Está bien tráela, pero no corras de esa forma, tómalo con calma, aquí te voy esperar, todos te vamos a esperar.

Ivon miro a Micaela y le respondió con una voz melancólica.

- Sino corro mi señora, no podré vivir, si no te mueves rápido podrías morir.

Sin decir más Ivon fue a traer la manta.

- Jhon, sabes a que se refiere Ivon, no lo comprendo claramente. – peguntaba Micaela.

- Bueno mi señora, esto...., su color de cabello es negro porque es una sanadora, esa es su característica, pero para la mayoría de personas el color de cabello puede ser marrón o castaño, es muy raro encontrar a personas con otro color de cabello, por ejemplo la familia del duque, el color es plateado, porque es característica de la familia, y la familia real es de color verde, es como que el color te dice el estatus, y en el caso de Ivon que es de color lila es poco común, y cuando eso ocurre es que ha venido de un pueblo remoto, y la mayoría de esos pueblos.........- Jhon no quería seguir hablando.

Micaela estaba más intrigada y le pidió que prosiguiera.

- Esto..., la mayoría de esos pueblos ya no existen debido a la guerra y a los pocos habitantes que quedaron los capturaron para venderlos como esclavos, eso es lo que se, cuando Ivon llego a trabajar aquí me llegue a enterar que estaba gravemente herida y una empleada se apiado y la trajo, después el duque la contrato, por eso es tan entusiasta al realizar cualquier cosa, ella siempre corre de un lado a otro, yo pienso que tiene miedo de que la despidan, pero no creo que el duque lo permita.

Micaela se sorprendió de escuchar eso y recordó que no le dijo al duque que también se disculpe con Ivon.

- ¿Pero aún hay comercio de esclavos? – preguntaba Micaela a jhon

- Aunque hay leyes que lo prohíben, sigue existiendo, mientras haya clientes eso nunca se erradicara. – hablaba Jhon de forma triste.

Micaela no pregunto más porque en eso llego Ivon, todos ya estaban listos y partieron, Micaela se sorprendió al llegar, no pensó que sería de esa forma. Visito varias tiendas y compro algunas cosas, después fue a comer algo ligero y comió algunos postres.

- Esto esta delicioso, tienes que probar esto Arthur, que rico esta esté pastel, todos deberían probarlo, tengo una idea, Ivon compra estos pasteles para llevar, lo vamos a invitar a los empleados en la casa, compra lo suficiente, todos deben probar lo rico que es.

Ivon asintió, pero estaba sorprendida cuando Micaela prosiguió.

- Jhon acompáñala para el pedido, y pónganlo en el carruaje, los estaré esperando en el parque de afuera con Arthur

Ambos asintieron, mientras Micaela se retiró con Arthur al parque, de pronto Micaela se percató de que Arthur estaba viendo una tienda de juguetes.


- ¿Por qué no vamos a ver esa tienda? –decía Micaela con tono amigable.

Arthur asintió y ambos se dirigieron a la tienda, mientras Arthur estaba eligiendo que comprar Micaela se percató de que al frente había una tienda de plantas, quería ver más de cerca y salió un momento de la tienda, cuando Arthur le agarro la mano.

- Madre, quiero esto. –Arthur señalo una espada y una pelota.

Micaela asintió y compraron eso, cuando se estaban por dirigir la otra tienda un niño golpeo a Micaela, y ella casi se cae, pero Arthur la sujeto fuerte y empujo al otro niño.

Arthur saco la espada de madera que compro y apunto al niño.

- ¿Quién eres y porque le haces eso a mi madre?, dependiendo de tu respuesta no te lastimare.

Mientras Micaela reaccionaba vio a Arthur apuntando al niño.

- No le hagas daño Arthur, es solo un niño como tú, quizás yo me tropecé con él.

Micaela sabía que la fuerza de Arthur no era la de un niño normal, por la educación que recibió del duque.

- Madre este mocoso te lastimo, lo golpeare por eso. –decía Arthur molesto

En eso llego Jhon y sujeto del brazo al otro niño.

- Mocoso como te atreves a golpear a mi señora.

Pero en eso intervino Ivon.

- Es solo un niño, no sabes porque lo hizo, no tiene la culpa. –decía Ivon mientras le quitaba el niño a Jhon.

En eso Micaela intervino.

- Todos cálmense, Ivon tiene razón, el niño no tiene la culpa, miren como esta, hay que llevarlo al carruaje.

Ivon cargo al niño y lo llevo al carruaje, luego Micaela entro sola para hablar con él. Ya en el carruaje el niño estaba nervioso y se asustó cuando vio a Micaela entrar.

- Dime, porque lo hiciste, yo no te voy a juzgar, te voy a escuchar, pero no me mientas.

El niño no quería responder, pero en eso su barriga sonó, el niño se puso rojo, y comenzó a llorar.

- Señora tengo hambre, no he comido en días, cuando la vi embarazada y con un niño pensé que sería fácil de robar, no quería hacerle daño, perdóneme, no me envié a los oficiales, ellos son crueles con los niños de la calle por favor. – decía el niño mientras lloraba desesperadamente.

Micaela comenzó a comprender y abrazo al niño.

- No te preocupes te voy a llevar a mi casa, pero primero vamos a comer algo y ya en mi casa te bañaras y te cambiare de ropa.

Con eso dicho todos subieron al carruaje, y Micaela mando a Ivon a comprar algo ligero de comer para el niño, aunque Arthur estaba molesto y miraba con recelo al niño.

Luz de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora