Fueron días de festejo y Miguel se encargó de todos los gastos, de vez en cuando recibía la visita de algún noble para felicitarlo y de paso ver a los niños, aunque Miguel era estricto en ese aspecto, no quería que aun vieran a sus hijos, solo algunos empleados los vieron, mientras Micaela descansaba con sus hijos Miguel recibió la visita de su tío, lo recibió en su estudio y fue a hablar con él, también fue Arthur.
- Parece que seguirás festejando por mas días. –decía Harold
- No serán más días, dentro de dos días más detendré todo, ahora ya todos saben que nacieron mis hijos y también saben que tengo una hija, así que andarán con cuidado. –decía Miguel de forma maliciosa
- No tienes de que preocuparte, Luz tiene a sus hermanos para protegerla, quien se atrevería si quiera a mirarla. –decía Arthur.
- Yo también pensaba de la misma forma, quien se atrevería a mirar a Ema, siendo tan pequeña, pero sin siquiera esperarlo la otra vez me percaté de que ella jugaba con un niño mientras Lili compraba unas cosas. –decía Harold de forma triste
Miguel y Arthur escucharon con atención lo que decía Harold, mientras él seguía hablando.
- Lo bueno es que mi hija es más fuerte que cualquier niño, así que mientras jugaban el niño intento llevarla de la mano, pero ella no se dejó y lo mando a volar con su campo de energía. –decía Harold mientras se reía.
- Eso es bueno, Ema siempre ha sido fuerte, más que su hermano, pero Luz no crea que sea así, ella se ve más delicada, como madre. –decía Arthur
- Tienes razón, quizás Luz no pueda tener un campo de energía, pero no debemos preocuparnos, ya cree una orden que se encargara de su cuidado y no solo el de ella sino de todo el pueblo, me mantendrán informado de cualquier cosa.
- ¿Una nueva orden? –decía Arthur
- Aun no se lo he dicho a nadie, Sombras, Ellos se encargarán de vigilar al pueblo, evitaran los robos y demás cosas, si Luz es igual que Micaela, estoy seguro que también querrá salir a pasear por el pueblo y cuando eso ocurra alguien tiene que cuidarla sin que ella lo note.
- Eso es bueno, pero ¿Quiénes están en esa orden?
- Solo pueden ser caballeros de mi entera confianza, y que estén dispuestos a matar, todos pasaron las pruebas que les puse, entre ellos esta Julio.
- ¿El paso? –decía Arthur sorprendido
- Si, demostró de que estaba hecho, además fue Esteban quien me propuso crear esta orden y me recomendó a Julio. –decía Miguel
Arthur y Harold asintieron.
**********
Mientras Arthur caminaba se encontró con Denis.
- ¿Vas a entrenar? –preguntaba Denis
- Si, algo si
Ambos se dirigieron a entrenar, en el mismo lugar que entrenaban cuando eran pequeños.
- Mi padre creo una nueva orden, y Julio esta en ella. –decía Arthur mientras atacaba a Denis
- Supongo que se lo gano, y en que consiste esa orden. –decía Denis
- Sombras.
- ¿Sombras? –decía Denis mientras intentaba evitar los ataques de Arthur.
Después de eso dejaron de practicar y se sentaron al costado del árbol.
- Se encargarán de vigilar al pueblo, para que sea más seguro para mi hermana, se mantendrán escondidos y nadie sabrá de ellos, es algo apropiado para Julio, él se quería ir del reino, así que supongo que está bien con este trabajo, ahora nadie lo vera.
- Es verdad, pero aún no sabemos con qué intenciones lo hace. –decia Denis
Arthur asintió, luego ambos fueron a la cocina a beber algo, pero se encontraron con Jhon y su hijo
- Porque lo paseas tan tarde. –decía Arthur mientras saludaba a Jack
- No lo estoy paseando, es solo que aún no tiene sueño e Ivon esta con la señora, así que tengo que cuidarlo por mientras.
Arthur observo con cuidado a Jack y se dio cuenta de que era un niño muy tranquilo, ya había crecido un poco, su cabello morado lo hacía resaltar.
- Ya puede caminar bien, seguro pronto querrá una espada. –decía Denis
- Es lo más seguro, el será un fuerte caballero, más fuerte que su padre. –decía Jhon
- Tenlo por seguro. –decía Arthur mientras se burlaba de Jhon
Jhon acompaño a Denis y Arthur a tomar algo.
*********
Pasaron algunos días y en el reino comenzó a expandirse un rumor, que los hijos recién nacidos de Micaela eran sanadores, nadie sabía cómo comenzó el rumor, pero todas las personas hablaban emocionadas acerca de eso, incluso iban a Amempla para asegurarse que fuera verdad.
A Micaela no le importo mucho, pero a sus hijos y Miguel sí, no querían que hablaran de su hermana, Micaela solo les dijo que lo olvidaran, lo importante es permanecer en la casa.
A veces la duquesa Dafont venia de visita o Lili, todo era más armonioso para Micaela, pero lo que más alegro a Micaela fue volver a ver a Mitzy.
- Te demoraste mucho en regresar, ya nacieron mis hijos. –decía Micaela en forma de reclamo.
- Perdóneme señora, pero valió la pena, aprendí mucho, en un momento iré a la cocina y le preparare algo. –decía Mitzy con una sonrisa.
- Eso me alegra, pero primero descansa de tu viaje, quédate unos días aquí.
- Creo que no sería correcto, conseguiré otro cuarto para quedarme, pero no se preocupe regresare de vez en cuando.
- No me hagas esto, también te necesito. –decía Micaela
- No se preocupe, solo iré de vez en cuando a mi cuarto, tratare de permanecer más tiempo aquí, mi hermano también me lo dijo.
Mitzy hablo un rato más con Micaela, luego saludo a las demás sirvientas y converso con Esteban, luego se subió a un carruaje y se dirigió a Amempla, donde saludo a Elisa, ambas charlaron alegremente.
Cuando casi oscureció Mitzy se dirigió a su cuarto, se percató que las calles parecían más limpias y seguras, cuando por fin llego a su cuarto sintió que era vigilada, solo ignoro eso y se dirigió a lavarse, después se fue a dormir.
ESTÁS LEYENDO
Luz de mi vida
FantastikMicaela era una mujer de 44 años que trabajaba como contadora, estaba casada, ella anhelaba tener hijos, pero eso no sucedía. Hasta que un día recibió la noticia de que estaba embarazada, pero también tenía cáncer, decidió elegir la vida de su hij...