Parte sin título 25

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Cuando entraron a su casa, Úrsula los invito a tomar asiento y les sirvió un té de fruta con panes aromáticos.

- Bueno, que es lo que lo traen a mi humilde morada.

- Quiero saber cómo era mi madre. –decía Arthur de forma seria.

- Bueno si tu padre te deja hablar, te contare todo lo que viví con ella en esos dos meses, lo que te diré es la verdad.

Para comenzar conocí a tu padre, porque él me rescato cuando era un caballero, sabes que este pueblo fue una base, todos sufrimos mucho, especialmente las mujeres, a pesar de que había guerra había algunas embarazadas y no había parteras por eso a mí enseñaron como tratar a las embarazadas, ya tenía algo de experiencia, estuve muy agradecida con tu padre, y le ofrecí que si algún día necesitara de mis servicios que me avisara, para todos era conocimiento que aquel caballero frio y sin emociones, estaba casado con una hermosa dama, y que esa dama estaba embarazada. Muchas de mis amigas soñaban ser esa mujer, tener un caballero tan guapo de esposo, no puede haber nada malo en ese matrimonio, pero la realidad era otra.

Un día el duque recibió una carta y me mando a llamar, ahí fue cuando me dijo que su esposa tenia algunos problemas, por eso accedí a ir a la su casa, para ayudar, al llegar me recibieron bien, pero el duque tenía una cara desencajada, al momento que quería entrar a ver a esa mujer, me recibió a gritos y me dijo que me fuera.

A esa mujer le tomo tiempo aceptarme, pero cuando le faltaba un mes para que nacieras, ella empeoro, esa mujer solo sabía maldecir al duque, y a su hijo, incluso tuve que evitar que golpeara su vientre, ella me decía que deseara que no fuera hijo del duque sino de su hermano, claro que no lo entendí, el caballero no tiene hermanos, pensé que estaba loca, fue un infierno para mí, lo peor fue el nacimiento, la mujer perdió mucha sangre, si el caballero quería verla se ponía histérica y tiraba cosas, al nacer el niño se lo mostré a la madre, quizás se alegrara de ver a su hijo, pero fue todo lo contrario, lo vio con una cara tan molesta y le aventó un jarrón, casi lastima al bebe pero yo recibí el golpe, por eso tengo esta cicatriz en el hombro, maldijo tanto al pobre bebe, después de eso maldijo al caballero y gritaba que era un asesino, después la mujer murió, pero lo que me sorprendió fue que el caballero mando a sacar a todos de la habitación, pero alcance a ver como aquel hombre frio mostraba sus verdaderos sentimientos, agarrando la mano de su esposa muerta y llorando sobre ella, creo que el caballero de verdad la amaba pero esa mujer nunca lo amo, después ..............

Antes de que continuara el duque la interrumpió.

- Es suficiente, no entres en detalles. –dijo el duque de forma seria.

- Bueno, eso es todo lo que pase con esa mujer, mira hijo (se dirigía a Arthur), a veces hay algunas mujeres que no nacen para ser madres y otras que tienen mucho amor de madre, aunque no tengan hijos, quizás tu madre nunca te quiso, pero ahora tienes una nueva madre y creo que este si te quiere de verdad.

Arthur solo asintió, pero su mirada era de tristeza, una tristeza tan profunda, pero en eso Micaela lo abrazo.

- No te preocupes hijo, ahora me tienes a mí. –decía Micaela de forma cariñosa.

Después de escuchar esa historia se retiraron de la casa de Úrsula.

- Que les vaya bien, caballero si algún día me necesita solo avíseme.

Mientras caminaban el duque los llevo al pueblo, y compro algunos panes y pasteles.

- Hay algo que les quiero contar a los dos, vayamos al bosque cercano, no nos deben oír.

Mientras caminaban, encontraron un buen lugar con un rio cerca y un gran árbol que daba sombra, se sentaron ahí el duque hablo.

- Lo que les contare es acerca de mi primera esposa Miriam, como la conocí y como me pago.

Luz de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora