Cuando entro a su casa, vio a Mitzy caminando.
- Me entere de algo interesante. –decia Julio mientras se acercaba a Mitzy
- Supongo que sabes lo de Emily.
- Tu ya lo sabias. –decia algo molesto Julio
- Es algo interesante de contar.
- ¿Por qué siempre me ocultas cosas?, es que nunca me vas a tener confianza. –decia molesto Julio.
Mitzy intento calmarlo, pero Julio la evito
- Emily ya se siente mejor y como ya puedes caminar no me necesitan mas, saldré por un momento. –dijo Julio sin mirar atrás y cerro con mucha fuerza la puerta.
Aunque Mitzy quisiera detenerlo no tuvo el valor y solo dejo que partiera. Solo observo con tristeza como Julio se iba.
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Aunque el ambiente era algo pesado en la casa de la familia Sartel, todo transcurría tranquilo, hasta que una carta preocupo a muchos, con el contenido de esta carta se confirmanron los rumores que circulaban.
- Lo mejor que podemos hacer es cuidarnos, mantenernos en casa, dile a Elisa que comienze con lo que le dije, necesito que alguien lleve estas cajas a Amempla. –decia Micaela a Ivon
- Yo lo llevo madre. –decia Arthur
Micaela solo asintio, mientras iba preparando algunas cosas.
- No debes preocuparte tanto, seguro que ya pasara. –decia Miguel
- Puede ser, pero de algo estoy segura, esta enfermedad se llevara a muchas personas si no actuamos rápido. –decia Micaela
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Arthur noto que había mucho alboroto en Amempla.
- Supongo que ya saben que esta pasando en los pueblos cercanos.
- Si, las noticias corren, debemos estar preparados, pon las cajas por aquí. –decia Elisa
Elisa comenzó a ordenar las cosas que había traido Arthur.
- Esto será muy útil. –decia emocionada Elisa
- Sobre lo que me dijiste la otra vez. –decia Arthur algo sonrojado
- Recien cosecharon estas plantas, es un buen trabajo. –decia Elisa ignorando a Arthur
- Acaso escuchas lo que digo. –decia incomodo Arthur
- Disculpa, pero ahora es el peor momento para hablar, las cosas se pondrán peor si no comienzo a trabajar, lo que me tengas que decir por favor dimelo después. –decia Elisa algo triste
Arthur solo asintio.
- Despues de todo eres igual que yo, cuando te hablan de tus plantas y trabajo te olvidas de tu alredor, como yo lo hago cuando estoy con mi familia. –pensaba Arthur
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En los siguientes días, Micaela prácticamente vivía en Amempla.
- Mamà, cuando vas a regresar- decía Mateo
- Aun quedan cosas por hacer, los casos en el pueblo han aumentado, no los podemos dejar morir.
- Pero tu no eres el rey para que estes viendo por los demás, que pasa si te enfermas, quien te va a curar, papà tambien esta preocupado, mira como estas mamà, no duermes bien y hasta has bajado de peso. –decia Mateo mientras abrazaba a Micaela
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Luz de mi vida
FantasyMicaela era una mujer de 44 años que trabajaba como contadora, estaba casada, ella anhelaba tener hijos, pero eso no sucedía. Hasta que un día recibió la noticia de que estaba embarazada, pero también tenía cáncer, decidió elegir la vida de su hij...