Luz de mi vida

Lili**

Con pena Lili asintió, tenía algunos ahorros, pero eso no duraría para siempre, Lili trabajo donde pudo, muchas veces escucho que algunos duques solicitaban empleados, pero siempre llegaba tarde a la selección, o no pasaba porque era algo torpe con las cosas, pero ella aun así se esforzaba.

Aun no tenía suerte de tener un trabajo estable, mientras caminaba Lili sintió que alguien la seguía, pero ella siguió caminando por el callejón, cuando dos hombres le cerraron el paso, Lili los ignoro pero ellos la sujetaron del brazo, luego apareció el hombre ebrio del bar.

- Ya sé quién eres, tu familia es Truner, los traidores. –decía riéndose el hombre

Al escuchar eso Lili le escupió en la cara

- MI FAMILIA NO ES TRAIDORA. –gritaba Lili

- Ya lo veremos, sujétenla bien. –decía el hombre

Lili forcejeaba con todas sus fuerzas, pero esos hombres no la soltaban, el otro hombre comenzó a romperle su vestido, en eso Lili comenzó a patearlo, el hombre recibió algunas patadas de parte de Lili.

- Mierda –decía el hombre-échenla al piso y sujétenla bien, tápenle la boca.

Lili pudo sentir como le metían algunos trapos a la boca, sus brazos fuertemente sujetados, y el otro hombre le abría las piernas, Lili comenzó a luchar como pudo, pero el hombre la sujeto fuertemente de la cintura, las lágrimas brotaban de los ojos de Lili.

- Juro que te matare, vas a morir. –pensaba Lili mientras sentía las manos de ese hombre en su cuerpo.

El hombre se sacó los pantalones y justo cuando iba a violar a Lili, alguien lo apuñalo por la espalda, los otros hombres se sorprendieron.

- Que desagradable toparme con esta escena, como puedes andar sin pantalones por ahí, aparte que no tienes nada que mostrar. –decía la duquesa Dafont.

Lili no entendía bien quien era la mujer, cuando los otros hombres la soltaron y se llevaron al herido, la duquesa ayudo a Lili a levantarse.

- Quieres seguirme pequeña. –decía dulcemente la duquesa mientras le daba su capa a Lili

En ese momento Lili no reacciono, pero se aferró a la duquesa y comenzó a llorar, la duquesa Dafont solo la abrazo.

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Algunos meses pasaron desde que Lili comenzó a trabajar para la duquesa Dafont, Lili tuvo que aprender muchas cosas para poder trabajar junto a la duquesa, seguía de cerca a la duquesa, aunque a veces era algo torpe y sincera, pero la duquesa a veces se olvidaba de ella, especialmente cuando iba a visitar a Micaela.

Lo mejor que le paso a Lili fue conocer a la duquesa, o al menos eso piensa ella, mientras estaba cerca de la duquesa conocía a más personas, como la familia Sartel, los días para Lili eran más felices, pero todo cambio cuando apareció Harold Sartel, el tío de Miguel.

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A Lili le gustaba explorar los alrededores de la casa de la duquesa Dafont, y fue así como descubrió un terreno casi abandonado, era un buen lugar y con buena tierra, y sin pensarlo Lili se escapaba por las noches para sembrar algo, cuidaba mucho sus cultivos, incluso hizo una pequeña cerca.

Lo que recogía Lili se lo daba a la duquesa Dafont, vegetales frescos.

- Estos vegetales son los mejores, le harán bien. –decía emocionada Lili.

- Gracias, pero ¿de dónde los estas comprando? –decía la duquesa Dafont

- Es un secreto. –sonreí Lili

La duquesa solo miraba a Lili como una niña, a veces distraída, otras seria, pero siempre juguetona, y gruñona cuando mencionaban su estatura.

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Al conocer a Harold, Lili lo vio como una persona cercana a la duquesa Dafont, aunque él era algo molesto, después se sorprendió por saber que él era dueño de donde estaba cultivando, fue una gran sorpresa para ella, y sin pensarlo le propuso un trato.

Lili era buena cocinando, así que cocinar para Harold no era ningún problema, todas las noches Lili se escabullía y cocinaba para Harold, también comía algo ella, a veces hablaban o solamente se acompañaban.

Pasar tiempo con Harold era algo agradable, a Lili le gustaba escuchar sus historias de la guerra, también aprendió un poco acerca de lo que su familia había hecho, Harold no le oculto nada.

Pero Lili noto que las cosas comenzaron a cambiar cuando por estar muy ebria beso a Harold, y no solo eso, lo había jaloneado, con qué cara lo miraría. Por algunos días Lili ignoro a Harold, no fue a visitarlo, pero eso no podía durar para siempre.

- Acaso eres una niña que se esconde por haber hecho alguna travesura. –decía Harold

- No hice nada malo, solo cometí un error. –decía Lili algo avergonzada

- No debes preocuparte, no te culpare de nada, extraño tu comida, olvida lo que hiciste y regresa, o acaso ya no quieres cultivar

- No, disculpe por lo que hice esa noche, y no se preocupe, hoy traje algunas cosas para cocinar. –decía Lili mientras sujetaba una canasta.

Harold solo le sonrió y Lili entro a la casa, ambos comieron y hablaron un poco, era agradable tener compañía, luego Lili se fue.

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- Ivon, ¿Cómo supiste que estabas enamorada de Jhon? –preguntaba Lili

- Porque me preguntas eso. –decía Ivon

- Curiosidad.

- No lo sé, es algo extraño de responder, al inicio no sabía que lo quería, a veces puede llegar a ser irritante, pero luego cuando no lo ves te sientes preocupada, su compañía tan bien es buena, me hace sentir segura. –decía Ivon algo sonrojada

- Creo que entiendo. –decía Lili algo pensativa

Ivon solo miro con curiosidad a Lili y la dejo mientras se iba a limpiar, Lili se quedó un rato más mientras pensaba, que es lo que realmente sentía, como puedes saber si alguien te gusta, que debes hacer para descubrirlo, y de repente recordó porque beso a Harold, una empleada le había dicho que cuando besas a esa persona especial, te sentirás diferente, pero Lili no sintió nada, o será porque estaba ebria.

- Lili deja de pensar en nada y ayúdame con esto. –decía Ivon

Lili reacciono y se fue con Ivon, mientras seguía pensando, al final tomo una decisión, esa noche Lili fue a cocinar a la casa de Harold, pero él no estaba ahí, así que mientras esperaba tomo un poco de vino, después de un rato llego Harold.

- ¿Qué haces tan temprano? –decía Harold algo sorprendido

- La duquesa me dio mis días de descanso, ya preparé la comida, además no tenía a donde ir. –decía Lili

- Está bien, gracias por venir, iré a lavarme. –decía Harold

Lili solo asintió, y observo como Harold salió afuera a lavarse, Lili pudo ver detalladamente el cuerpo de Harold, ya que solo estaba con sus pantalones, cada musculo que tenía, de pronto Lili se sonrojo por sus pensamientos y se regresó a la cocina.