Parte sin título 19

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En la habitación habían puesto una cuna para el bebe, después de ver a su hermano dormir Arthur se retiró a su habitación, Micaela seguía recostada y el duque solo la miraba descansar, el duque miraba de forma detenida al bebe dormido.

- ¿Por qué lo miras tanto?, hay algo que no te gusta de él. –preguntaba Micaela.

- No es eso, es que su cabello no es negro, no será un sanador....

Micaela se percató que el duque hablaba con un tono de decepción.

- ¿Y cuál es el problema?, el niño nació sano y yo estoy bien, ¿Por qué te preocupa tanto que sea sanador? - decía Micaela disgustada

- No me malinterpretes, es que ............, a nuestras familias le prohibieron usar a los sanadores, tanto a nosotros como a nuestros cercanos, como los sirvientes, la vez que te hirieron no pudimos llamar a un sanador, si algo te llega a pasar y nadie te cura, ni quiero pensar en eso. –decía el duque tristemente.

- Hasta ahora hemos estado bien, no va a pasar nada más adelante, aún tenemos al doctor y confió en sus habilidades, pero ¿Por qué no te permiten usar sanadores?

- Eso......, te lo contare en otra ocasión.

- Siempre me dejas así. –decía Micaela algo decepcionada.

Micaela y el duque durmieron tranquilo esa noche, hasta que el bebe se despertó y comenzó a llorar, de solo escucharlo el duque quería tirarlo por la ventana o taparle la boca, pero Micaela se levantaba y lo cuidaba, le cambiaba su pañal o le daba leche.

- ¿Por que no llamamos a una sirvienta y que lo cuide?, debes estar cansada.

- Estoy bien, es cansado, pero vale la pena, no me quiero separa de él.

Ya en la mañana, el duque vio a Micaela dormir tranquilamente y su hijo también estaba tranquilo, pero se acercó para verlo.

- No entiendo porque Micaela se preocupa por ti, solo lloras y orinas, que tienes de bueno, yo soy mejor, y lo peor es que ni siquiera te pareces a ella, tenías que ser rubio, sino fuera por tu madre te hubiera desaparecido desde que comenzaste a llorar. –pensaba el duque.

Pero mientras el duque estaba aturdido en sus pensamientos el bebe despertó, pero no lloro, solo se quedó viendo al duque con sus grandes ojos .........

- Creo que, si te pareces en algo a tu madre, al menos en los ojos, solo por eso te perdono y te aceptare como mi hijo.

De repente el bebé comenzó a llorar, por lo que el duque comenzó a gritar.

- Que una sirvienta venga de inmediato y calle al bebe.

En ese momento Ivon estaba afuera de la habitación y entro rápidamente, cargo al bebe y le cambio el pañal, la única razón por la que grito el duque fue porque sabía que Micaela no se iba a despertar, estaba durmiendo profundamente.

Los días transcurrían tranquilamente, cuando el bebe cumplió un mes, Micaela le exigió al duque que le pusiera un nombre, aunque Micaela ya sabía el nombre, aun si debía ser el duque que lo nombrara, como en la novela.

- ¿Ya se te ocurrió algún nombre?

- Ummmmmm, estoy pensando.

Micaela miraba fijamente al duque mientras que este estaba perdido en sus pensamientos.

- ¿Por qué le tengo que poner un nombre?, Cuando nombre a Arthur fue a los 8 meses, un buen nombre seria estorbo, pero no le puedo decir eso a Micaela. - pensaba el duque.

Hasta que pronto se le ocurrió un buen nombre.

- Su nombre será Esteban, te agrada. –le preguntaba el duque a Micaela.

- Sí, es muy original, pero ¿Cómo elegiste el nombre?

- Esto, creo que suena parecido a estor...., nada solo se me ocurrió.

Micaela asintió feliz, aunque el nombre es diferente al que le pusieron en la novela, por eso tenía curiosidad. Micaela le contó a Ivon el nombre del bebe y luego avisaron a los demás en la casa. Arthur se sentía feliz de que nombraran a su hermano.

Ya en la noche, mientras Arthur practicaba con Denis, ambos descansaron y se pusieron a hablar.

- He visto a tu hermano, se parecen mucho, ahora la señora se ve más feliz.

- Tienes razón, mi madre es más feliz ahora, cuando se mejore saldré con ella a pasear como antes.

- Supongo que llevaran a Esteban, no te da miedo ser hermano mayor. –decía Denis dudoso.

- No me tengo que preocupar, mi madre nos quiere a ambos, y yo cuidare a mi hermano y le ensañare muchas cosas que mi padre no me enseño.

- Eso es bueno......., creo que ya deberíamos ir a descansar. –decía Denis algo cansado

Arthur asintió y ambos se fueron a descansar, cuando de pronto apareció Ivon y les entrego un vaso de jugo.

- Esto es para ustedes, esta tibio, sé que ambos quieren ser los mejores, pero no deben sobre exigirse, aún son niños, ahora vayan a descansar.

Ivon recogió los vasos y se retiró a su habitación.

- Creo que ella se preocupa mucho por ti. –decía Arthur.

- Umm, tienes razón, es por ambos que se preocupa, ella me conto que antes tenía hermanos menores, pero todos murieron o los vendieron. -dijo Denis tristemente.

- La vida no es fácil, ni para ella ni para nosotros.

Denis solo asintió a lo que dijo Arthur, para nadie lavida era fácil, pero tenían que salir adelante, por su propio bien.

Luz de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora