Ya ha pasado dos meses desde que nació Esteban, en ese momento Micaela estaba muy feliz, cuando recibió la visita de duquesa Dafont.
- Gracias por venir a visitarme duquesa.
- No se preocupe, Micaela, vengo porque soy su amiga.
- Entonces es mi primera amiga, porque no he recibido otra visita.
- Bueno, a veces es algo difícil, también vine a ver al bebe
- Eso es bueno, pero ahora está durmiendo, está en su cuna, si quiere verlo. –decía Micaela con una sonrisa.
Mientras la duquesa se acercaba para ver a Esteban, Micaela mandaba a que le trajeran té.
- Este niño es tan bonito, aunque se parece mucho al duque. –decía la duquesa. Dafont.
- Cuando despierte lo podrá cargar, ha sido algo agotador cuidarlo estos días.
- ¿Usted misma lo cuida? –preguntaba la duquesa con duda.
- Si, aunque lo pueden hacer las sirvientas, a mí me agrada sentir cerca a mi hijo. –decía Micaela mientras acariciaba a Esteban.
- Si yo tuviera un hijo, también lo tendría todo el tiempo en mi lado. –decía la duquesa algo triste.
- Yo tengo seguridad, que usted pronto tendrá un niño.
- No se cómo puede estar tan segura.
Micaela tenía una charla tranquila con la duquesa cuando en eso llegaron Arthur y Denis.
- Madre, he venido a ver a mi hermano, ¿está despierto?
- Ummm, todavía no, sigue dormido.
Mientras Micaela hablaba con Arthur la duquesa los interrumpió.
- Arthur, hola, aun te acuerdas de mí. –decía la duquesa con duda.
- Sí, es un gusto verla. –hablaba Arthur con una sonrisa.
- Mi esposo me dijo que la próxima semana estará libre, no sé si quisieras venir unos días a mi casa con tu amigo por supuesto y algunos sirvientes, le pediré el permiso a tu madre.
Micaela al escucharlo estaba muy feliz.
- Mi hijo ya está teniendo más amistades, eso es genial, así ya no morirá, eso, aléjate de la muerte y triunfa querido. –pensaba Micaela
Mientras Micaela seguía distraída con sus pensamientos, la duquesa seguía hablando.
- Mi esposo tiene pensado enseñarle algo con la espada, yo lo veo innecesario, pero siempre lo apoyare en lo que desee, espero contar con la presencia de ambos y la aprobación de Micaela, ¿Micaela me escucha, que opina?
- Ah, claro, puede llevárselos, una semana, que se queden una semana con usted, le vas ir bien tomar otros aires. –decía Micaela muy feliz.
- Entonces puedo contar con ambas presencias ¿verdad?
- Si- ambos niños respondieron al unísono
- Estupendo, vendré a recogerlos en tres días. –decía la duquesa con una sonrisa.
Mientras Arthur se despedía de la duquesa, la duquesa se quedó para hablar con Micaela.
- He visto tu "plan de negocios", me parece interesante, y me gustaría invertir, además has mencionado algunas comidas o creo que son postres novedosos, creo que eso llamaría la atención de los nobles.
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Luz de mi vida
FantasíaMicaela era una mujer de 44 años que trabajaba como contadora, estaba casada, ella anhelaba tener hijos, pero eso no sucedía. Hasta que un día recibió la noticia de que estaba embarazada, pero también tenía cáncer, decidió elegir la vida de su hij...