Luz de mi vida

Parte sin título 114

Mitzy solo se cubrió con su capa, mientras que el guardia se acercaba a hablar con Julio, Julio parecía negarse a hacerle caso, hasta que señalo a Mitzy, solo en ese momento Mitzy vio como los ojos de Julio brillaban con verla, asi que solo evito su mirada, Mitzy de por si se sentía algo incomoda, cuando de pronto un ebrio se le acercaba.

- No es suficiente que venga a estos lugares, sino también debo soportar a estos ebrios. –decía molesta Mitzy mientras esquivaba al ebrio.

Pero solo cuestión de segundos cuando Julio sometió a ese ebrio, Mitzy se sorprendió por lo que paso, no se dio cuenta en que momento paso eso, en eso llego el guardia y separo a Julio, Mitzy también lo ayudo.

- Vamos, sepárate, no me hizo nada, salgamos de aquí. –decía Mitzy mientras sujetaba el brazo de Julio.

- Tu..tu...tu....quieres irte conmigo. –decía Julio.

- Si, salgamos de aquí.

Julio abrazo a Mitzy, y ella solo lo acepto, luego que el guardia pagara el dinero al bar, que fue una suma exagerada, intento sostener a su amigo, pero Julio lo evito.

- Tu no, Mitzy. –decía como un niño Julio

- Maldita sea. –decía Mitzy

- Entonces apóyate en mi y sostén la mano de Mitzy, eso te parece bien. –decía el guardia.

Con esa condición Julio asintió feliz, Mitzy los guio a un cuarto algo cercano, antes ella alquilo uno, conocía al dueño, ese cuarto era lo mejor que encontrarían.

- Déjalo en la cama, yo me encargo de él, seguro tienes trabajo que hacer. –decía Mitzy

- Gracias por todo, después vendré a recogerlo.

- No te preocupes por eso, le preparare algo ligero y luego me iré, no le pasara nada, conozco al dueño y es alguien honesto.

El guardia sintió y luego se retiró, Mitzy salió un momento y compro lo necesario para preparar algo sencillo, el dueño de ese cuarto le presto su cocina, después le dio de beber una medicina a Julio.

- Con esto no te sentirás tan mal al despertar. –decía Mitzy mientras le daba la medicina a Julio

Con eso hecho Julio abrazo a Mitzy de manera fuerte.

- Me vas a aplastar, suéltame. –decía Mitzy forcejeando

- No quiero perderte otra vez, tú ya te vas con otra persona, no quiero verte partir.

- Deja de decir tonterías, no me iré a ningún lado. –decía algo incomoda Mitzy.

- Pero tu estas con ese vago- decía casi refunfuñando Julio

- No estoy con nadie, la persona que me gusta esta ebria en este momento. –decía enojada Mitzy

Solo en ese momento Julio parecía recobrar la conciencia y miro fijamente a Mitzy.

- Deja de mirarme, duérmete de una vez. - decía gritando Mitzy

- Entonces, sientes algo por mí. –preguntaba Julio

- Creo que sí, sino fuera así entonces porque guardaría las flores que me envías, además si te odiara ya te hubiera reportado con el duque por el acoso que recibo de tu parte.

Julio no respondió a lo que dijo Mitzy, cuando de pronto Mitzy le dio un beso, él no la aparto y también la beso, fue un beso muy intenso, cuando comenzó a sentir las manos de Mitzy cerca de su entrepierna.

- No, qué haces. –decía Julio sorprendido

- Quiero hacerlo. –dijo sin dudar Mitzy

Co escuchar eso Julio se asustó.

- Porque dices eso, que te pasa.

- Cuando era pequeña los sanadores nos llevaban con otras mujeres y ellas nos enseñaban por así decirlo que nuestra labor era complacer a los sanadores, sentía mucha repulsión por eso, pero contigo es diferente, ni siquiera con Raul sentía esto, pero si no quieres.

- No dije eso, pero.......

- No dudes, yo confió en ti. –decía Mitzy con una sonrisa

Aunque Julio quería negarse se dejó llevar por Mitzy, comenzó a sacarle su ropa, y luego comenzó a masajear su pecho, después de eso comenzó a aflojarla, él no podía creer lo que estaba haciendo, y Mitzy parecía disfrutarlo mucho, y cuando menos se lo espero lo introdujo de golpe, lo que provocó un fuerte gemido de parte de Mitzy.

- No te preocupes, ya entro, me moveré despacio. –decía Julio susurrando al oído de Mitzy

Mitzy asintió y derramo unas cuantas lágrimas, la noche fue larga para Mitzy.

Al día siguiente el primero en despertar fue Julio, quien se sorprendió al ver a Mitzy a su costado, la cubrió y salió para comprar algo para que desayunaran, pero Mitzy aun dormía profundamente, no la despertó y solo comenzó a ordenar ese pequeño cuarto, se sentía tan feliz en ese momento.

- Parece como si fuéramos recién casados. –decía Julio alegremente.

Cuando de pronto tocaron la puerta.

- ¿Qué quieres? –decía de mala gana Julio

- Como que quiero, pensé que ya te habías ido de aquí, además me debes dinero, déjame pasar, no sabes todo lo que me hiciste pasar ayer, además traje algo para tomar. –decía el guardia mientras trataba de entrar al cuarto

- No vas a entrar, después beberemos, ahora no.

- Que buena gracia, así le pagas a tus amigos.

Mientras ambos forcejeaban, Mitzy comenzó a murmullar, al escuchar eso Julio volteo a verla y el guardia aprovecho para entrar y se sorprendió de ver a Mitzy en la cama y con algunas marcas en su brazo, Mitzy para ese momento había comenzado a botar su colcha.

- No te le quedes viendo. –decía enojado Julio mientras cubría a Mitzy

- Eres un gran imbécil, no debí dejarlos, y ahora que haremos.

- Como que haremos, esto solo me concierne a mí, no a ti. –decía Julio

- Pero yo de cierta forma me involucre.

- Cállate de una vez, después hablaremos de esto, por ahora sal, yo me encargo de lo demás.

El guardia solo acepto y se retiró, Julio le acerco agua a Mitzy y ella comenzó a beber de poco en poco.

- Puedes ir a Amempla y decir que no iré hoy, diles que me enferme. –decía Mitzy algo cansada.

- Claro, iré a hora mismo, no primero te serviré la sopa que traje y luego iré. –decía Julio mientras se apresuraba a servirle a Mitzy

Mitzy solo asintió y bebió algunas cucharadas, cuando Julio salió feliz del cuarto, caminaba muy feliz por las calles, ni siquiera sentía la resaca, una vez llego aviso que Mitzy no vendría, los compañeros de Mitzy se sintieron preocupados y le dieron algunas cosas a Julio para que se lo dé a Mitzy.

Julio acepto las cosas que recibió y llego muy feliz al cuarto, pero se dio cuenta que Mitzy se había ido, busco desesperado por toda la habitación y luego fue a buscar al dueño.

- No ha visto a una joven, vino conmigo anoche. –decía desesperado Julio.

- Bueno, hace un rato que pago el cuarto y se fue, lo siento.

Julio se sorprendió de escuchar eso, que debía hacer, no sabía a donde ir, donde estaría Mitzy y sobre todo ¿porque se fue?

Sin más remedio Julio saco algunas de sus cosas y se fue de ese cuarto, mientras caminaba no entendía que pudo hacer mal, porque se iría de su lado.