Luz de mi vida

Parte sin título 40

Mientras tanto Lili se había quedado en la casa de Micaela.

- Ivon, la duquesa me abandono, porque siempre me deja de lado. –decía Lili de forma deprimente

- No es eso, solo que la duquesa nunca ha tenido una sirviente personal, por eso aún no se acostumbra a tu presencia y a veces te olvida. –decía Ivon para apaciguar a Lili.

Mientras Ivon y Lili hablaban, el duque mando a llamar a todos los sirvientes para hablar con ellos, Lili no quería ir, pero como vio que todos se estaban llendo también los siguió junto a Ivon, para los demás empleados ya era común ver a Lili en la mansión, a veces parecía que Lili fuera una trabajadora de la casa más.

- Solo tengo que decirles una cosa, como saben la guerra del sur y el este continua, y han pedido refuerzos, y el rey acepto enviar algunos hombres, y entre ellos estoy yo, me iré de la casa por un tiempo indefinido, solo les pido que sigan trabajando tan bien en mi ausencia, mis asuntos se los dejo a Arthur y mi esposa, eso es todo, espero que la guerra no llegue aquí, y cuiden bien de mi familia en mi ausencia. Pueden retirarse, gracias por escuchar.

Sin decir más el duque partió a su oficina donde lo esperaba Arthur sentado, el duque tenía un rostro serio, sin dudas ni miedo, Arthur se sentía algo tenso.

- Padre, escuche que te ibas, ¿Qué es lo que pasa?

- Me iré a la guerra, y no sé cuando regrese, pero volveré, solo te pido que cuides a tu madre y hermano en mi ausencia, además te dejare todos mis asuntos pendientes.

- Pero ir a la guerra, ¿Por qué tan de repente?, no piensa en mi madre y mi hermano. –decía Arthur enojado.

- Por ellos es porque voy, si todo sale bien ya no me tendré que ausentar tanto y podría decirse que esta guerra será la última para mí, he roto los lazos con el rey. –decía el duque de forma tranquila.

- ¿Romper los lazos con el rey?, eso significa que ya no lo apoyaras.

- No es así, solo quiero que ya no me trate como una pieza más, por eso acepte participar, pero le dije que era la última vez, el rey me puede caer bien y puedo apoyarlo, pero su hijo y la reina, ellos no me inspiran confianza, por eso es mejor mantenerme alejado de ellos.

- Tienes razón, entonces aceptare lo que me encomendaste. –decía firmemente Arthur

- Lo sé, cuida bien a tu madre, mañana partiré, descansa bien hijo.

Arthur se retiró de la oficina de su padre con algo de duda, sabía que algo le ocultaba su padre, pero no sabía cómo decirle.

*********

Mientras tanto Micaela compraba algunos postres para llevar a la casa, había caminado mucho con Esteban, que se quedó dormido, ya en el carruaje Micaela hablo con Jhon.

- Dime, es verdad que irán a la guerra.

- Bueno señora, es así, pero no se preocupe el duque va a regresar. –afirmaba Jhon

- Eso lo sé, pero tú también te tienes que cuidarte.

- Gracias por su preocupación mi señora.

*********

Ya al llegar a la casa, lo primero que hizo Micaela fue entregar a Esteban a Ivon para que lo llevara a su habitación, mientras ella se iba a descansar, pero el duque ya la estaba esperando.

- Supongo que me hablaras de la guerra, pero primero déjame descansar, quiero sacarme estos zapatos y vestido, me apretaban tanto. –decía Micaela mientras se quitaba la ropa.

El duque solo miro a Micaela y no hizo nada, sujeto fuerte su mano y comenzó a hablar.

- Iré a la guerra y no sé cuándo regresare, pero volveré. –decía de una forma seria, mientras agarraba fuertemente la mano de Micaela.

Micaela no respondió nada, todo era un silencio sepulcral en esa habitación, ninguno de ellos se atrevía a decir algo, pero Micaela rompió ese silencio.

- Tienes que prometer que regresaras vivo.

Esas palabras las decía Micaela sin poder mirarle el rostro a Miguel, ella no tenía el valor de mirarlo, sabía que si lo veía no soportaría despedirse.

Miguel suavemente sujeto su rostro, al verla se sorprendió, Micaela comenzó a llorar, Miguel trato de consolarla.

- No te pongas así, voy a regresar, solo espérame.

- Entonces te esperare, no importa si son meses o años, yo te esperare. –decía Micaela

Después de compartir esas palabras solo se abrazaron y durmieron, a la medianoche el duque se levantó de la cama para alistar sus cosas, él no quería despertar a Micaela, aunque Micaela despertó y sujeto la mano de Miguel.

- No te vayas aun, no me dejes. –decía con lágrimas en los ojos

- Está bien, solo me quedare un rato más, no llores.

Mientras Miguel abrazaba a Micaela, ella lo beso, Micaela lo besaba desesperadamente, como si nunca lo volviera a hacer, ella tenía un mal presentimiento, pero no se lo podía decir, solo lo podría demostrar con su cuerpo, demostrarle que de verdad lo va a extrañar, aferrándose al duque sin soltarlo.

Después de ver a Micaela tan cansada el duque la limpio y la dejo dormir, pero Micaela aun en susurros le hablo.

- Ahí en el cajón,....Arthur y Esteban me dijeron que te lo de, ahora ..........

Micaela ya no continuo porque se durmió, el duque abrió el cajón y había un pañuelo, que tenía bordado las iniciales de sus hijos, al costado había un amuleto que Micaela lo había hecho, cogió estas cosas y las ato a su espada.

Jhon se preparó para partir, pero Denis entre sueños le hablo.

- Suerte, y no mueras. –dijo soñolientamente.

Jhon se rio por la forma en la que Denis lo decía, parecía un niño pequeño, ya al salir Ivon lo esperaba afuera, lo cual sorprendió a Jhon.

- ¿Por qué estás aquí?

- En vez de que te alegres. –decía algo disgustada Ivon

- No lo digo de esa forma, solo que me sorprende, creí que me odiabas.

- ¿Por qué piensas tanto las cosas?, por eso siempre peleamos, no puedes decir simplemente lo que sientes.

- Tu porque me mencionas eso. –decía Jhon nerviosamente.

- No importa, solo te traje esto, yo misma lo hice, espero que regreses y cuando vuelvas quiero que me digas lo que realmente sientes, porque no te puedo esperar toda la vida. –decía Ivon algo sonrojada.

Jhon solo asintió, solo vio como Ivon se iba retirando, tenía ganas de retenerla, pero no tuvo el valor. Denis solo se divierto mientras escuchaba lo que pasaba, mientras él estaba descansando en su cama.