Parte sin título 69

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Ya casi al anochecer llegaron Arthur, Denis y Elisa, estaban muy sucios, esta vez no los recibió Micaela, pero si estaba Esteban y algunas empleadas.

- Descansen por ahora, ya mandé a que alistaran un baño para ustedes, después vayan a comer.

Todos asintieron a lo que decía Esteban

- Mamá está descansando porque padre le hizo algo, ella fue a su estudio y luego estaba cansada. –decía molesto Esteban

La cara de Elisa se puso roja y la de algunas empleadas también, Arthur solo asintió y le dijo a su hermano que vaya a descansar.

- Mi tío me dijo que hoy no vendría, que casaría a alguien. –dejo Arthur

Los empleados asintieron.

- Aunque fue cansado, fue divertido de cierta forma, me pregunto quién pudo plantar esas cosas en la casa del señor Harold. –decía Elisa

- Quien sabe, espero que se prepare para las consecuencias. –decía Denis

- Mi tío ya sabe cómo lidiar con ellos, no debemos preocuparnos. –aseguraba Arthur.

Mientras comían ellos ya pensaban en descansar después de un largo día, pero el día apenas comenzaba para Harold

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Harold se encontraba en su nueva casa, pero con todas las luces apagadas, quería descubrir quien está plantando en su propiedad.

- Creo que ya lo vi, así que te atreves a cosechar en tierras ajenas. –decía Harold mientras sacaba una ballesta de mano.

Sin pensarlo Harold tiro una flecha, pero solo lo hizo para asustarlo.

- Sera mejor que no me enfrentes, he casado bestias más grandes que tú, ¿Quién eres? Te ves muy pequeño o es que eres un niño en busca de alimento.

La otra persona se sintió agredida y le hizo frente a Harold.

- Como que un niño, soy una persona mayor, no que un simple niño, además soy mujer. –decía molesta Lili, quien se sacó su capa.

Harold saco su lámpara y la observo fijamente

- Pues pareces niño, estas toda tapada, acaso Cinthia no te paga lo suficiente para que tengas que venir a la propiedad de otro a cultivar.

- No es eso, yo antes de que la duquesa me contratara cultive aquí, y como me di cuenta de que nadie vivía aquí por mucho tiempo y la tierra era buena....-decía Lili mientras miraba a otro lado.

- Entonces decidiste seguir cultivando porque nadie vivía aquí, pero ahora yo soy dueño de estas tierras. –decía Harold

- Lo sé, me llegue a enterar, pero para eso ya había sembrado mucho y tenía que esperar a que crecieran, no podría dejarlas abandonadas. –decía Lili con cautela.

Harold solo asintió a lo que dijo y no le respondió en un buen rato.

- Bueno entonces recoge lo que cultivaste y no regreses más.

- Yo pensaba proponerle que me alquile un pedazo de su tierra, acá crecen muy bien las cosas y me gusta sembrar, no lo voy a fastidiar ni siquiera se dará cuenta de que estoy aquí.

- Entonces piensas que necesito tu dinero. –decía Harold de forma burlona.

- Nada de eso señor, solo que me encariñe con esta tierra y además nadie quiere alquilarme nada.

- ¿Y eso porque es?

- Por mi familia. –decía decepcionada Lili

Lili decía eso con pesar, Harold le siguió preguntando y Lili le respondía con gusto, pasaron muchas horas conversando y Harold se enteró de lo que le pasaba a Lili y al final decidió algo.

- Entonces te dejare seguir cultivando, pero a cambio tendrás que preparar algo delicioso para mí, esa es la condición.

Lili asintió con gusto, una vez hecho esto Lili se retiró, pero Harold se quedó sentado en su puerta tomando un poco de alcohol.

- Para qué diablos vine, mejor me hubiera quedado en el norte, acá es muy cálido. –decía Harold

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Mientras todo transcurría con normalidad Micaela preparaba todo para hacer su fiesta, era la primera que hacía y estaba muy emocionada, comenzó repartir sus invitaciones, todas las empleadas fueron invitadas incluso Elisa y Mitzy.

- Señora está bien que asista –pregunta con duda Mitzy.

- Claro que sí, es una reunión para relajarnos, todas deben ir, nos vamos a divertir, no tienes de que preocuparte, se lo dije a tu hermano y el también acepto.

Mitzy solo le agradeció por la invitación, nadie sabía que es lo que estaba preparando Micaela ni siquiera su esposo.

Ya en la noche mientras se acostaban.

- El día que organices tu fiesta me iré con Arthur y Esteban a visitar la casa de mi tío.

- Me parece muy buena idea, ahora debemos descansar porque falta poco para el día esperado. –decía con emoción Micaela.

Sin esperar mucho el día llego, no había ninguna sirvienta trabajando ese día en la mansión, todas se estaban preparando, Esteban se despidió de su madre con un abrazo.

- Mamá regresaremos después. –decía mientras besaba la mejilla de Micaela.

- Claro que sí, diviértete.

El duque se despidió con un beso a Micaela mientras subía al carruaje, una vez que se fueron llego la duquesa Dafont con Lili.

- Perdón por la demora, pero me daba pena despedirme de mi hijo, solo será por un rato luego me voy. –decía la duquesa Dafont

- Está bien, ahora entremos

Lili caminaba detrás de ellas, pero conociendo a Micaela más o menos ya sabe cómo sería la fiesta.

Una vez entro Micaela saludo a todas, al final entro Ivon entre aplausos, todo era armonioso en la fiesta, bebían lo que querían, no eran tragos tan fuertes, Micaela se encargó de prepararlos, pero no le dio ninguno a Elisa y Mitzy, aunque ellas también querían probar ya que todas decían que era algo delicioso.

Aunque la duquesa Dafont dijo que solo se quedaría un rato, se divertía mucho y no quería irse, las empleadas también estaban felices y algunas mareadas, todo era una gran diversión y se escuchaban risas por todos lados, hasta que comenzaron a pelear algunas empleadas, después de pelear y separarlas todas se rieron por lo sucedido, algunas ya estaban muy tomadas y comenzaron a sacarse la ropa porque sentían calor.

- No me caso porque soy mucho para esos hombres.

- Mi ex novio la tenía chiquita.

- A mí me engañaron.

- Si quieres hijos debes hacerlo de esta forma

Todas esas frases las decían las sirvientas en su embriagues y al escucharlo Mitzy se sonrojo, pero una sirvienta se le acerco.

- No te pongas nerviosa, tarde o temprano conocerás a un buen chico que no te engañe, y entonces le darás todo tu..

Antes de que continuara Micaela le tapo los oídos a Mitzy, y se le llevo al lado de Elisa, Micaela se dio cuenta de que ya era muy tarde y debía acabar con la fiesta.

Luz de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora