Parte sin título 76

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El duque observo desde la ventana como un grupo de mujeres se iba retirando y al final salió Micaela.

- Que tanto hablabas con las sirvientas. –decía el duque

- Porque estas interesado, solo hablamos acerca de Lili, actúa raro.

- Lili?, la sirvienta de la duquesa Dafont, la pequeña, ummm, ahora que lo dices ha pasado algún tiempo desde que la vemos, eso sí es raro.

- Lo vez, tú también lo piensas, quizás está ocultando algo. -Decía emocionada Micaela

- Hay alguien que me preocupa más. –decía el duque

- ¿Quién?

- Mi esposa, hace mucho que ya no me besa ni tampoco me...................

Micaela le tapó la boca al duque con las manos.

- No puede decir esas cosas, que tal si entra alguno de nuestros hijos, que haces - decía sorprendida Micaela

El duque comenzó a lamer a mano de Micaela, y Micaela se sorprendió demasiado y comenzó a ponerse roja, cuando alguien de pronto empujo la puerta.

- Madre, que haces aquí con mi padre, vamos a jugar. –decía Esteban

El duque al ver a su hijo entrar repentinamente lo sujeto del cuello de su camisa.

- Acaso no puedes ser educado y tocar antes, piensas que esta es tu casa, aprende algo de modales. –decía el duque enojado

- No lo sujetes así. –decía Micaela mientras intentaba sujetar a Esteban.

Al final el duque soltó a Esteban y se lo dio a Micaela, Esteban se sintió feliz de estar en los brazos de su madre, y le dio un beso en la mejilla a Micaela.

- Mamá te quiero mucho. –decía tiernamente Esteban.

- Mi lindo hijo, yo también te quiero mucho. –decía Micaela mientras besaba a Esteban en sus cachetes

Al ver esto el duque se molestó, Micaela se percató de esto y salió rápidamente con Esteban.

**********

Ya en la noche Micaela seguía pensativa y vio al duque echado en la cama dándole la espalda, Micaela lo vio como si fuera un niño grande haciendo berrinche.

- No te comportes así, al menos mírame, pero tú tienes la culpa por haber hecho eso, Esteban solo quería jugar, aun es un niño, no te molestes más.

- Cuando yo tenía su edad nunca me comporte así, porque nuestros hijos deben estar tan cerca de ti, no me gusta eso.

Micaela solo lo escucho hablar, después solo abrazo al duque, pues ya sabía que es lo que le pasaba.

- No me alejare de ti nunca, eso te lo he dicho, te daré todo mi amor y más, pero nuestros hijos también necesitan de mí, el amor que les dé a ellos no será el mismo que te dé a ti, siempre te elegiré a ti. –decía Micaela mientras besaba al duque.

Solo en ese momento el duque volteo a mirar a Micaela, y la beso, luego se fueron a dormir, pero el duque no soltó la mano de Micaela y durmió cerca de ella.

Micaela ya sabía el comportamiento del duque, él estaba celoso de sus hijos, un hombre que no recibió afecto en la mayor parte de su vida ahora recién lo experimenta, una sensación cálida que no se la quiere dar a nadie, pero aquella persona que le da esa calidez se la da otros, no lo puede soportar y mucho menos a sus hijos, que también debieron crecer como él, pero ahora reciben la misma calidez, sus hijos son más felices ahora, la felicidad que él no pudo tener cuando era niño, porque debería darle a su persona especial, ellos también deben saber lo que yo sufrí, mi esposa es solo mía, al menos eso es lo que pensaba el duque y Micaela ya sabía eso, la mente de algunos es sencilla de adivinar y a veces compleja, pero al menos sabe porque el duque se comporta así.

*********

En la mañana todo paso tranquilamente, Harold los acompaño a desayunar esta vez, mientras desayunaban Harold dijo algo que sorprendió a todos.

- Les quiero comunicar que me voy a casar. –dijo fríamente Harold

Micaela se sorprendió, pero lo felicito, pero el duque estaba más sorprendido.

- ¿Con quien te casaras? –preguntaba Arthur

Todos estaban atentos a lo que iba a decir Harold, incluso los sirvientes se detuvieron para escuchar la respuesta.

- Me casare con Lili.

PUAJJJJ

Escupió lo que estaba bebiendo Micaela

- Lili? –dijo casi gritando el duque

- A mí me agrada Lili- decía Esteban

- Ella es alguien buena, creo que está bien. –decía Arthur

Ivon corrió para ayudar a Micaela limpiarse, los sirvientes comenzaron a murmurar, al notar esto el duque le dijo a su tío que hablaran en el estudio, Harold accedió y lo siguió, detrás fue Micaela, Arthur y Esteban se quedaron para acabar el desayuno y luego irían a sus lecciones.

Mientras Micaela caminaba algunas sirvientas la miraban, mientras ella asentía a todas, pues sabía lo que le querían decir:  " señora por favor averigüe que pasa y luego cuéntenoslo", ese era el pensamiento de las sirvientas y Micaela asentía con seguridad.

Una vez entraron Miguel comenzó a hablar.

- Sé que eres alguien mayor, y no estoy para cuestionar tus decisiones, pero porque Lili.

Micaela estaba atenta a lo que diría Harold.

- Ella es alguien a quien comencé a apreciar, no es ambiciosa y sabe valerse por sí misma, aparte que nos parecemos mucho, ambos sabemos lo que es la soledad y el desprecio.

Micaela asentía a lo que decía Harold, mientras él seguía hablando.

- Y lo más importante, es que ella está embarazada. –dijo Harold firmemente

Miguel no dijo nada, pero su rostro decía todo, Micaela felicito Harold.

- Es bueno que pienses de esa manera, debes casarte de inmediato o sino comenzaran rumores acerca de Lili.

- Lo sé, de echo ella no me había dicho nada de eso, yo la descubrí llendo a ver a un doctor y ahí me lo conto, parece que ella pensaba que no podía tener hijos por su edad, y cuando se enteró del embarazo se sintió acorralada y quería perderlo, le dije que no lo hiciera y que me casaría con ella, pero ella no acepto, solo sé que se encerró en un cuarto que tiene alquilado, mande a que la vigilen para que no haga nada que la ponga en peligro.

- Por eso no me quería contar nada, la miraba algo triste y decaída, todo lo que debe estar pasando, no es fácil los primeros meses, se lo contaste a la duquesa Dafont.

- Aún no he podido hablar con Cinthia, pero se lo tendré que contar.

- Qué tal si vas y se lo cuentas de una vez, ella también estaba preocupada, mientras tanto yo iré a intentar hablar con Lili, quizás me responda. –decía con entusiasmo Micaela

- Te agradecería mucho que la sacaras de ese cuarto. –decía Harold con una sonrisa.

Con eso dicho Micaela paso a retirarse, afuera la estaban esperando algunas sirvientas, Micaela las observo y solo dijo seriamente.

- Ivon acompáñame que saldremos, lo que les diré es un secreto que no pueden divulgarlo, recuerdan lo que dijo Irma, lo del embarazo que nos causó tanta gracia, pues tenía razón, solo diré eso, no hagan un gran alboroto.

Luz de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora