Parte sin título 107

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Antes de eso Ivon había estado con Denis para entregarle el amuleto que había hecho, Denis lo recibió con mucha alegría, Jhon el día anterior también le había dado un pañuelo.

Micaela noto algo incomoda a Ivon.

- Te paso algo Ivon- preguntaba Micaela

- Sí y no.

- ¿Cómo es eso? –decía la duquesa Dafont y Micaela

Miguel también estaba curioso por la respuesta.

- Mientras regresaba de entregarle el amuleto a Denis, me encontré con unos caballeros, por así decirlo, me dijeron que les diera un pañuelo mío, para desearles buena fortuna, claro que me negué, primero no tengo pañuelo y segundo no los conozco, pero ellos seguían insistiendo, hasta que en eso llego el señor Harold y me ayudo, con solo ver al señor Harold los caballeros se retiraron apresuradamente.

- Como puede haber hombres que no entiendan lo que es no, además ellos debieron ver tu anillo de casada. –decía la duquesa Dafont

- Claro que lo vieron, es más, les dije que estaba casada y ellos vieron a mi hijo, y me dicen no somos celosos, no sabía cómo responder.

- Lo bueno es que Harold te ayudo, como pueden ser así. –decía Micaela

- Ellos deben ser de Merl, a esos hombres no les importa si una mujer está casada, mientras ella les corresponda, no creo que lo hagan de mala manera, conozco a gente buena de ese reino, pero algunos dejan mucho que desear. –decía Miguel.

Las tres mujeres asintieron a lo que dijo Miguel, mientras ellos esperaban sentados en la mesa, mientras más escuchaba el nombre de ese pueblo a Micaela le parecía conocido, como si antes lo hubiera escuchado, pero por ahora no le importa eso, lo importante es que Arthur gane.

********

Arthur se encontraba con Denis mientras se alistaban para pelear, pudieron notar a varios hombres de otros reinos, ya sabían con quién les tocaba pelear, en total pasaron 12 participantes, entre ellos el príncipe, todos estaban ansiosos por pelear, muchos de ellos mostraban sus amuletos con orgullo, algunos presumían los de sus parejas, a Denis y Arthur no le importaba eso, solo querían poder ganar.

- Tienes varios amuletos. –decía Denis

- Mi madre me lo dio y ayudo a mis hermanos para hacerlo, ellos escogieron el color. –decía Arthur sonriente

- Son colores interesantes, tú debes de la familia Sartel. –decía un joven

Arthur no le respondió y solo lo observo.

- No tomes a mal lo que digo, tu cabello es único, mejor dicho, el color de cabello de tu familia, se nota que son buenos maestros de la espada, tu tío también es un gran maestro, es una lástima lo que le paso, pero eso no le quita que aún sigue siendo el mejor, hizo una demostración ayer, fue increíble. –decía el joven emocionado

- Mi tío sigue siendo el de siempre.

- Lo sé, debería seguir enseñando, me llamo Martin, antes quería venir a conocer este reino pero no tuve oportunidad, cuando me entere de este concurso me inscribí de inmediato, en este reino hay cosas muy interesantes, como la comida y las medicinas, inclusive tienen a una santa.

Denis solo observo la expresión de Arthur, quien no decía ni una palabra.

- Ya deja de hablar de las maravillas de este reino. –decía otro joven que se acercaba a Martin- este chico esta obsesionado con este reino, inclusive quiere conocer a la santa.

- Cállate de una vez, no sé cómo pasaste, solo quiero que me dé su bendición.

- ¿Ustedes no saben quién es la santa? –preguntaba Denis confundido

- Solo sabemos que es una mujer hermosa, es más, escuche que vino con un vestido traslucido, para que todos apreciemos su belleza, su cabello es fino y suave como.......

Antes de que el joven terminara de hablar Arthur saco su espada, y los apunto directamente.

- Más les vale que cierren esa boca suya, no tienen permitido decir esas cosas de mi madre.

- No estamos diciendo nada malo, solo la admiramos, también admiramos su belleza, solo eso, vamos ya deja de apuntarnos, no queríamos ofender. –decía apresuradamente Martin.

Con eso dicho Arthur bajo su espada, y la situación se calmó.

- Pero lo que dije antes es verdad, quiero que ella me dé su bendición. –decía Martin

- ¿Para qué quieres su bendición? –decía Denis

- Es un secreto, solo quiero saber si lo que hago está bien o es como dicen los demás, que vivo en el pecado. –decía Martin de forma triste

- Deja de decir tonterías, no haces nada malo, por eso es que quieres vivir aquí, ¿verdad?, piensas que será diferente aquí. –decía el joven

- Sé que acá será diferente, se los demostrare a todos cuando pelee, que lo que soy no tiene nada que ver con mi habilidad. –decía de forma segura Martin

- No entiendo de que hablas, pero si quieres la bendición de mi madre tienes que preguntarle a mi padre primero.

Con solo escuchar esto Martin parecía retractarse.

- Entonces eso hare, después de pelear, pediré la bendición.

Arthur solo asintió, y luego se fijó que Martin no llevaba ningún amuleto ni pañuelo, con ver eso se quedó pensando en cómo vivió el eso.

Todos los preparativos ya estaban listos para comenzar, el rey estaba se encontraba junto con la reina y su hija, no parecían cercanos, pero a las personas no les importo, lo importante era presenciar las peleas.

La pelea comenzó y fácilmente Arthur y Denis pasaron a la siguiente ronda, el príncipe con las justas logro pasar, Martin también logro pasar, pero ya rondaban algunos rumores acerca de él, rumores que escuchaba Micaela, pero ella no entendía porque hablaban así del muchacho.

Las peleas eran muy parejas, como era de esperarse el príncipe no logro pasar la siguiente ronda, pero a las personas eso no les importo, lo importante era la pelea final, Martin con mucho esfuerzo logro el tercer puesto y para la pelea final estaban Arthur y Denis, Micaela estaba muy emocionada con la pelea.

Luz de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora