Extra....

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Al momento del ataque Luz se encontraba caminando rápido y cuando escucho el estruendo solo se escondió detrás de un árbol, pero Jack la estaba siguiendo, y cuando Luz comenzó a llorar Jack la consoló y se quedó con ella, pero un hombre se acercó a ellos, Jack sentía algo raro en ese hombre y solo abrazo fuertemente a Luz mientras sacaba de su bolsillo una pequeña daga, el hombre solo atino a reírse y quiso atacar a Jack y llevarse a Luz, Jack la protegió como pudo, pero en ese momento una flecha hirió al hombre, no lo mato solo lo inmovilizo, Jack cubrió a Luz para que no viera nada, luego apareció Julio.

- Menos mal que los vi a tiempo, ustedes pequeños no me dan ni un descanso en mis días libres. –decía Julio mientras se acercaba a Jack y Luz- vengan, no tengan miedo, los cargare a los dos, ven Luz no llores, ya di una señal, tu mamá vendrá pronto, no llores. –decía Julio mientras la consolaba.

Luz solo lloraba en los brazos de Julio y Jack solo abrazo a Luz y así ella se calmó, Julio se sorprendió de lo que observaba.

- Ustedes son tan ligeros, como me gustaría tener un niño como ustedes. –decía Julio de manera casual

Una vez Julio llego Micaela cargo a Luz de forma desesperada.

- Mi pobre niña, como te deje sola. –decía Micaela con algunas lagrimas

Luz solo abrazaba a Micaela, ya no estaba llorando, luego volteo para ver a Jack, y Jack solo la observo, luego Micaela agradeció a Jack

- Muchas gracias por cuidar de Luz.

Jack solo asintió, luego Luz bajo de los brazos de Micaela y abrazo a Jack, a Micaela se le hizo muy tierna esa escena, así que el incidente paso como un descuido, pero no lo fue, y cuando se enteró Miguel prohibió salir a Luz al pueblo, y Arthur también estaba de acuerdo, ya que el pueblo era muy peligroso para sus hermanos, pero Esteban pensaba de manera diferente.

- No todo el pueblo es peligroso, y si lo es, es más fácil desaparecer lo peligroso, Luz también debe explorar sus alrededores, además que podemos ponerle un guardia personal, es más fácil deshacernos de los demás. –decía Esteban seriamente

Miguel y Arthur asintieron a lo que dijo Esteban, pronto algunas personas comenzaron a desaparecer en el pueblo, pero a la mayoría de las personas no le importo ya que no eran buenas personas o no tenían buenas intenciones, así que de una forma se sentían aliviadas.

*********

Luz compro lo que necesito y luego se fue a su casa.

- Llegas tarde. –decía Mateo

- Solo compre algunas cosas, además sabes que los mejores puestos abren tarde. –decía Luz mientras abrazaba a su hermano.

Mateo solo suspiro, y se dirigió a cenar, Jack solo se despidió y se fue a su cuarto, pero en el camino se encontró con su madre.

- Supongo que saliste al pueblo con Luz. –decía casualmente Ivon

- Si –decía seriamente Jack mientras cargaba las cosas que tenía Ivon. –no debes llevar tanto, yo puedo hacerlo.

- No te preocupes, aún tengo fuerza, más bien debes descansar más, practicas mucho y comes poco, a veces ni duermes. –decía como un reclamo Ivon

- Solo quiero protegerlos a todos. –decía Jack

- Todos- decía de forma burlona Ivon- no será solo a Luz.-soltó una carcajada

- Madre. –reclamaba Jack

Ivon solo le dio unas palmadas en la espalda a Jack y se despidió.

Una vez entrego las cosas Jack se fue a entrenar, siempre repetía la misma rutina, aunque estuviera cansado seguía entrenando, cuando de pronto sintió un pequeño golpe en la cabeza, alguien le tiro una madera, al voltear vio a Arthur.

- No entrenes demasiado, es bueno cuidar la salud también.

- Lo sé, ya iba a parar. –decía Jack

- Entonces, que te parece una práctica conmigo y luego descansas. –decía con una sonrisa Arthur

Jack asintió, la pelea comenzó rápidamente, cada uno cogió el arma que estuviera a su alcance, Jack cogió una espada de madera, y Arthur una lanza, Arthur era rápido atacando y Jack se defendía y no bajaba la guardia, una pelea muy pareja, pero por momento parecía que Jack ganaba. Hasta que se escucharon algunas risas.

- Ambos son graciosos, todo el día trabajan y no descansan y encima entrenan de noche. –decía Luz riendo

- Es tarde, deberías dormir. –decía Arthur

- Quería desearte buenas noches y no estabas en tu cuarto, además Esteban aun no llega a casa, se siente algo vacía la casa. –decía Luz

- No debes preocuparte por eso, pronto regresaran de su viaje nuestros papás y la casa ya no se sentirá tan vacía. –intentaba consolar Arthur a su hermana

Luz solo asintió y se retiró con Arthur, pero antes se despidió de Jack.

- Ten buenas noches Jack, ah, casi me olvido, te deje en tu cuarto algo ligero para que comas, no te saltes tus comidas. –decía con un tono de reclamo Luz

Jack solo asintió, Arthur miro algo molesto a Jack y Luz se percató de eso.

- También prepare algo para mi hermano.

Solo con esas palabras Arthur volvió a sonreír.

Cuando Luz se despidió de Arthur, se dirigió a la biblioteca, donde se encontró con Mateo.

- Ahora que es lo que te preocupa.

- Los recuerdos que me atormentan, sé que solo es mi imaginación, pero a veces me preocupa. –decía algo triste Luz

- Solo son sueños de algo que nunca paso, no debes pensar en ello, aunque yo también recuerde algo, nada es claro. –decía Mateo

- ¿Me pueden decir que es lo que no está claro? –decía Esteban

Tanto Luz como Mateo se sorprendieron, ya que no esperaban a su hermano, sus caras estaban algo pálidas.

- Por qué no me responden.

Ninguno de los dos hablo, Mateo se calmó y hablo.

- Luz y yo hemos tenido algunos sueños raros. –decía Mateo

- ¿Cuáles sueños?

- Más que sueños son como recuerdos. –decía Luz- estábamos en una oscuridad, donde solo oíamos la voz de madre, pero podíamos saber que nuestro padre no nos quería, luego de eso fue como si hubiéramos muerto, no sentíamos nada y luego otra vez estábamos en esa oscuridad, pero ahora si sentíamos que más personas nos hablaban, sentíamos que ahora si nos querían. –decía luz de forma melancólica.

- No piensen en eso, todos lo queremos, incluso en el pueblo no hay ninguna persona que los odie, no se preocupen por eso. –decía Esteban mientras abrazaba a su hermana

- Aunque nos digas esto, siento que algo falta. –decía Mateo

- ¿A qué te refieres? –decía Esteban

- A la persona que más daño le ha hecho a nuestra familia. –decía Mateo

- Sabes lo que dice madre, "las malas personas siempre obtienen lo que merecen", no debes preocuparte por eso y si el destino no se encarga de ello, yo mismo me encargare de que reciban su castigo. –decía de forma fría Esteban

Luz de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora