✦ Capítulo 12 ✦

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12||¿Qué acababa de pasar?||

WANNA BE - JXDN.

Hola hola, me les adelanté. Tuve el capitulo listo antes de tiempo, así que se los subo ahora porque lo merecen. No se olviden de dejar sus comentarios y votos. Y paso a decirles que tengo una cuenta de bookstagram en donde subo adelantos de los capítulos, el usuario es @sunsetlvsbooks para que vayan a seguirme por si quieren enterarse antes de lo que escribo, sin más preámbulos, a leer. 💗

Nash:

¿Quién carajo me estaba aplastando los pulmones?

Una presión extraña y desde luego nada cómoda, me impedía moverme y taparme la cara para cubrirme del maldito sol.

¿Todo siempre era tan brillante a esa hora?

Iba a asesinar a quien fuera que hubiese abierto las cortinas. Por ello mi habitación siempre parecía la cueva de Drácula.

¿Qué coño estaba pasando? Ni siquiera recordaba en qué momento de la noche me había quedado dormido.

Solo estaba seguro de que, treinta minutos después de que a los chicos y a mi nos saliera perfectamente coordinado el baile de Lilo y Stitch, las chicas asintieron satisfechas y nos dejaron cambiar la llanta del auto de Riba —cuyo conductor designado fue su hermano, porque la rubia estaba en las capacidades de cometer muchos delitos, pero manejar ahogada, gracias al cielo, no fue uno de esos—, Ronnie y Savi se quedaron dormidas antes de siquiera buscar la llanta de repuesto, con las espaldas recostadas en un árbol.

Admiré su capacidad de dormir en medio del caos. Aunque estaba seguro, que lo habían hecho para no tener que ayudar en nada, las cabronas.

Entonces algo se movió, y tuve que parpadear frenéticamente para enfocar la vista. La melena rizada y revuelta de Savi se encontraba cómodamente recostada en mi estómago.

Ah... eso era.

Me puse de piedra al instante. ¿Qué hacía esta mujer en MI habitación y por qué olía a un maldito jardín botánico?

Ladeé la cabeza con cuidado de no moverme demasiado para no despertarla, pero entonces una cabeza diminuta me interceptó en el costado. Ronnie estaba recargada en mi hombro derecho y Riba me abrazaba las piernas como si fuese un puto oso de peluche.

¿Qué carajo estaba pasando allí?

Preso del pánico y a punto de morir de un paro cardiaco por la conmoción, tenté con la mano libre la cama, en busca de mi móvil.

Pero no estaba en mi cama. De hecho, ni siquiera era mi habitación.

Bueno, menos mal.

Estiré el cuello solo para darme cuenta de que Lele estaba hecho un ovillo pegado al mueble de la televisión, cubierto con lo que parecía la alfombra. Jameson se encontraba recostado en las piernas de Ronnie, con medio cuerpo despatarrado de maneras nada cómodas en el suelo. Y River estaba a los pies del sofá, con la cabeza apoyada en el trasero de la hija de nuestro entrenador y con los brazos envueltos en una almohada. 

Y, por si fuera poco, la televisión seguía encendida, a todo volumen, reproduciendo la película de Hanna Montana.

Pero ¿Qué coño había sucedido la noche anterior?

Antes de siquiera reaccionar y ponerme a gritar como un puto loco, la alarma de un móvil sonó, y yo fui cacheteado por dos manos en ambas mejillas.

—¡Mierda! —grité haciéndome para atrás, con los ojos abiertos por la sorpresa.

Cruza la línea.  (Del uno al diez) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora