✧ Capítulo 37 ✧

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37||Wendy y Garfio.||

Flying - James Newton Howard.

Nash:

—En serio C, creo que estás a pocos días de comenzar a vomitar arcoíris y regalar abrazos en un parque. Luces realmente desquiciado.

—¿No te gustan mis abrazos Jay? —Evidentemente recibí un bufido y un golpe en el hombro por su parte que me hizo reír—, estoy enamorado, he vomitado arcoíris desde que ella me llamó su novio frente al entrenador, así son las cosas.

—Por cierto ¿Cómo va eso? Creí que al menos se aparecería en casa para la fiesta.

Negué con la cabeza y me quité los cascos para prestarle toda mi atención. Lele y River se encontraban en los asientos de al lado completamente inmóviles. Podíamos volcarnos por un barranco y ellos seguirían durmiendo.

Que envidia.

—No lo invitó.

—¿Crees que en algún momento quiera hablar con él?

—Supongo que sí, pero todo es tan reciente, dudo que pase en las próximas semanas. Lo único que si me pidió, fue que no lo viésemos como sus conflictos con ella, el problema es familiar y así quiere que se quede. —Alcé los hombros con desinterés, en realidad la situación me daba pena.

El entrenador lucía cada vez más viejo, era como si su mundo se estuviese partiendo en pedazos de a poco, estaba casi cien por ciento seguro de que no creyó que abriría una brecha tan grande con su hija por su comportamiento, y dudaba que supiera qué hacer para arreglarlo.

Dudaba que en su posición yo estuviese mejor.

—Sí, habló con nosotros también y nos pidió que no nos entrometiéramos.

—Me dijo que necesitaba alejarlos para poder pensar y creo que está bien, ella merece un descanso. —Solo quería que ella dejara de sentirse responsable por ellos.

—Lo hace —Jameson parecía nervioso, arqueé una ceja curioso porque era rarísimo verlo tan disperso—, vale, necesito hablar contigo sobre algo.

Ahí estaba.

—Suéltalo.

—Nash, no quiero que esta mierda nos vaya a explotar, quiero dejarte muy en claro que no tiene nada que ver contigo y que no saldrás embarrado para nada —Iba a hablarme sobre Roberta, lo pude ver en sus ojos—, estoy saliendo con Ronnie.

Vaya... mierda, no sabía que ya habían llegado a esa faceta.

—Espera... ¿Qué?

—Bueno, en realidad no estamos saliendo, pero... ya me entiendes.

Carajo. No. No lo entendía, y lo único que se me vino a la mente, fue que los dos tontos no hablaron antes de meterse en nada con el otro.

—Jay...

—Ya lo sé, ya sé qué coño es lo que me vas a decir, pero te juro que no fue mi intención que las cosas se convirtieran en... bueno, en lo que son.

—¿Por qué me lo estás diciendo?

—Porque eres mi mejor amigo, pero antes de eso, eres el suyo, decidimos que yo sería quien hablara contigo primero para... evitarnos cotilleos que no pudiésemos manejar después por mi reputación.

Íbamos camino a Watson en el autobús del equipo, la universidad Frederick era el tercer lugar en la tabla y así se quedó, porque cuando el partido finalizó con un bello 5-0 lo único que nos apetecía a todos, era llegar a celebrar.

Cruza la línea.  (Del uno al diez) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora