28|| ¿En qué me metí?||
C'mon C'mon - One Direction
•Davinia:
Había sido totalmente irresponsable.
Y eso ya era mucho que decir tomando en cuenta que normalmente no es que fuese el ejemplo de responsabilidad andante.
De todas las cosas que se me pudieron haber olvidado en el mes, de todas las que pude haberme borrado de la cabeza y restarles importancia, el maldito desnudo era el último que deseaba mandar a la mierda.
Pero al parecer estaba demasiado ocupada besando al capitán del equipo de mi padre, follándomelo a sus espaldas también —importantísimo recordarlo—, y ayudándolo en cosas en las que, si hubiese sido un poco menos sensible, debí haber ignorado, como para recordar el trabajo más importante de todo el malnacido semestre.
Me iba a ahogar en el primer charco de agua puerca que se me cruzara por la acera.
Estaba a dos de quedarme calva por el estrés, y no creía que fuese a salir con los rizos intactos al finalizar el año.
Ni con la estabilidad, honestamente, para que mentirte.
Vale, genial, lo que me faltaba.
Si de por sí ya estaba en la mierda, añadirme un trabajo parcial cuya importancia olvidé, era como patear un tronco de madera podrido para terminar de hacerlo añicos.
Jamás había sido buena con los retratos, por ello me había desviado al expresionismo, era más mi tirada, y quedaba conmigo. Me encantaba, lo amaba, y si el termino fuese una persona real, seguro que ya estaría casada y con mil hijos y una bonita casa en la pradera.
Ya existían demasiadas cosas en el mundo escritas e impuestas, la visualización de algo totalmente nuevo, pero que te hiciese sentir como en un momento específico del día, año, o la vida en general sin un significado en concreto; me parecía nada más que de otro planeta.
Así era el expresionismo, incierto y llamativo.
Y muy yo.
A pesar de que el profesor Keller nos dijo que podíamos adaptar el trabajo a nuestro estilo, no sabía cómo iba a transformar un bendito cuerpo completo y en bolas, en algo expresionista.
Totalmente estaba exagerando, porque por supuesto que podía ¿Qué mierda? Era capaz de formar un nuevo sistema anatómico si me lo proponía ¡Pero no en tres putos días!
¿Ya había mencionado que tampoco podía ser una pose recostada sencilla sobre un sofá? Bueno, pues no se podía, porque al parecer era demasiado "común", y "ordinaria", el profesor necesitaba algo "nuevo y totalmente explosivo" sus palabras no las mías.
Me llevaba el diablo, podía jurar que sentía como el parpado izquierdo comenzaba a temblarme del estrés.
No estaba saliéndome nada bien eso de vivir del arte.
A pera la niña quería ser pintora, menuda estupidez. ¿Cómo no se me ocurrió mejor poner un puesto de helados? Seguro que no me causaría tantas úlceras gástricas y viviría plena, feliz, y sin ansiedad.
—¿Nos estás tomando el pelo? —preguntó Matilde mientras salíamos del edificio, claramente fascinada con la situación—, tenemos que entregar al menos el quince por ciento del cuadro y estudio para la calificación parcial el viernes, Davi, por favor dime que estás bromeando.
—¡Que no! No bromearía con algo así, lo olvidé como una imbécil —contesté lanzando las manos al aire, porque ¿Qué más podía hacer? A esas alturas olvidarme de un trabajo así de importante podía costarme la nota semestral, y repetir la clase definitivamente no era algo que me fascinara—, he estado dispersa y enfocada en otras tonterías, para ser sincera.
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Cruza la línea. (Del uno al diez)
Teen FictionSalir con la hija del entrenador, era lo único que no debía hacer. Mi temporada como capitán por fin había llegado, y no había nada que me importara más, que demostrar que lo merecía. Primero el hockey y después la universidad. En ese orden, las d...