✧ Capítulo 13 ✧

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13||Karma Camaleón.||

Miss Movin' On - Fifth Harmony.

Davinia:

—Por favor di que sí.

Era la cuarta vez que Riba repetía la oración, y estaba igual de reacia a hacerle caso que en la primera.

—Me viene un poco pésimo, estoy atrasada con unos apuntes.

—¿Cómo es eso posible, Savard? llevas una semana de clases. —dijo atándose el corto cabello rubio en una media coleta.

No llevábamos mucho tiempo despiertas.

Jameson había aporreado la puerta de mi habitación una hora atrás para que me uniera a ellos en el desayuno. Honestamente no recordaba lo que había sucedido la noche anterior, mucho menos en qué momento nos quedamos dormidos viendo Hanna Montana, pero podría catalogarla como una de las mejores de mi corta existencia.

Aun no tenía ninguna señal de vida de Jordyn y Tara, y no sería yo quien enviara el primer mensaje. Al menos no sin calmarme antes.

Para mí las conversaciones serias tenían que hacerse cuando ambas partes estuviesen calmadas. Y yo sentía de todo, menos calma.

Me gustara o no, tendría que hablar con Drake al respecto. Era la única persona que nos conocía a las tres a la perfección, a Lennox no se le daba nada bien eso de ser mediador. Si me estaba comportando como una niña inmadura, Drake me lo diría.

—La facultad de Arte no es como las otras Riri. —confesé.

—¡Oh mira! Ni veinticuatro horas tiene que nos conocemos y ya me dices Riri. —Rodeé los ojos haciéndola reír.

No sabía si era costumbre para Riba estar de tan buen humor por la mañana. Y sentía que era más por el hecho de que Lele la había mimado con un desayuno especial que por ser naturalmente relajada.

—Siempre estoy de buen humor cuando me evitan la fatiga de cocinar. —respondió leyéndome el pensamiento—. Pero mi ánimo tiene un límite, y estás agotándolo Davi.

—¿Repíteme que es lo que se supone que quieres hacer?

—Quiere que la pintes como a tus chicas francesas. —Ambas miramos el marco de la puerta, en donde River se encontraba recargado, con una sonrisa traviesa en el rostro.

River era muy atractivo. No solo físicamente, tenía un cuerpo musculoso, pero sin parecer un adicto al gimnasio, y llevaba los brazos tatuados. Era delgado y alto. Lewis en contraste, tenía el cabello negro y los ojos verdes, y aunque era un poco más bajo que los otros tres, no lo hacía menos bien parecido.

Pero ese par era más como el hermano menor molestoso que siempre estaba allí para sacarte una sonrisa. Mientras que Nash y Jameson eran los amargados que siempre parecían demasiado torturados por la vida.

—¿Te gusto? Es normal, te acostumbraras a mi belleza conforme pasen los meses. —contestó River lanzándome un guiño.

—Se acostumbrará a que seas un entrometido. —dijo su hermana aventándole una de mis almohadas a la cara—. Lárgate, es una conversación privada.

—Lo siento mucho Riri, pero Nash está a una noche de Tequila más de prohibirte la entrada a la casa. —mencionó entrando a la habitación, para recostarse en el colchón y acomodar la cabeza en mis piernas—. Me ordenó vigilarlas.

—¿Qué tenemos? ¿Cinco años? —pregunté con una ceja arqueada.

—Novia, te juro que no es que quiera, pero si Carpenter descubre que te he dejado escapar con mi hermana, me cortará las piernas.

Cruza la línea.  (Del uno al diez) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora