Roommates » Muke AU

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[ todos los créditos a @x_Carly_Irwin_x por el trailer ]

Empieza un día nuevo y al darme vuelta veo como mi gatito duerme acurrucado entre mi cuerpo y su almohada. El sol me ha despertado de nuevo, pero a él no hay luz natural o artificial que lo saque de su sueño. Todas las veces que he dormido con él me ha costado lo que no está escrito para levantarlo de la cama. De todos modos, está tan guapo cuando duerme que me siento culpable y suelo acabar dejando que duerma hasta el mediodía. 

Michael se renueve entre las sábanas y mi cuerpo, mientras perezosamente se estira y abre los ojos. Me mira por una fracción de segundo antes de dedicarme una diminuta sonrisa. 

—Buenos días, Lukey. —me saluda todavía adormilado. — ¿Has dormido bien? —Bueno, prácticamente has dormido sobre mi cuerpo pero no me quejó. —le digo. — ¿Qué tal tú?

— ¿Qué pregunta es esa? Cuando duermo contigo sí que duermo bien. 

Michael vuelve a estirarse y no puedo evitar sentir ternura. Él en verdad era un gatito y era sólo mío. 

— ¿Tienes hambre? —pregunto, mientras me inclinó a besar castamente sus labios. 

—Tengo hambre pero no de comida. —me dice pícaramente. Abro los ojos en señal de sorpresa cuando su mano se posa en mi entrepierna, moviéndola de arriba hacia abajo. 

— ¡Te acabas de levantar! —le recriminó un poco sorprendido. 

— ¿Y qué? —se encoge de hombros. — ¿No te gusta el sexo mañanero? 

—Jesucristo, eres insaciable. —suspiro, dándome por vencido. Por más que lo intentara, nunca sería capaz de tenerlo satisfecho. Él siempre quería sexo. Ni siquiera le importaba en donde nos encontráramos, siempre estaba caliente. 

—Te puedo hacer una mamada. —me dice, colgándose de mi cuello y subiéndose a horcajadas. —Vamos, Lukey.

Finjo pensarlo por unos minutos, disfrutando ver como se desespera al no tener una respuesta de inmediato. Finalmente decido que ha sido suficiente y asiento. 

Michael me sonríe de oreja a oreja y torpemente desabrocha mis pantalones del pijama, deslizándolo por mis piernas y dejarlo a un lado. Su mano comienza a moverse lentamente por mi pene y siento como poco a poco se despierta. 

—Ya te puse cachondo. –se ríe por lo bajo, mientras su mano se mueve de abajo hacia arriba por encima de la tela de los bóxers. 

—Cierra la boca. —replico. 

— ¿Quieres que te la chupe, Luke? —sonríe pícaramente. 

Pongo los ojos en blanco y le ayudo a quitarme los calzoncillos. Michael relame sus labios con destreza, se inclina hacia adelante y le da una lamida al pene como si de una paleta de tratará.

Tal parece que está mañana ha amanecido de buen humor. 

— ¿Te gusta? —pregunta y le da otra lamida. 

Arqueó la espalda y asiento. 

—Joder, me encanta. —jadeo con dificultad. —Michael, fóllame. 

—Lo haré, sólo espera un momento. —me dice en voz baja. Su mano comienza a moverse cada vez más rápido al tiempo que se lo mete en la boca. Suelto un gemido de placer. 

—Michael, por favor. —jadeo, moviendo mis caderas a su boca. —Dios mío, te necesito.

De pronto se detiene, me coge de las caderas y me da la vuelta. Trago saliva ruidosamente al escuchar como rasga un condón, se deshace de sus pantalones y levanta mi trasero dejándolo al aire.