Michael
Habían pasado alrededor de dos meses desde la última vez que hable con Luke y desde entonces no hay día en donde no me sienta mal por haber hecho algo al respecto. Es decir, obviamente me odiaba por haberle respondido el último mensaje con un jódete, cuando en realidad él estaba tratando de arreglar las cosas entre nosotros.
Quería coger el celular hablarle y arreglar nuestra relación una vez más, pero había algo que estaba impidiéndomelo hacer y por alguna razón yo no podía entender lo que era. Consideraba pedirle consejos a su hermano, pero obviamente eso era mala idea sabiendo que todavía tenía fuertes sentimientos por él y por ninguna razón le pediría consejos.
Así que por ahora estaba teniendo una batalla interna conmigo mismo, preguntándome si realmente debería hacer algo al respecto o solo quedarme a mirar a que las cosas de una u otra forma se solucionarán.
—Entonces. –una voz a mis espaldas me sacó de mis pensamientos. Me di la media vuelta, encontrando a Abigail de pie frente a mí. — ¿Para que querías verme de nuevo?
Y al igual que estaba completamente consciente de que esto sería solo una mala idea, necesitaba hacerlo por el simple hecho que necesitaba descargar toda mi frustración con una persona y esa persona era ella. A pesar de haber sido un total cretino con ella, tuve el descaró de llamarle y pedirle que viniera a casa a verme.
— ¿No es obvio? –me burlé, levantándome del sofá.
Abigail me miró con cara de pocos amigos, dándose cuenta a lo que en verdad quería hacer. Honestamente yo nunca tuve ningún tipo de relaciones físicas con ella, no era mi tipo pero el día de hoy en serio necesitaba a alguien para hacerlo.
—Sólo explícame una cosa. –comenzó ella, dando un paso hacia adelante y apuntar a mi pecho. – ¿Soy la única persona a la que recurres en estos casos?
—Bueno, estás aquí. –respondí, encogiéndome de hombros.
Ella asintió en silencio, sin mirarme ni nada y cuando creí que estaba a punto de irse, sus labios se presionaron contra los míos en un sucio y desesperado beso por parte de ambos. Ella ni siquiera me gustaba.
Ahogué un quejido al sentir sus labios deslizarse por mi mandíbula, dejando un largo y asqueroso camino de besos por toda mi piel aguardando allí por los próximos minutos. Sus brazos se envolvieron alrededor de mi cuello, tirando suavemente de los cabellos para así lograr alguna reacción mía, pero no fue así el caso.
—Uh, sí. –fingí disfrutar de sus besos y caricias por todo mi cuerpo, mientras nos dirigíamos a mi habitación.
—Deberíamos darnos prisa. –gimió contra mis labios, sus manos deslizándose por mi pecho hasta llegar al borde de mi camiseta, en donde cuidadosamente levantó la tela. – ¿Puedo sacarla?
—Uh, sí. –asentí de nuevo, cogiéndola de los hombros y alejarla un poco para deshacerme de mi camiseta y después de la suya. La miré por una fracción de segundo, tratando de sentir algo en mis pantalones pero no obtuve nada.
Definitivamente yo no estaba teniendo una erección en ese momento, incluso por mucho que tratará de animarme sabía que no sucedería. No con ella, ni con alguna otra mujer.
— ¿Tienes un condón? –pregunto Abigail, mordiendo su labio inferior. Antes de que pudiera responder, sus labios volvieron a presionarse contra los míos con dureza, moviéndose rápidamente.
Torpemente mis manos se dirigieron a la parte baja de su espalda, llevándola a la cama conmigo. Ella debajo, por lo que tenía una mejor vista de lo vulnerable que debería sentirse en este momento al tenerme sobre ella.
YOU ARE READING
Roommates » Muke AU
FanfictionEn dónde un torpe y virgen Luke se enamora de un chico que prefiere morir que estar en una relación oficial con él. © eliza | terrormuke 2015