Love is only for the brave ಇ [Larry] 3

Sweet little angel

Segunda parte de An angel's first valentine

Harry siendo un ángel que vive en la tierra y tiene todas sus primeras veces, experimentando lo que es amar y ser amado

♡

El primer día que amanece sin sus alas, lo toma por sorpresa. Es algo que había decidido noches atrás, pero intentar mostrar sus alas le hace un lío al corazón y todo el peso de su cuerpo se asienta en su estómago mientras está encerrado en el baño para no llamar la atención del hombre que duerme pacíficamente en su cama, pero está entrando en pánico por ver que sus alas se han ido para siempre, lo que quiere decir que se ha convertido en un mortal, un humano tal y cómo lo es Louis. No debería afectarle tanto después de que él decidiera este camino, después de que se mentalizara noches atrás, pero lo hace. Toda su vida ha sido un ángel, nunca ha pasado por enfermedades ni tuvo la incertidumbre de que iba a morirse en algún momento o que tenía que cuidar su vida para sobrevivir. Pasaba su vida aburrido en el cielo, que de pronto perder sus alas es difícil al principio. Quizás es por esa razón que le toma minutos recuperarse por completo y caer en cuenta de lo que implica ser un mortal.

Obliga a su cuerpo a moverse y arrastra sus piernas hacia el lavamanos. Abre el grifo y deja que el agua se deslice por sus dedos antes de capturarla contra la palma de sus manos para llevárselo al rostro y refrescarse y al mismo tiempo alejar el sueño persistente en sus entrañas. Había despertado hace ya unos minutos, cuando las ganas de ir al baño lo despertaron. Había logrado deshacerse del agarre de Louis y de lo cómodo que estaba y entró al baño, hizo sus necesidades y cuando quiso estirar sus alas, ahí cayó en cuenta de lo que había sucedido.

Apenas los rayos del sol estaban entrando por los ligeros lados de las persianas que no llegaron a tapar por completo la ventana. Aún tenía mucho sueño, pero al darse cuenta de lo que sucedió, todo el sueño se fue de su cuerpo. Y todo está en calma cuando asoma la cabeza con el miedo de que sus pensamientos hubiese sido escuchados o incluso los latidos de su corazón desenfrenado. Sin embargo, todo está en orden cuando mira a Louis en la misma posición donde lo dejó. Sonríe suavemente cuando se da cuenta.

Louis fue la razón principal de su elección, entre otras tantas cosas. Si hubiese una balanza entre ser un ángel o permanecer al lado del ojiazul, está seguro que todo el peso se lo llevaría este último. Louis le ha enseñado tanto en tan poco tiempo, le ha hecho que su estadía en la tierra sea agradable al punto de decidir quedarse para siempre sin pensar en que las cosas podrían salir mal. Está confiando en lo que dicta su corazón.

Se desliza debajo de las sábanas y entra entre los brazos de Louis. Inmediatamente, éste suspira abriendo lentamente los ojos y sonríe con el sueño siendo dueño de sus expresiones.

—Buenos días, pequeño ángel.

—Buenos días, Lou—responde inclinándose para apoyar su nariz en sus clavículas—. Siento despertarte.