Love is only for the brave ಇ [Larry] 3

New York is romantic

Harry y Louis persiguen el sueño neoyorquino. Ambos se mudan a Nueva York, Harry queriendo alcanzar su sueño de modelo y Louis estudiando leyes

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Nueva York resulta ser romántica.

Y Louis descubre dos cosas: que compartir departamento con Harry es una tortura. Ha pasado exactamente tres desde que se mudaron a Nueva York y Harry no ha parado de ir y venir constantemente a pesar de que ahora están un poco ocupados, Louis con la universidad y Harry con el modelaje, ambos son nuevos en todo esto. Los dos se mudaron para alcanzar sus sueños, y tratar de poner su vida en orden está siendo un desastre por ahora. Empezar de cero en una nueva ciudad es complicado, especialmente con Harry, esa sería la segunda cosa que Louis descubre; lo complicado que es apartar su vista del rizado en las mañanas, como se cuela a su habitación y gatea bajo las sábanas hasta salir del otro lado y presionar un beso en su mandíbula antes de hundirse en sus brazos y conciliar el sueño nuevamente.

La forma en que las piernas de Harry lucen interminables con esos jeans ajustados que le encanta usar antes de salir. Lo rojos y apetecibles que lucen sus labios y como sus rizos caen ligeramente con gracia sobre sus hombros o como sostiene su mandíbula y besa justo en ese sitio antes de tomar caminos separados y luego al regresar es lo mismo. Louis sabía que a Harry siempre le han gustado las muestras de afecto, especialmente si se trata de él, pero esto está resultando ser algo complicado de soportar.

Ha conocido a Harry por cuatro años enteros y cuando el rizado confesó su deseo de ir a nueva York para alcanzar su sueño de ser modelo y no ir a la universidad, Louis lo alentó y esa misma noche navegó por varias universidades de Nueva York quedando encantado por una en particular y no dudo en aplicar ahí. Harry también había aplicado a una agencia y durante semanas esperaron los resultados. Harry sugirió mudarse juntos, tener un departamento, un gato y salir de fiesta un par de veces. Había tantos sueños que el rizado soltó que solo se pudo callar cuando se quedó dormido sobre su pecho.

Nunca había visto a Harry con otros ojos, hasta ahora.

Gruñe al sentir como la cama se hunde. Ahora Harry es quien le avisa que su alarma está a poco tiempo de sonar sobre su mesita de noche, pero se deja envolver. El rizado empuja un beso sobre su mandíbula y lo único que puede hacer Louis es aceptarlo. Abre sus brazos y Harry se hunde en ellos para volver a dormir hasta que su alarma suena, indicando que está vez sí se tiene que levantar. Se estira, aún con el ojiverde en brazos y apaga la alarma.

—No tengo ganas de salir de la cama.

—¿Tienes trabajo hoy? —Louis le peina los rizos hacia atrás.

—En cuatro horas debo ir a un casting.

—Bueno, puedes seguir en la cama. Yo debo ir a la universidad—le recuerda antes de empujar su cuerpo fuera para ver cómo Harry se da la vuelta y hunde su rostro en las almohadas.