⚜25: Una Arriesgada Jugada⚜

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El silencio que hay a su alrededor, el cual es ocasionalmente interrumpido por el oleaje, ya no le resulta extraño desde hace dos días, pero continúa siendo molesto.

No fue sorpresa que Midoriya y Uraraka terminaran acostándose, era algo que iba a pasar tarde o temprano; lo mismo con Todoroki y Sero, con quien no calculó bien fue con Monoma y Shinso, ese par de calientes se acostaron a las horas de conocerse. ¿Es acaso envidia lo que siente? Sí, en definitiva, lo es.

Ve de reojo a Eijiro, quien se encuentra escuchando música por medio de los auriculares mientras observa sin parpadear la pantalla del celular. Ambos se encuentran sentados uno al lado del otro con la espalda apoyada en la pared hecha de madera, las ventanas sin cortinas permiten ver el cielo azul y despejado que les brinda el día de cálido clima. Como han estado haciendo por ya un largo tiempo, descansan de día y viajan en las noches, al principio eso le costó muchísimo al ángel, sin embargo, se ha adaptado bien.

Sonríe de lado al ver la rojiza mirada cristalizarse.

— ¿Llorarás de nuevo? —pregunta, posando la mano derecha contra la mejilla izquierda del ángel.

— Sí —Eijiro aspira por la nariz, para después usar el dorso de la mano derecha para retirar cualquier rastro de moco—. Es que ella es asombrosa.

— ¿Ella?

— Sí, Rihanna.

— Ah, ya —pone los ojos en blanco, decidiendo pasar el brazo por los hombros del ángel y atraerlo contra su costado, apoyando su cabeza en la del ángel—. ¿No vas a dormir?

— No tengo sueño.

— Deberías de dormir, aunque no tengas sueño tú cuerpo está cansado, dale un respiro correcto.

— ¿Y qué hay de ti? —el ángel voltea a verlo y él tiene que echar un poco la cabeza hacia atrás para poderlo enfocar bien. Ira ronronea por la cercanía— No has dormido por tres días seguidos.

— ¿En serio los cuentas?

— Sí.

— Gracias por la atención y la preocupación, pero yo estoy bien —observa al pelirrojo retirarse los audífonos, los coloca a un lado junto con el celular y suelta una risilla al verlo acostarse en el suelo, usando sus muslos como almohada—. Has notado que últimamente nos encontramos solos, ¿verdad?

— Sí.

— ¿Y qué piensas de eso?

— ¡Estoy feliz! —Eijiro alza los brazos y le toma las mejillas, presionándole un poco el rostro lo que hace a sus labios imitar a los de un pez— ¿No es maravilloso? Todos se han vuelto buenos amigos.

— ¿Hablas en serio?

— Sí —Claro que habla en serio, se trata de Eijiro—. Uraraka y Midoriya salen de paseo, Sero y Todoroki siempre se ofrecen a ir por los suministros y por ropas, y Monoma está ayudando a Shinso para que no se sienta solo.

— No me gusta hacer esto, pero ellos definitivamente no hacen eso.

— Claro que sí, ellos me lo dijeron. Si fuera una mentira, yo lo sabría.

— Cierto, pero ¿qué pasa si omiten detalles? Como tú haces.

— ¿Cómo? —el pelirrojo entrecierra los ojos y él le toma las manos, sonriendo genuinamente ante la inocencia del ángel. Sostiene ambas con la diestra, mientras que con la zurda juega con el cabello suave y rojo— No creo que ellos hagan eso.

— Ellos pueden decir que van a ir a hacer equis cosa y lo hacen, pero del punto "a" al "b" pueden hacer más cosas y no te estarían mintiendo. No lo hacen con mala intención, estoy seguro de eso.

El Pecado de un Ángel (BakuShima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora