La Navaja.

436 73 18
                                    

POV'S DRACO.

El día de irnos había llegado.

Blaise dijo que él se quedaría unos días más, por eso solo nos acompañó al aeropuerto, sin embargo, el ambiente estaba demasiado tenso.

Por lo poco que Mía me había platicado, Lilith se había excedido con el alcohol y eso era muy evidente, los lentes de sol y la ropa tan suelta seguro era por su malestar, aunque eso no era lo único raro.

Los Riddle actuaban tal cual como si fueran sabuesos, ya fuera con la mirada o con palabras bruscas, no dejaban que ningún hombre se acercara a ella.

Al final ya no les puse mucha atención y cuando llegamos a Inglaterra todo un grupo de hombres esperaba a Lilith, vaya que era paranoicos.

Nos despedimos entre todos y decidí quedarme en casa de Mía, ya que necesitaba supervisar mi plan.

-Por Dios ¿Qué le pasó a la casa de los Black? –Preguntó mi amiga horrorizada cuando pasamos por ahí.

-Los Black tuvieron un mal fin de semana –Explicó su chofer –Hubo un extraño incendio, por lo que se sabe, la familia se tuvo que mudar temporalmente.

-¿Sabes si hubo heridos?

-Afortunadamente no, pero se cree que hubo un robo y las autoridades ya están investigando.

-¿Sabes cuáles fueron las áreas más afectadas? –Pregunté intrigado.

-El ala izquierda, la habitación del joven Regulus y su biblioteca principalmente.

Suspiré tranquilo, todo había salido a la perfección y seguramente Kreacher ya había mandado las cosas necesarias.

Al llegar a casa de Mía me dediqué a descansar, sabía que se aproximaban días difíciles y si quería seguir asistiendo a Hogwarts debía tener ya un buen plan.

Pasaron un par de días y como era de esperarse, Voldemort me mandó a llamar.

-¿Qué fue lo que pasó? –Preguntó una vez que entré en su estudio.

-Un incendio provocado.

-Seguramente esos viejos de los Black lo usaron como fachada para huir igual que su inservible nieto.

-Lo dudo mucho, señor.

-¿Por qué?

-Porque los hombres que ahora tengo a mi cargo me han ayudado con una investigación y encontraron algo peculiar –De mi traje, saqué un pañuelo y él me indicó que me acercara.

Dejé el pañuelo en la mesa y luego descubrí lo que tenía en su interior.

-Una navaja –Susurró.

-Pero no es una cualquiera, está tiene algo grabado en los bordes.

Él la tomó y se acercó lo suficiente.

-Por orden de los Peaky Blinders –Masculló y me la arrojó alcanzando a cortar mi mano, pero no me quejé –Exactamente ¿Dónde la encontraron?

-Estaba limpia e impecable, literalmente en medio del caos.

-Lo sabía, ese maldito ya me está atacando.

-Señor, tiene una visita –Informó uno de sus sirvientes.

-Siéntate en el otro extremo y sigue con los libros de cartografía –Me indicó y asentí.

Caminé hasta el escritorio del otro lado y al poco tiempo entró una mujer.

-Aquí estoy –Dijo ella y yo sentí un escalofrío, era la madre de Regulus.

-Tatiana, un gusto verte de nuevo, siéntate.

La Quinta Shelby: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora