Aprehensión.

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POV'S LILITH.

Participar en algo tan importante como lo era la campaña me era un tanto irreal.

Mi pierna subía y bajaba debido a la ansiedad qué recorría mi ser, porque además sentía varias miradas sobre mí, pero se lo atribuí a la paranoia qué sentía.

—Karl Thorne Shelby —anunció el ministro a cargo de los registros, por lo que mi primo y su equipo, nos pusimos de pie.

—Por favor, entreguen identificaciones y firmen las actas de alta política.

El primero en acatar la indicación fue Karl, después cada miembro hizo lo mismo hasta que llegó mi turno.

—Lilith Shelby Grindelwadl, usted no puede registrarse en la plantilla.

—¿Qué? ¿Por qué? —pregunté confundida.

—No se puede registrar si tiene cargos en su contra —aclaró e hizo una señal.

—¿De qué está hablando? Ella no tiene cargos —se metió Karl.

Dos guardias se adentraron a la sala y me tomaron de los brazos.

—Lilith Shelby Grindelwald, queda detenida por falsificación de documentos y robo de identidad —declaró uno de ellos.

—Está equivocado —repliqué mientras forcejeaba —. Yo no cometí ningún crimen.

—Tiene derecho a guardar silencio, ya que todo lo que diga puede ser usado en su contra, tiene derecho a un abogado, de no poder pagar uno la corte le asignará uno —siguió el otro hombre y me esposó.

—Karl ¿Qué está pasando? —cuestioné asustada.

—Esto tiene que ser un error.

Resignada a que me llevaran, traté de soltarme pero me era imposible. Salimos de aquella sala y me arrastraron por un pasillo hasta que llegamos a la plaza principal del ministerio.

Los rostros de impresión en la gente me aturdieron, más de uno me reconoció y fue incómodo.

—¡PAPÁ! —grité en cuanto lo visibilicé y él no tardó en acercarse corriendo.

—Lilith, ¿Qué pasó?

—No lo sé, me acusan de algo que no hice.

—¿Qué creen que hacen? Sueltenla —exigió furioso.

—No tienes poder aquí Thomas —contestó uno dándole una mirada que no supe descifrar.

Volvieron a arrastrarme y sentí temor al ver que papá no reaccionó.

POV'S THOMAS.

Reconocer que los Aurores que se llevaron a mi hija eran también miembros de la Orden me dejó desconcertado.

Luego del atentado y de la muerte de Sirius, fui explícito y directo con el joven Potter al decirle que no me interesaba ningún tipo de alianza con ellos, sin embargo, jamás esperé que me atacaran.

Sabía que en ese momento no podía hacer nada, así que le encargué a mis hombres de confianza velar y proteger a Lilith, a Johny Dogs le pedí estar con Karl y yo salí de aquel lugar.

Le dije a mi chófer que bajara del auto, lo encendí y sin perder tiempo conduje hasta la casa en la que sabía que la Orden se reunía.

Toqué la puerta desesperado, reconociendo al instante la cabellera pelirroja de Molly.

—¿Qué haces aquí? —preguntó con un tono despectivo.

—Dile a Potter que venga enseguida.

—¿Crees que soy tan tonta como para dejar que lo veas? Vete de aquí.

—No estoy para juegos Weasley —la tomé del brazo y la quité, entrando a la casa por la fuerza —. ¡POTTER, SAL A DARME LA PUTA CARA! —grité mientras abría cada puerta que se me atravesaba.

—Thomas, vete de aquí —escuché detrás de mí y me giré —. Te lo advierto, no dudaré en usarla —dijo Arthur Weasley mientras me apuntaba con un arma.

—Nunca tuviste los cojones para jalar del gatillo —respondí sacando mi arma y disparándole sin pensar, haciendo que cayera directamente al suelo.

—Eres un monstruo —reprochó su esposa al correr hacia él y atender la herida en su pierna.

Se escucharon pasos y rápidamente Potter y los hijos del matrimonio aparecieron.

—Baja el arma —me indicó el chico de lentes —. Estoy en la academia de Aurores y puedo arrestarte.

—Te reto a que lo hagas.

—¿Qué quieres? ¿Por qué has venido?

—Vine a que me des la cara por la aprehensión de mi hija, ¿Tanto te cuesta aceptar que no quiero alianzas?

—¿De qué hablas? Yo no he hecho nada.

—¿Entonces como explicas que dos Aurores arrestaron a Lilith?

—¿Qué?

—¿Te vas a hacer el desentendido? Bien, entonces haré esto por las malas.

Sin dejar de apuntarle a los muchachos al frente mío, caminé hasta Arthur y de una patada lo deje inconsciente, teniendo así la oportunidad de tomar a Molly como rehén.

—¡SUÉLTALA! Ella no tiene nada que ver —dijo el más joven de la familia pelirroja.

—O me dicen lo que traman o juro que la mato —amenace dejándolos sin opciones —. ¡HABLEN! —quité el seguro y el temor en todos fue reflejado en sus ojos.

—Fue Hermione —confesó la única chica con ellos —. Ella lo planeó.

POV'S  LILITH.

Estar en la celda dónde me metieron me ponía ansiosa, la claustrofobia que había desarrollado durante mi secuestro por Tatiana me hacía imaginar lo peor.

La puerta se escuchó y me levanté de inmediato de la camilla en la que estaba sentada.

—¿Tú? —pregunté al reconocer aquel cabello castaño.

—Admito que creí que sería más difícil atraparte, pero me alegro de que no fuera así —respondió con tono burlón.

—¿Por qué me quieres aquí Hermione? No lo entiendo.

—No te hagas la inocente, que ser tonta  no va conmigo.

—Sigo sin entender.

—Como abogada solo puedo decirte que voy a hundirte, tú, tu familia y sus trampas van a caer, los Peaky Blinders no van a tener más control en la cámara de los Lores y mucho menos en los distritos que quieren representar.

La información que me había dicho fue como un balde de agua, se suponía que nuestra identidad como mafiosos y políticos no eran de fácil hallazgo, sin embargo, al darme cuenta de la situación, supe que no podía dejar que me viera intimidada.

—¿Y en serio crees que te tengo miedo? No eres más que una vil sangre sucia, si quieres llevar esto a un juicio yo tengo las de ganar.

—¿Estás segura de eso?

—Soy una Shelby Grindelwald y si no me dejas ir por la buenas, juro que quemaré todo el lugar de ser necesario.

—No me asustan tus amenazas. Este país necesitar dejar de tener corrupción y voy a iniciar contigo, así que te veré en los tribunales.

Terminó y me di tiempo de tratar de descifrar ¿de qué me estaban acusando? No pensé en nada en concreto pero era consiente de que tenía que cuidarme, además de que en serio rezaba porque mi padre interviniera de manera rápida.

La Quinta Shelby: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora