Avalancha.

291 48 1
                                    

POV 'S LILITH.

Tener depresión era una cosa realmente jodida, nada me llenaba, nada me satisfacía y nada me hacía sentir, pero era aún peor cuando no podía darme el lujo de demostrarla.

No cuando sentía que ya no podía confiar en nadie porque mi mente jugaba con mi razonamiento.

-Lilith.

-¿Sí? –Giré mi cabeza para ver a Emily.

-¿En qué tanto piensas? Tienes la mirada pérdida.

-Estoy cansada, anoche me desvelé terminando el itinerario para cuando volvamos, perdón si no te puse atención ¿Me repites lo que dijiste?

-Claro, ¿Tendrás algún libro de modales que puedas prestarme? Ya se lo pedí a Lavender, pero me dijo que ella jamás lo necesitó al igual que Moony.

-Si te soy honesta no recuerdo haber tenido un libro así ¿Por qué?

-Ahora que nos graduamos me gustaría ser una mujer más culta, educada y refinada.

-Si quieres lograr eso deberías volver a nacer –Se escuchó la voz de Anastasia mientras se acercaba –No puedes cambiar lo que eres y para tu mala suerte siempre serás una pueblerina.

-Basta –Me levanté del sillón y me acerqué a ella -¿Quién te crees para hablarle así a mi amiga?

-Aún eres joven pequeña Lilith, pero estás a tiempo de elegir mejores amistades.

-¿Cómo las tuyas? Oh si, acabo de recordar que no tienes.

La pelirroja no dijo nada más y se dio la media vuelta.

-Las maletas ya están en los autos –Nos informó Larissa y asentimos.

-Emily no dejes que esa zanahoria te diga de cosas –Me acerqué a mi amiga y tomé su mano -¿Ya te ha molestado antes? -Ella dudo un poco, pero al final negó –Si llega hacerlo avísame, ella no es nadie aquí.

-Tranquila, solo me tomó desprevenida.

-Bien, pero volviendo a lo otro ¿Cuál es el verdadero motivo de querer aprender modales?

-Daphne fue muy amable al invitarme a su boda y no me gustaría hacer quedar mal a nadie.

-Yo puedo ayudarla –Se ofreció Larissa –Estudié en una escuela de señoritas y seguramente usted aprenderá rápido.

-Ya está decidido, al regresar Larissa te dará lecciones.

-Muchas gracias –Sonrió Emily y abrazó a mi dama de compañía.

-Chicas, es hora –Entró Mattheo y asentimos.

Para un último viaje como "solteros" Charles y Daphne organizaron un fin de semana en las montañas en una cabaña para poder esquiar y patinar.

Durante el viaje no tenía fuerzas ni ganas de nada así que tomé somníferos y cuando volví abrir los ojos ya estaba en una cama.

-Tienes el sueño pesado Shelby.

-¿Malfoy?

-Me ofrecí a traerte ya que tus hermanos estaban ocupados con las maletas.

-Está bien –Me volví a recostar y él se acercó.

-¿Cómo sigues? La última vez que hablamos...

-Estoy bien, ya puedes irte –Me giré y le di la espalda.

Luego del ataque que me dio frente a él yo no sabía si sentía vergüenza o enojo cuando lo tenía cerca.

-Bien.

La Quinta Shelby: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora