Planes De Venganza.

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POV'S DRACO.

Nos acomodamos de acuerdo al orden y de la nada caí en cuenta de que caminaría con ella hacia un altar, uno de bodas.

Las puertas se abrieron y las primeras parejas caminaron, nos dieron la señal y ella se aferró a mi brazo, las luces doradas que adornaban el bosque nos recibieron.

Ambos caminamos a un paso lento de acuerdo al momento y aunque la mirada la tenía que mantener al frente, mis ojos me traicionaron y la miré, ella realmente brillaba y mi corazón se aceleró.

Llegamos al altar y ella se fue al lado contrario que yo, ocasionando que mi brazo sintiera su ausencia así como todo mi cuerpo.

La ceremonia fue realmente linda, pero mi atención solo la tenía la chica que sostenía el ramo de la novia.

<<Ojala fuera el suyo>>

Horas más tarde, luego del banquete Lilith no despegó de su abuelo y se le veía feliz.

-Señor –Se acercó Bates –El cuervo ha llamado.

-¿Ahora?

-Me temo que si.

-¿Dónde?

-Su habitación.

-Bien, vigila que nadie me siga y distrae a mi madre.

-Eso haré señor.

Entré de nuevo a la gran cabaña donde nos hospedábamos y tomé el teléfono de mi habitación.

-¿Los cuervos no deberían estar en el trigal? –Pregunté en clave.

-El espantapájaros no está.

-Claro, está muy ocupado con su nieta.

-Dime por favor que sigue sonriendo.

-Si no lo hiciera, no estaría aquí.

-¿Cuánto tiempo queda?

-No lo sé, pero hay demasiados ataques, es cuestión de tiempo para que empiece una guerra.

-¿Ya tienes un plan?

-Algo así, ¿Cómo vas tú?

-El próximo mes me encargaré de ir a buscarlo.

-¿Has hablado con ella?

-Un par de cartas ha recibido de mi parte, ¿Has cumplido tu parte?

-Es difícil hacerlo, pero sí.

-Bien.

-¿Cuándo le dirás?

-No lo sé, pero es arriesgado y supongo que al menos quiero despedirme bien, ella no me perdonaría si solo le dejo una carta.

-Si necesitas ayuda solo dímelo.

-Gracias.

-Nos vemos.

Colgué él teléfono y suspiré fuerte, si Regulus encontraba el guardapelos tendríamos una ventaja muy grande, así solo tendría que preocuparme por negociar con los judíos, los italianos y los Blinders.

Regresé a la boda justo a tiempo pues la prensa quería la foto oficial.

-¿Me extrañaste? –Susurré en el oído de la castaña y su cuerpo se erizó provocando una sonrisa en mí.

-Ya quisieras –Respondió tratando de hacerse la fuerte.

-Tal vez.

Antes de que las cámaras nos cegaran con los flashes, abracé a Lilith y la pegué a mi cuerpo.

La Quinta Shelby: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora