El Pasado De Tom.

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POV'S LILITH.

Todo el cuerpo me dolía, los ojos me pesaban y el ruido del exterior me lastimaba lo oídos haciendo que me doliera la cabeza.

Como pude, abrí los ojos y traté de sentarme en lo que reconocí como mi cama.

-Veo que por fin despertaste –Dijo Azael mientras entraba con lo que parecía un batido -¿Cómo te sientes?

-Azael...

-¿Sí?

-Voy a vomitar.

-¿Te refieres a ahora?

-Sí –Pronuncié y traté de levantarme.

Mi hermano corrió a mi baño por el bote de basura y regresó justo a tiempo, luego tomó mi cabello para que no se ensuciara mientras acariciaba mi espalda.

-Tranquila, vas a estar.

-Me siento horrible.

-Se llama resaca.

-No, me siento peor que con resaca.

-Toma –Me dio el batido.

-¿Qué es esto?

-Mattheo suele llamarlo "levanta muertos", tómalo todo de un trago y si no quieres sentir el sabor te recomiendo aguantar la respiración.

-Aquí voy –Susurré e hice lo que me indicó.

-Y no lo vayas a vomitar.

Tomó todo de mí no sacarlo y al final sentí un sabor demasiado amargo en mi boca.

-Azael –Volví a susurrar.

-¿Sí?

-Dile a Larissa que necesito un nuevo juego de sábanas.

-¿Por qué?

Me levanté y corrí a mi armario.

-Asegúrate de colocar el moño rojo en mi puerta al salir –Pedí mientras cerraba la puerta de mi closet.

Busqué un juego de ropa interior limpia y me lo cambié una vez que entré al baño.

Media hora más tarde, los cólicos se apoderaron de mí, pero al menos ya estaba limpia y con sábanas nuevas.

-Dios, ¿Por qué hay tanto ruido allá afuera? –Reproché ante el martilleo constante.

-Por la fiesta de la empresa –Respondió Larissa cuando dejo un poco de comida en mi escritorio.

-Llévatela, no tengo hambre.

-Necesitas tener algo en tu estómago.

-Que no quiero.

-Lilith...

-Y sabes una cosa, tampoco quiero ruido, quiero dormir.

Salí de mi habitación aún en pijama y me dirigí al jardín, ordené inmediatamente que dejaran de hacer todo lo que estaban haciendo y aunque al principio no quisieron obedecer, amenacé con traer a mi padre.

-¿Qué crees que haces? –Preguntó Tom cuando se encontró conmigo –Con tus tontas órdenes has retrasado la instalación quince minutos.

-Hacen mucho ruido y no pienso aguantar eso todo el día.

-Veo que ya te sientes mejor, pues ya estás reclamando cosas sin sentido.

-Quiero dormir y un espacio silencioso es lo que voy a tener.

-Lo siento princesa, hoy no.

-Sí.

-No.

-Tom –Chillé.

La Quinta Shelby: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora