Cita De Juego.

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POV'S REGULUS.

FLASH BACK.

Durante mis primeros seis años, nunca supe lo que era un abrazo, una palabra de cariño o siquiera una caricia de ternura.

Desde mi nacimiento tuve que cargar no solo con el peso de mi apellido, sino también con el peso de los errores de mis padres.

Hasta que llegó ella.

Una tarde, mientras mi profesor me regañaba por no poder leer rápido, decidí salir corriendo de aquella sala.

No miraba por donde corría y por ello terminé chocando con una figura femenina.

-¿Estás bien? –Preguntó poniéndose a mi altura -¿No te lastimaste? –Negué.

-Regulus, deberías estar en tus lecciones –Me regañó mi abuela.

-Iba al baño –Mentí.

Me retiré del lugar y tuve que regresar.

Un par de horas más tarde, regresé a mi habitación y Kreacher estaba haciendo una maleta.

-¿Qué haces Kreacher? ¿Por qué empacas mis cosas? –Pregunté curioso.

-Porque estará lejos de casa unos días.

-¿De verdad? –Asintió -¿A dónde iremos?

-Está vez solo será usted, la señora Shelby lo invitó a una cita de juego.

-¿Y quién es esa señora?

-La conocerás en un rato, ¿Por qué no traes los juguetes que quieres llevar?

-¿Qué es una cita de juego?

-Es un evento donde podrá jugar con otros niños.

-¿De verdad?

-Sí.

-¿Y qué tipo de juegos habrá? Porque no me gustaría jugar al armario –Comenté recordando aquel tonto juego que era uno de los favoritos de mis primos –No me gusta que me encierren.

-Le prometo que la señora Shelby no permitirá esos juegos.

-¿Puedo llevar mi avión y mi barco?

-Por supuesto, serán una gran opción.

Entusiasmado, tomé mis juguetes y se los di, luego le ayudé a cerrar mi maleta y bajamos juntos.

-Regulus, te irás con los Shelby unos días, más te vale comportarte bien, no queremos que haya incidentes –Me dijo mi abuela y asentí.

-Hola de nuevo –Me saludó la mujer bonita una vez que salimos -¿Listo para irnos? –Asentí.

Su chofer me ayudó a subir al auto y a través de la ventana vi como mis abuelos despedían a aquella mujer.

-¿A dónde iremos? –Le pregunté cuando se sentó a mi lado.

-A Birmingham.

-Jamás he estado ahí.

-Te va a gustar.

-¿Y con quién voy a jugar?

-Con mis hijos.

-¿Qué juegos les gustan?

-En realidad muchos, pero las escondidas es de sus favoritos.

Asentí y me repetí a mí mismo que les propondría jugar a eso.

El camino comenzó a tornarse pesado y el aburrimiento hacía que cabeceara por el sueño.

-Ven aquí –Dijo ella dulcemente y me recostó de forma que mi cabeza quedara en su regazo.

La Quinta Shelby: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora