Ashdown.

357 56 8
                                    

POV'S LILITH.

Habían pasado un par de días luego de mi rescate y no la había estado para nada bien.

Papá se vio en la necesidad de contactar a una terapeuta que comenzó a ayudarme a sobre llevar el evento traumático que había vivido.

Mientras estuve encerrada creí que yo misma lograría mantenerme cuerda, sin embargo, me equivoqué.

Privar a una persona tres semanas causa muchos estragos.

Psicológicamente había desarrolla dismorfia corporal, ya que la imagen que veía en el espejo no concordaba con la que yo recordaba y eso a su vez me causaba crisis existenciales.

Así mismo mi percepción del tiempo había cambiado y a veces sentía que pasaba o demasiado rápido o demasiado lento.

Las pesadillas de mi última noche ahí solían despertarme en la madrugada y en ocasiones me causaban ataques de pánico, por lo que constantemente tomaba algunos sedantes.

Fisiológicamente hablando mi cuerpo se había acostumbrado a sobrevivir con poca comida que las porciones normales se me hacían excesivas y en ocasiones me sentía tan llena que comencé a vomitar.

Mis ojos se habían acostumbrado a la luz casi inexistente de aquel cuarto, que la luz solar me lastimaba mucho y me recetaron el uso de gafas solares los días soleados, cosa que al menos en Inglaterra no pasaba mucho.

En general mi cuerpo se iba recuperando rápido de los hematomas, pero al no recordar mi cuerpo, no sabía si estaba gorda o flaca y seguido me media y pesaba.

Todo me estaba consumiendo y sobre pasando, tanto así que no quería salir de nuevo de mi habitación y por lo regular dormía mucho, cosa que mi familia entendía y hasta cierto punto la mayoría había regresado a su vida normal.

Una mañana desperté y mi cuarto estaba relativamente iluminado por la luz del amanecer, miraba el techo y no lograba sentir nada, parecía estar en modo automático.

Me levanté y me puse mis pantuflas, me cobijé con una manta y miré a través de la ventana los árboles de otoño, todos ya en tonos naranjas y amarillos.

De los establos vi salir a Mattheo, mientras que Tom y Azael pasaban corriendo en entrenamiento.

Cerré la cortina y le di un vistazo a mi habitación, por órdenes de la terapeuta habían retirado todos los objetos con los que pudiese hacerme daño y como resultado se veía vacía.

Además, habían retirado todos los espejos.

-Buenos días –Entró Larissa y yo le dediqué una sonrisa débil –Es mejor que nos demos prisa para vestirte, hoy es un día importante.

-Dile a papá que no me apetece salir, que estaré bien aquí.

-Lilith –Se acercó y tomó mis manos –Hoy es 27 de noviembre.

Ante la mención de la fecha mi corazón pareció volver a la vida y podía sentirlo latir con sentido.

-Está bien –Respondí y la seguí a mi armario.

Al final opté por atuendo relativamente sencillo, agregando unas medias calientes, botas altas y una diadema que combinaba con mi abrigo.

Al final opté por atuendo relativamente sencillo, agregando unas medias calientes, botas altas y una diadema que combinaba con mi abrigo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La Quinta Shelby: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora