Estamos A Mano.

281 40 2
                                    

POV'S AZAEL.

Todos siempre dicen que el amor es la emoción más hermosa de todas, que lo mejor que puede pasarte es sentirlo, pero yo más bien pienso que es una de las emociones más peligrosas.

Bien dicen que de amor no se vive.

Pero es verdad que por amor mueres.

Aunque traté de mostrarme fuerte, la confesión de mi padre me afectó y lo hizo no solo por tratarse de mi madre, sino porque fui más consciente de que mi amor por alguien podía resultar en una tragedia.

Faltaban menos de 24 horas para que Charles se casara y era extraño saber que estaría en un lugar donde el sentimiento que más me aterraba sería celebrado.

-Buenas tardes, Azael –Escuché la voz de Lovegood y mi pecho dolió ya que en microsegundos pensé en el millón de contras que era tener sentimientos por ella.

-Lovegood –Respondí frío.

-Volvimos de las montañas y con ello tu actitud distante ¿No es así?

-Lo lamento, estoy ocupado.

-Está bien.

Me di la vuelta y una vez más me reprochaba la imprudencia de seguir amándola.

Necesitaba mi mente ocupada, así que me ofrecí a ayudar en lo más que se pudiera y durante todo el día me la pasé cargando cosas.

Al final de mi jornada estaba muerto y sin darme cuenta me había quedado tirado en una de las salas.

-Lo siento, me equivoqué –Dijo Luna al entrar por error –Tu casa es muy grande.

-Te entiendo, cuando era niño también me perdía mucho.

-¿Qué haces?

-Trato de descansar.

-Ya veo, te dejaré en paz entonces.

No respondí y solo oí la puerta cerrarse.

Estando tirado me puse a detallar el techo y mis pensamientos no tardaron en llegar.

-No estoy enamorado, yo me obsesioné –Susurré para mí mismo.

-¿Hablas de la rubia? –Me sobresalté cuando Polly entró -¿A caso todos olvidan que su padre me dio esta sala a mí?

-Perdón.

-Olvídalo, prepararé un poco de té, ¿Quieres?

-Por favor.

Pasó a un lado de mí y cerré los ojos mientras esperaba.

-Si te gusta, ¿Por qué no haces nada al respecto? –Preguntó mientras dejaba la taza a un lado de mi cabeza.

-Porque ella tiene a alguien más y no pienso hacerla cometer una infidelidad.

-Aún conservas un poco de nobleza.

-Supongo.

-Y también dignidad, pero ¿Sabes que existe la amistad?

-Es doloroso ser su amigo cuando en el fondo quiero ser más que eso –Respondí sentándome y tomando la taza.

-¿Y qué piensas hacer?

-No tengo ni idea, a veces la quiero cerca y otras tantas no soporto verla.

-Termina el té de un trago.

-¿Qué?

-Obedece –Asentí e hice caso –Bien, dame la taza –Se la pasé y ella comenzó a moverla –Bueno parece que por el momento tu camino será solitario.

La Quinta Shelby: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora