Un Beso Mortal.

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POV'S EMILY.

Durante mucho tiempo pensé que los Shelby eran una familia extraña, pero hasta cierto punto lo veía normal, creí que ellos tenían miles de libertades por tener mucho dinero, sin embargo, no negaba que lo misteriosos que llegaban a ser me daba miedo.

Escuchar las palabras de Charles me dejaron completamente desubicada, especialmente porque nadie lo negó y todos parecían muy tranquilos, además de que Daphne parecía tener una mirada de resignación.

-Emily, es hora de que hablemos -Dijo Polly y yo sentí mi cuerpo tensarse.

Miré a mi alrededor y fue como si de repente supiera que en realidad no tenían más opción que aceptar, así que asentí y caminé con ella a casa.

Aunque vivíamos demasiado cerca de dónde sería el nuevo hogar de Daphne y Charles, yo sentía que caminamos demasiado, además de que los hombres que nos seguían no me tranquilizaban en lo absoluto.

Polly abrió la casa y entró, yo me quedé estática unos segundos antes de adentrarme ya que por primera vez tenía miedo de estar con los Shelby a solas.

Pronto, Tom, Lilith, Polly y yo nos sentamos en la sala y había un silencio sepulcral.

-Charles no mentía -Habló Lilith con semblante serio.

-Nuestra familia es una mafia -Siguió Tom.

-¿Acaso me van a matar y dejarán mi cuerpo en una zanja?

-Emily -Replicaron los dos ante mis pensamientos paranoicos.

-Lo siento, pero ¿Cómo se supone que debo reaccionar? Esperen ¿Yo estoy dentro de su estructura? ¿Soy una criminal?

-¿Quieres guardar la compostura? -Suspiró Tom un tanto frustrado -No eres una criminal, el trabajo que haces para mí es bajo un régimen legal.

-Ahora que sabes la verdad solo esperamos lealtad de tu parte -Siguió Polly -No te haremos daño, si es que decides que quieres irte.

En aquel momento, como si de una película se tratase comencé a recordar todas las cosas que había vivido con Lilith, entendí sus comportamientos y sus problemas, luego até cabos con Tom y al final me di cuenta de que, aunque quisiera irme o escapar, ya estaba más que hundida en esa mierda con ellos.

A Lilith la consideraba mi mejor amiga, aunque a simple vista pareciéramos de mundos diferentes, lo cierto era que solo ella me comprendía.

Con Tom era inútil negar mis sentimientos, lo que comenzó con una simple atracción al conocernos, luego de ser yo misma quien salvara su vida, me enamoré completamente de él.

Y ni hablar de Polly, con quién sentía una conexión maternal tan fuerte, que incluso me sentía culpable de no haberlo sentido con mi propia madre.

Podía seguir con la lista de miembros de la familia que me hicieron sentir una de ellos, desde Esme, hasta Billy con quién a pesar de que hablábamos poco había un cariño de por medio.

-No -Sentencié -Me quedaré.

-Emily, tienes la oportunidad de dejar esto, piensa bien las cosas -Insistió Lilith.

-He pasado varios meses a su lado, creo que ya es muy tarde para pensar eso, llegué con los Shelby y supongo que me iré con ellos.

POV'S TOM.

Emily había acabado de sentenciar su vida.

Algo dentro de mí estaba feliz por escuchar que ella nos había elegido, por lo que me levanté y caminé hasta ella.

-Entonces hay que irnos, tenemos mucho trabajo -Le ofrecí mi mano y ella la tomó.

Sin decir nada más, salimos de la casa y ella me ayudó a subir al auto.

-Tom.

-¿Sí?

-¿Qué es lo que está pasando realmente?

-No sirve de nada seguirlo negando, estamos en una guerra y hay muchas vidas de por medio, incluyendo la mía.

-¿Y la mía?

-Mientras te vean como una empleada, estarás a salvo.

-Me vas a proteger ¿Cierto? -Preguntó con temor.

Volteé a verla y mi mirada recayó en el collar que llevaba puesto, era el que le había dado cuando trataba de convencerla que trabajara para mí, aquel que le compré en las montañas.

Luego de todo lo que habíamos pasado y de todo lo que ella había hecho por mí, creí comenzar a verla de una manera diferente, ya no solo como mi asistente.

Me incliné poco a poco y aunque al principio retrocedió, el espacio limitado del auto hizo que no pudiera escapar y dejé un beso sobre sus labios.

No fue largo, pero tampoco corto, duró el tiempo perfecto para decirle sin palabras que, en efecto, yo la protegería.

Al separarme sentí mi cuerpo erizarse, ella me veía con total devoción que, sin querer, hizo que quisiera tenerla así siempre, que solo me viera a mí así, que me eligiera siempre por sobre todo.

La Quinta Shelby: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora