El Pitayo

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Dedicado a: Mari_pg

POV'S THOMAS.

"Rancho: El Pitayo" se leía frente a mí.

Avancé con el coche y el guardia se acercó.

-¿Qué se le ofrece?

-He venido a ver a Mariana Gonzales.

-¿De parte de quién?

-Thomas Shelby.

-Permítame –Se adentró a su caseta y seguido de eso un joven salió montando un caballo y luego de algunos minutos regresó ­–Pase, la señora Mariana lo esperará en la entrada.

Asentí y puse en marcha el auto, conduje muy poco ya que la entrada de la imponente hacienda se hizo presente.

Me estacioné y bajé del auto, un tanto informal para mi gusto ya que el calor en ese sitio me hizo quitarme mi abrigo y mi gabardina.

-Un gusto volver a verte Thomas –Me saludó Mariana.

-Lo mismo digo.

-Ha pasado tiempo, la última vez que nos vimos fue en el bautizo de Lilith.

-Así es.

-Lamento mucho lo de May y Vadoma, lo de tu madre fue muy repentino para todos.

-El cáncer siempre da señales –Respondí mientras encendía un cigarrillo –Pero cuando eres un criado nadie lo nota.

-Thomas, Vadoma era obstinada y...

-Sé cómo era mi madre, digo, al final de cuentas prácticamente secuestro a mi hija y la trajo acá.

-¿Quieres pasar? –Preguntó cuando vio que se sintió incomoda y asentí. Entramos a aquella casa y realmente era extraño, era muy diferente a Shelby Manor –Por favor –Me señaló unos sillones y nos sentamos –Imagino que has venido por la propuesta que te hice ¿Cierto?

-Así es, me intereso tu propuesta de los viñedos.

-Realmente esa rama es de mi hermano German pero se enfermó hace poco.

-¿A sí?

-Sí, aún no saben que tiene pero esperemos que se recupere rápido, por lo pronto eso tendrías que hablarlo con su hijo mayor Juventino.

-¿Juventino?

-Sí, no te voy a mentir y la verdad mi sobrino aún es muy joven e inmaduro para el cargo que ha tomado a causa de la enfermedad de su padre, pero Manolo se fue de intercambio y su padrino no quiso regresarlo pronto.

-Ya veo.

-AZUCENA, VEN A MI OFICINA –Se escuchó que gritaron.

-Juventino –Lo llamó si tía.

Aquel joven volteo y al verme una cara de confusión y extrañeza se hizo presente.

-Hola tía –Se acercó y la saludo.

-Juventino te presento a Thomas Shelby.

-¿Shelby? –Mariana asintió y el joven se giró a verme -¿De casualidad conoce a Lilith?

-Es mi hija –Respondí tranquilo a pesar de que escuchar el nombre de mi pequeña salir de su boca me hizo arder la sangre.

-Su...hija... -Lo vi tragar duro.

-Juventino, el señor Shelby ha venido porque le interesan los viñedos.

-¿Mis viñedos? No, no están a la venta.

La Quinta Shelby: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora