La Quinta Shelby: Secretos y Mentiras

Ministerio.

POV'S DRACO.

En la puerta se escucharon los toques y de inmediato supe de quién se trataba.

-Adelante -Dije sin levantar la vista de los documentos que estaba escribiendo.

-Buenos días, Draco.

-Buenos días, Astoria.

-¿Dónde está Aron?

-Seguro su enfermera no tarda en traerlo.

-De acuerdo.

-¿Cómo es que sigues con él a pesar de todo?

-Por amor uno comete locuras.

-Si tú lo dices.

-¿Alguna vez te has enamorado?

-Eso no es de tu incumbencia Greengrass -Respondí y recogí mis cosas -Volveré más tarde, recuerda no dejarlo solo -Le entregué un arma y ella la tomó para después guardarla rápidamente en su bolso. 

-Lo sé.

Salí de la habitación y comencé a caminar por los pasillos del hospital.

En cuanto estuve en la calle, mi auto me recogió y le ordené a Kreacher conducir hacia el ministerio.

-¿Hay alguna novedad con Regulus?

-La boda se ha suspendido por ahora.

-¿Qué pasa?

-Explotó la revolución en Rusia y el pueblo está cazando a los poderosos.

-¿Qué harán entonces?

-Esconderse, ya que ni siquiera los Zares se han salvado de la furia de la nación.

-¿Sabes cuanto tiempo?

-Por lo que leído, considero que tal vez un año o dos.

-¿Crees que seguiremos vivos para ese entonces?

-Los mortifagos invadieron y tomaron con éxito el territorio judío, al parecer Alfie está desaparecido.

-Tenemos todo el sur, ¿Sabes algo del territorio Blinder?

-Leeds, York y Liverpool aún se muestran fieles a Thomas Shelby.

-Era de suponerse, ¿Qué hay de Lilith?

-La joven Grindelwald se ha visto envuelta en la política, tal parece que su primo Karl se postulará bajo el partido de Thomas.

-¿Van a meterla en un gabinete?

-Por ahora solo sé que apoyará en campaña.

-Es arriesgado.

-Lo sé, y si me lo pregunta, se me hace extraño.

El tiempo estaba pasando más rápido de lo que tenía planeado, para bien o para mal yo estaba cumpliendo satisfactoriamente con mi trabajo, tanto así que había decidido dejar la universidad, por lo que Voldemort estaba ganando cada vez más poder.

En cuanto entré al ministerio la atención se centró en mí puesto que luego de que mi padre fuera señalado como un criminal tuvo que esconderse, por lo que me tocó hacerme cargó también de sus negocios.

Varios se sus socios buscaron acercarse a mí, sin embargo, no tenía tiempo para charlar con ellos como se debía, así que me fui directamente al departamento de relaciones internacionales.

Horas más tarde, volví a estar a la vista de los demás y fue entonces que los ojos cafés de Granger llamaron mi atención cuando cruzamos miradas.

-Escuché que buscas un puesto aquí -Dije al verla caminar en mi dirección -A menos de que sea como trabajadora de limpieza dudo que en encuentres alguno -Me burlé una vez que estuve cerca de ella.

-Sé que será complicado tener un buen cargo, me he dado cuenta de la corrupción que hay -Respondió con alzando su barbilla, sin embargo, me percaté de que desvió su mirada -Pero no pienso quedarme de brazos cruzados.

Giré levemente mi rostro y sentí mi corazón detenerse.

Luego de tanto tiempo y de muchas angustias, logré ver nuevamente a Lilith.

Ella llevaba un traje y fruncí el ceño ya que la recordaba con sus vestidos, su mirada había cambiado y saber el motivo me carcomía por dentro, sin embargo, no podía negar el hecho de que se veía demasiado poderosa caminando a lado de los hombres de su padre y su primo.

-¿Acaso buscas enfrentar a los Shelby en las elecciones? -Le pregunté a la sangre sucias frente a mí.

-Tengo planes diferentes -Respondió y se alejó.

Aunque quería ir detrás de Lilith y tan siquiera saludar, sabía que para ese punto mi identidad ante los Peaky Blinders era más que obvia y realmente no me apetecía morir ese día, así que me encaminé a la salida.

POV'S LILITH.

Luego de todo lo que había pasado semanas antes, por fin sentía que volvía a ser fuerte.

La terapia me había servido, pero el aprender de política con mi tía Ada me ayudó aún más, expandí mis conocimientos y aumenté mi confianza.

En la empresa las cosas iban relativamente bien, aunque aún presentía que papá me ocultaba ciertas cosas, puesto que había notado sus ausencias repentinas.

Quizá él también se había percatado de mi nerviosismo, por lo que decidió darme una tarea más importante, una que me sorprendió por completo.

Ya que papá tenía en mente hacer que Karl entrara como lord a la cámara mayor, yo le ayudaría y sería parte de su campaña política, me impactó la noticia pero no tenía pensado rechazarla, no cuando eso podría darme créditos para la universidad, la cual estaba cada vez más cerca.

El día del registro de los candidatos había llegado, por lo que me encontraba en el ministerio caminando a lado de los demás, al tiempo que seguíamos a Karl.

Sentí una mirada sobre mí, sin embargo, cuando solía girarme discretamente no lograba encontrar nada.

-¿Por qué tan inquieta? -Preguntó papá.

-No lo sé, me siento observada.

-Considerando que eres una mujer joven que formará parte de una campaña política creo que es algo normal.

-No, no lo entiendes, es más que una mirada de morbosidad, mi instinto me dice algo más.

-Solo estas nerviosa, hija.

-Tal vez.

-Tranquila, todo saldrá bien.

-¿Tú estuviste nervioso la primera vez que postulaste?

-No realmente.

-¿No?

-Digamos que fue un error el que yo me haya postulado hace tantos años atrás a la cámara baja.

-¿Por?

-Porque tu tío Arthur estaba ebrio cuando escribió mi nombre en aquel pergamino.

-Estas jugando.

-No, lo digo en serio, se supone que aquel día solo veníamos por licencias para el hipódromo, pero las cosas salieron diferentes.

-Vaya, jamás me lo hubiera imaginado.

-Lo sé, en fin, hasta aquí llego yo -Dijo una vez que llegamos al área de registros -Recuerda lo que practicaste en casa ¿Sí?

-Sí.

-Karl, suerte, sé que les irá bien.

-Gracias padrino-Respondió el mencionado -¿Lista? -Me dedicó una sonrisa reconfortante y asentí -Bien, entremos.

Caminé con él nuevamente y antes de entrar por completo a aquella área, miré una vez más a papá y su semblante serio me dejó algo inquieta.