La Quinta Shelby: Secretos y Mentiras

Liverpool.

POV'S LILITH.

- ¿Todo bien? –Me preguntó Larissa mientras terminaba de cepillar mi cabello.

-Es estúpido que deba responder estás preguntas –Resoplé mientras dejaba la hoja sobre la mesa.

- ¿Qué ha dicho su padre sobre eso?

-Nada, al parecer se adelantó y ni como decirle, pero Tom opina que es buena idea.

-Señorita, su maleta ya está en el auto y sus hermanos ya están listos.

-Gracias Adolf, en seguida bajo –Informé y el hombre se dio la vuelta.

Larissa me colocó la diadema y roció un poco de fijador en mí, terminó y me levanté.

-Nos vemos Larissa.

-Suerte.

-Gracias.

Bajé las escaleras y ya todos estaban listos.

-Grace y Charles ya se fueron junto con la señora Burguees –Me informó Jeremiah.

-Lilith, tú irás con Lizzie, nos vemos allá –Siguió Tom y yo solo asentí antes de subir al auto.

Durante el desayuno, Lizzie llegó diciendo que como la relacionista pública de la familia y la empresa debía entregarme algunas cosas, al parecer mucha gente había manifestado su curiosidad en saber qué papel cumplía la quinta Shelby en la familia, por lo que ahora también tendría que cantar en la comida especial por el día de la familia de los Sagrados 28.

-Antes de ti habrá un par de presentaciones más, en cuanto bajes del escenario querrán acercarse a ti, pero ya tengo cubierto eso.

-Está bien.

- ¿Ya decidiste que canciones cantarás?

-Aún no.

-Dame la lista antes ¿Sí? Necesito pasarla al encargado de sonido.

-Está bien.

-Por cierto, tu vestido estará en una de las habitaciones del salón.

- ¿Qué tiene de malo mi vestimenta de ahora?

-No representa muy bien a los Shelby.

Y otra vez con eso.

El viaje a Liverpool fue relativamente largo, pero aun así no pude dormir, me sentía un poco inquieta.

POV'S THOMAS.

Llegué de madrugada a Birmingham, pero parecía como si fuera medio día ya que en mi desesperación mandé a registrar cada casa y había mucha gente fuera de sus hogares.

- ¿Encontraron algo? –Le pregunté a Finn.

-No, aún nada, los hombres que tenemos en las fronteras dicen que no han visto nada raro.

-Finn, de ser necesario van a revisar inclusive los canales, ese cabrón no pudo haber ido demasiado lejos ¿Sabes dónde están esos guardias?

-Scott los encerró en el sótano del Garrison.

-Bien, ¿Y qué hay de la policía?

-El comandante ya mandó un aviso a las estaciones cercanas.

-Que sigan revisando todo ¿Entendido?

-Si.

Lo dejé y me fui directo al pub, al llegar, Harry rápidamente me dio la llave del sótano y bajé.

En medio de aquel cuarto estaban dos muchachos atados del techo y cuando levantaron el rostro palidecieron como si estuvieran viendo al mismo diablo.

Con la cabeza le hice una señal a los Blinders que los cuidaban y de inmediato se movieron.

-Señor Shleby....

-CALLATÉ –Grité interrumpiendo al que habló - ¿Quién fue el de la idea de abandonar su maldito puesto? –Ninguno contestó –Les informó que el hijo de puta que dejaron escapar no es un peligro solo para los Peaky Blinders, sino también para mi familia.

La puerta volvió a abrirse y yo me hice hacia atrás para que aquellos chicos fueran rociados con agua de hierba venenosa.

No pasó mucho tiempo antes de que comenzarán a retorcerse.

-Eso no los matará, pero van a sufrir por un buen rato, también serán rebajados a soldados raso –Informé y me di la vuelta, pero antes de salir giré mi rostro –Si ese cabrón llega a estar siquiera a un metro de distancia de mi hija, yo los mataré con mis propias manos.

Salí por completo y escuché sus gritos, ya que mientras más los rociaban, la picazón y ardor se les iba a intensificar.

Pasé toda la madrugada tratando de encontrar a ese maldito, pero no logré hacerlo, el sol ya estaba saliendo cuando mi reloj me avisó que si no quería alarmar a mis hijos, debía alcanzarlos pronto en Liverpool.

-Isiah –Lo llamé al llegar al pub y rápidamente se levantó -Quiero que tu estés a cargo de la búsqueda, más te vale entregarme a ese bastardo pronto.

-Así será.

-También quiero que dejes a Polly fuera de esto.

-Es muy tarde para eso –Escuché detrás de mí.

-Polly...

-Afuera Isiah –Ordenó aquella mujer y el moreno salió rápidamente - ¿Por qué ese hombre busca a Lilith? –Su pregunta me sorprendió por completo.

- ¿Cómo sabes...?

-El idiota que buscas que está en mi patio, amarrado en una silla y sangrando ya que Aberama y Bonnie enloquecieron cuando llamó "perra" a Lilith.

-Ese hijo de puta –Mascullé.

-Habla Thomy –Pidió mientras se sentaba en uno de los taburetes.

Me senté a su lado y no tuve más remedio que contarle todo.

Para mi sorpresa lo tomó con más calma de la que creí, sin embargo, ella también me confesó que Lilith le había contado parte de la historia hace tiempo.

-Regrésalo a la bodega donde estaba –Le pedí al tiempo que me levantaba.

- ¿Cuánto tiempo lo tendrás ahí?

-El necesario.

- ¿Irás a Liverpool?

-Sí, tengo que alcanzar a los chicos allá.

-Haré que Bonnie se encargué de las guardias junto a Isiah y alertaré a los Lee para que patrullen por los alrededores si es que trata de escapar de nuevo.

-Gracias Polly.

Ella asintió y justo cuando creí que las cosas solo estaban empeorando, John se cruzó en mi camino con una sonrisa en su rostro.

-Las cosas salieron de maravilla, los gemelos son mi orgullo.

-Quiero los detalles luego, voy tarde para Liverpool, no olvides darles el aumento a tus muchachos.

-Por cierto, el cumpleaños de Linda se acerca y bueno... Arthur sigue encerrado.

-Habla de eso con Polly, estoy seguro de que ella podrá manejarlo de mejor forma.

-Bien.

Caminé hasta mi auto y conduje por un par de horas antes de ver el letrero de bienvenida de Liverpool.

No me tomó mucho llegar hasta el lugar del evento, el cual sería en Croxteth Hall.

Bajé de mi auto y rápidamente uno de los lacayos me indicó en que parte estaba mi familia y al llegar lo primero que escuché no me agrado mucho.

-Su padre no puede enterarse de esto –Reprochó Lizzie.

- ¿De qué no me puedo enterar? –Pregunté y todos se giraron a la puerta con un semblante tan pálido que de inmediato supe que algo no estaba bien.