Fracaso.

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POV'S THOMAS.

La imagen de Lilith cayendo y la sonrisa maliciosa de Tatiana se repetían en mi mente una y otra vez.

El plan había fracasado, de la nada personas que no sabía que estarían, se hicieron presentes y arruinaron todo.

Llegué a la casa de seguridad y Ada fue la primera en recibirme.

-¿Qué pasó Thomy? En la radio están hablando de un atentando.

-Las cosas no salieron como esperábamos.

-¿Y mis hijos? ¿Dónde están mis hijos?

-No tengo idea, pero tengo que hablar seriamente con Bradley.

-¿Por qué?

-Porque se supone que él nos daría información sobre los movimientos de la orden.

-Que yo recuerde Landon también tenía que infiltrarse.

-¿Ahora quieres culpar a mi hijo? –Se metió Esme.

Estaban por comenzar una discusión, pero varios autos comenzaron a llegar y salimos.

Mis hermanos, sobrinos e hijos bajaron dándome un suspiro de alivio, pero no duró mucho cuando también lo vi bajar a él.

Me acerqué y ni siquiera le di tiempo de verme cuando de un golpe certero lo derrumbé.

-Mi hija fue secuestrada por tu culpa cabrón –Lo tomé de las solapas de su chaqueta –TENÍAS SOLO UNA PUTA OLBIGACIÓN –Grité y el terror en sus ojos apareció.

-Thomas ¿De qué estás hablando? –Se acercó Polly.

-Por culpa de Regulus, Tatiana tiene a Lilith –Solté al muchacho y este cayó rendido a mis pies.

-¿De qué hablas? –Preguntó Mattheo.

-Y se supone que tu tenías que cuidarla en la escuela –Le recriminé.

El ambiente comenzó a tornarse un tanto denso por lo que Polly decidió tomar el control de la situación.

Se aseguró de hacer un conteo de todos, dando como resultado ocho Peaky Blinders perdidos, luego se convocó a una junta urgente y mientras explicaba por qué había ocurrido nuestro fracaso, Ada se aseguró de curar la herida que le ocasioné a Regulus.

-Y momentos antes de irnos, fui testigo de cómo se la llevaban –Terminé y me serví un poco más de Whiskey -¿Qué carajo hacían ahí? –Le pregunté al menor de los Black.

-Es una larga historia –Suspiró.

-Entonces comienza a hablar.

POV'S REGULUS.

La culpa del secuestro de Lilith me hacía sentirme peor, primero fue mi padre y ahora ella.

Con todo lo sucedido, el haber ido por el guardapelo ahora me parecía la cosa más absurda.

Una vez que conté mi versión de los hechos Thomas empezó a crear la base de un plan, uno en el que no estaba incluido.

-Regulus –Se acercó Landon antes de irse con sus padres –Remus me pidió que diera esto –Me entregó un sobre y se lo acepté –Lamento lo de tu padre.

Me guardé el sobre pues no tenía muchas ganas de ver algo que tuviera relación con él.

A través de la ventana vi como cada Blinder se iba de la casa con el único objetivo de cumplir la tarea que Thomas les había asignado.

Bajé de nuevo y solo crucé una mirada con Azael antes de verlo partir.

Caminé hasta el despacho de Thomas y ni siquiera me detuve a tocar, sino que entré directamente.

-Largo –Dijo apenas me vio.

-Thomas yo...

-No te quiero aquí, Black.

-Thomas, por favor.

-Había un plan –Se levantó de su escritorio y por impulso retrocedí –Yo te acompañaría a la maldita cueva para asegurarme de que salieras ileso, pero en lugar de eso decidiste huir y arrastrar a mi hija, ¿Qué acaso jamás piensas en algo más que en ti?

-Yo no quería que eso pasara.

-Regulus, estabas tan inmerso en "demostrar tu valor" que no mediste el riesgo al que te expusiste a ti y al que expusiste a Lilith.

-Tú no lo entiendes.

-Tienes razón, no lo entiendo, no entiendo cómo le diste la espalda a los que te protegíamos, en serio dale gracias a Dios de que Gellert aún no lo sabe, porque de lo contrario el mismo te torturaría.

-Deja que me entregue, tal vez solo así Tatiana razone y...

-No –Sentenció –Tu lo que harás será subir al maldito avión y viajar Rusia, por una maldita vez hazme caso.

-Pero puedo ayudar más aquí que allá.

-Regulus, reacciona de una vez, si quieres ayudar tienes que irte.

-Pero...

-Sin peros, si quieres seguir teniendo nuestro apoyo tienes que cerrar la boca y hacer lo que se te ordena, de lo contrario no eres más que un traidor porque ahora que lo recuerdo, tú jamás mencionaste que los Lestrange y los Malfoy eran mortifagos.

-¿De qué hablas?

-Hablo de que tuve un momento cara a cara con ellos, dime ¿Tu sabías que ellos eran mortifagos?

-No –Mentí –Se supone que jamás podemos quitarnos las máscaras.

-¿Estás seguro?

-Sí, yo jamás supe quiénes eran las personas con las que me reunía.

-Bien, ahora vete, estarás en confinamiento hasta tu partida.

-Está bien –Tomé la puerta para salir, pero Thomas se aclaró la garganta.

-Solo una cosa más, recuerda que ahora estás completamente de nuestro lado en esta guerra y que ya no tendré piedad ante una traición más, ¿Entendiste? –Asentí y salí.

Sé que no debí haber mentido sobre las identidades de los mortifagos pero al menos mis primos y mis amigos eran inocentes y ellos no tenían por qué pagar por los errores de sus padres.

La Quinta Shelby: Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora