La imprimación, los vampiros con sus compañeros y las torpezas de Bella son totalmente las aventuras por las que una joven estaría dispuesta en involucrarse sólo para entender la idiotez humana, solo para vivir como humana cuando no lo es.
O tal vez...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 2. Parte 10: "Ten los huevos, Edward"
Carlisle se dirigió a la habitación de Edward, Alice había visto la conversación por lo que ya se habían marchado a acompañar a Esme, con la excusa de tener un tema de que hablar. Mientras que la figura paterna abre la puerta de la habitación, se encuentra con su hijo acostado en la cama que había adicionado para la humana, el cobrizo resoplaba una y otra vez exasperado.
«¿Quieres hablar de lo que te molesta, Edward?»empieza a interactuar reservado por el pensamiento.
Al cobrizo no le quedaba de otra, había escuchado como lo acusaban por su actitud, tampoco quería dejar pasar la oportunidad de liberar la molestia, las charlas con Carlisle siempre eran bienvenidas.
—Cuando fui a dejarla a su casa, había movimiento en la casa, pero el coche de Charlie no se encontraba estacionado. —cede a contar desde el principio.
Carlisle se sienta mejor en el sofá frente a su hijo, mirándolo en silencio y estando atento a las expresiones corporales de la descripción de los hechos.
—¿Bella dijo algo al respecto?
—No, me comentó su sed y sin demora ingresó a su cocina. En el camino escuché dos corazones, y percibí el aroma de un chucho al igual que otro desconocido, alerta me acerqué a Bella. —cuenta Edward recordando el encuentro en la cocina.
—¿Familiares de Charlie?—preguntó por reflejo, aunque era curioso. «¿Cómo es posible que no los haya percibido antes?¿No pudo acaso percibir sus pensamientos?»reflexionó pensativo.
—Eso mismo me extrañó, Carlisle. —expuso Edward dejando de ocultar su rostro con su antebrazo izquierdo, para mirar al rubio— De ninguna mujer, eran dos, de ninguna me llegaba sus pensamientos.
—Podría ser que es de familia la incapacidad de penetrar la capa de privacidad de la mente…—empezó a decir Carlisle.
—No es posible, de la mente de Charlie me es posible percibir con cierta dificultad pero puedo captar sus pensamientos inconscientes, lo que son conscientes los que nunca he podido captar. —aclara Edward sentándose en la cama, inquieto.
—Eso es curioso.
—Lo más curioso e intrigante es que Bella la reconoció -a regañadientes-, que es una prima ilegítima familia de Charlie, no tiene ningún rasgo de su madre. Es pelirroja y tiene acento escocés. —explica Edward.
—¿Escocés? No tenía sabido que Charlie tenía parientes de Escocia. —comenta Carlisle, con intriga y sus cejas levantadas.
—Ni yo. Pero esa mujer es bastante misteriosa, se mueve como si fuera un alma libre e independiente, es humana por los latidos del corazón pero su presencia exige respeto pero por instinto percibí peligro. —cuenta el cobrizo.
—Dijiste que había una nativa Quileute con ella, ¿Quién era?
—Es nueva, pero escuché que se llama Leah. Espera…—piensa cayendo en cuenta en algo— Creo que podría ser la ex del alfa de la manada Quileute, Leah Clearwater.
