Capítulo 1.
Parte 8. "Huir, no siempre es de cobardes."La pelirroja se encontraba ya desde altas horas de la madrugada en la playa de la Push, claramente había hecho el desayuno para ambos familiares y despedido a Charlie para el día, pero había rehuido de Bella, lo necesitaba, se sentía muy arrinconada. Y solo lo sintió cuando despertó, lo recordó y no sabía ni como enfrentar a lo que había ocurrido en su visita al Clan Denali. Por ende, se había quedado abrazando sus piernas y disfrutando del aroma salado del oleaje del mar abierto, junto con la presencia tranquila del lugar, pensativa y perdida entre las pequeñas partículas de arena que observaba y dibujaba cualquier cosa en ellas.
Tras varias horas y sin casi darse cuenta, había podido calmarse con solo escuchar el ambiente del lugar, sin embargo, su corazón dio un pequeño salto al sentir tan de repente una persona sentarse a su lado, con delicadeza pero también tranquilidad, debido a que ni una palabra había dicho hasta el momento, por lo que Tristana no sabía quién era hasta que levantó la mirada y se encontró con la piel rojiza del Alfa.
—Charlie llamó a Billy, está preocupado por ti.
Sus ojos volvieron a cerrarse por pesar y vergüenza, aquel señor cada día se parecía más a su padre adoptivo, por algo era su sucesor no reconocido. Por lo que se sentía avergonzada, no quería preocupar a charlie pero tampoco quería lidiar con la pesada de Bella, sabía que había pedido mucho de parte de esta susodicha con creer que se mantendría con el perfil bajo ante la situación con el psicólogo de cabecera de la familia, porque sí, Jonas O'Dea era el suyo también porque si no, ya loca de remate se quedaba desde el principio, revivir en tu Fandom favorito no era especialmente maravilloso si no estaba planeado cada punto de lo pasaría en su vida como tal, pero sabía que con ayuda podría lograrlo.
Sola muchas cosas no podía hacerse, pero así como sólo con ese viejo gruñón se podía sincerar y pedir ayudar, así también con solo ese individuo le bastaba.
—El trabajo terminó por agobiarme. Y Bella no lo hace fácil. —terminó por decir al final, no podía ser tan insensible— De no ser por ti, ni me doy cuenta que ya ha anochecido.
El de piel rojiza la miró pasible y suspiró ante el tono por el cual la había escuchado decir, tal vez, se sentía su cansancio, su agobio interno. Ella no podía sentirse libre si sentía así.
—Huir, no siempre es de cobardes. A veces el trabajo puede ser agobiante, estresante o capaz insoportable, pero mientras te sientas conforme y notes el avance, sigue el ello. Pero si se vuelve pesado, toma un respiro, de nada te sirve si vas con esa carga todos los días. —empezó a decir su acompañante
—Se supone que estoy de vacaciones, pero salen cosas sin prever que me sofoca, me satura... Es algo que no creí que me involucraran...
—Ya veo.
Su acompañante no era muy conversador, pero si era un líder, y sabía como reconfortar en estos temas, en sus palabras se notaba la experiencia de haber lidiado con algo similar a lo que expresaba en términos cotidianos.
—Sam.
—Dígame.
—¿Alguna vez te pasó que creías que estabas hecho para una sola cosa en este mundo?... Osea: tu familia, o tu trabajo, o tan siquiera ayudar a un grupo de personas reducido; pero de un momento para otro... Y al parecer, ¿esta no era como la pensabas, por lo que revuelve todos tus planes de vida?—pregunta meticulosamente la pelirroja levantando la mirada para encontrarse con la de su contrario.
Las palabras habían logrado dejar inmerso por varios minutos a su compañía, literalmente había escuchado como su propio cuello crugió al echar su cabeza para tras y luego suspirar.
—Me ha pasado. Sé a qué te refieres.
—¿Cómo es que sigues avanzando, aún con todas las piedras en ese camino? Yo sólo quiero seguir mi camino, no... No quiero ser alguien que no soy, solo porque haya aparecido y ya. Me gusta mi libertad, Sam... No me gusta que me impongan, lo odio... Me molesta que toda la vida me preparo y salgo de mi zona de confort.
—Pero la vida parece llevarte la contra y traerte más caos, responsabilidades...
—Estrés, amargura...
—Y saca lo peor que tienes dentro porque es demasiado hasta para ti mismo—finalizan los dos juntos.
Sam la mira con la ceja alzada, y ella resopla con desespero mientras se agarra su cabello y lo revuelve, muy frustrada, dejando que sus dedos se entierren en la arena.
—Una vez alguien me dijo: "Tal vez se esté cayendo tu mundo a pedazos, pero no por ello debes ser lo que todos esperan, sino que debes ser una persona un nivel mejor de ti mismo. Tu eres el único que lidera tu vida, no hagas que tu camino sea pesado solo por el previsto que te ha llegado." Tal vez a mi me haya cambiado la percepción de vida que tenía, pero aún te veo cuerda, sé que sabrás elegir lo que más creas conveniente, porque si realmente tienes personas que te aprecian... Aumentarán tu libertad, no la recortarán.
Las palabras de Sam sinceramente habían sido inspiradoras, pero también sabía que esas palabras no todas eran de él, sino que de Harry o Billy, que en algún momento tal vez le había aconsejado esas mismas. Por más que Tristana fuera muy mayor para todos, sabía que siempre de la nueva generación algo bueno se podía rescatar, no todo estaba perdido.
Tras los minutos que el sol demoró en perderse tras el horizonte del mar, Sam se levantó de la arena, ofreció su mano que con gusto la aceptó, para levantarse del suelo. Sin más, ambos se fueron por un mismo camino. A pesar de que Sam sabía que ella era muy capaz de cuidarse, también sabía que sí Charlie lo veía sin su compañía, sería un quebradero para él.
—Seguiré siendo yo. No por esos ojos que nos ven, leen... Y reescriben nuestra vida deberé ser lo que ellos quieren ver, seré lo que soy y una mejor manera de mi misma. Gracias Sam, eres el mejor amigo aunque ya pronto te veo con canas.
—Ya sabía que tu humor bromista en algún momento aparecería. Al menos se que has vuelto en ti. —niega con una expresión más relajada pero diversión se veía en sus ojos.
Ambos suben en la camioneta del protector quileute, para luego dirigirse a la casa de Charlie entre bromas y más.
Tristana había conocido mucho antes a Sam, en una de sus temporadas de visita a Charlie, pero no sabía cómo sus instintos reaccionarían ahora que ya era un alfa, y no un humano que no percibía su real naturaleza como lo hacía un ser sobrenatural. Pero al parecer, todo con Sam había seguido igual, eran conocidos, si. Pero no llegaban a mucho, porque de ser lo contrario, esa mocosa que ambos no querían encontrar en su camino sospecharía y los alejaría de este momento tan tranquilo que había entre ambos, como buenos conocidos. Porque Sam Uley sabía que Tristana no era un peligro, y porque ella sabía que Sam no sería tan irracional con ella de llevarle la contraria sabiendo su mal carácter si es que la sacaba de quicio. Ambos tenían un carácter de mierda, estando enojados pero aún así por ser protectores en la vida sobrenatural, era instinto y orden lo que regía su buen relacionamento.
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Prima de Isabella Swan
FanfictionLa imprimación, los vampiros con sus compañeros y las torpezas de Bella son totalmente las aventuras por las que una joven estaría dispuesta en involucrarse sólo para entender la idiotez humana, solo para vivir como humana cuando no lo es. O tal vez...