2𓄹𓈒 Parte 5

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Capítulo 2.
Parte 5: "Visita no deseada."

Ambas habían salido del cuarto hambrientas, habían descubierto que la habitación de Seth para su fortuna no estaba con el niño presente, por lo que se habían ahorrado una charla exhaustiva de explicaciones y traumas. Probaron la comida de Sue, y tras ello quedaron satisfecha.

—Me siento distinta, como si me hubieras renovado la vida, Tristana.—comentó Leah tras beberse su jugo de naranja.

—Es lo que busco y necesito que siempre tengas, un respiro mejor para esta vivência en tu tribu. —admite mientras termina de comerse su plato, y suspirar satisfecha. Sin embargo, su cuerpo se estremece al sentir la caricia de la nativa en su cuello.—¿pasa algo?

—Es hermoso la huella y la L que predomina como tatuaje en esa zona. Nadie me había dicho lo hermoso que era la marca de consumar con la impronta. Nadie se dignó a hacerlo. —expresó con un deje de voz con sabor a Decepción.

—No apoyo lo que han hecho contigo, pero debes saber que eres la primera mujer en esta tribu que despierta el gen, muchos siquiera creían que pudiera pasar. —expresa mientras se estremece ante la sensación agonizante que Leah le transmite ante la falta de apoyo de todos hacia ella.

Empezaba a odiar la sensación de esta menospreciación y sabía que con su estadía en este mundo sobrenatural, en esta historia de crepúsculo las cosas serían diferentes para ella. No inmiscuirse en el camino de Bella Swan era algo que había decidido desde que había encontrado a Leah. Su principal idea era guiar a Bella por un buen camino, pero como había escuchado... Esta se había fugado de igual manera con Alice, igual al orden escrito, igual había rescatado a Edward de las manos de los Vulturi e igual había vuelto con el cobrizo tras el rescate al suicidio.

Sabía que el motivo por el cual, Rosalie y Emmett estuvieran allí era porque los Cullen habían regresado nuevamente a Forks, a saber que excusa inventaría el flamante doctor Cullen para volver a este pueblucho. Esa fue siempre una duda suya, si supuestamente Edward se había ido por la sospecha de la gente con el envejecimiento no dado en Carlisle, ¿cómo era posible que este volviera como si nada a Forks? ¿Acaso era otra de las mentiras que Edward había dicho a Bella para ser más creíble? ¿Acaso lo había dicho así pero Carlisle había dicho algo sobre la "depresión" de su hijo y solo por eso se habían ido efimeramente? Dudas, y dudas que no sabía si algún día serían respondidas.

—Tristana, ¿porque siento que sigues sin contarme algo más de ti? —pregunta repentinamente Leah al verla perdida nuevamente entre sus pensamientos.

—Mi vida es caótica, solo... No soy tan buena expresándolo, soy de esas personas que viven sus dudas, sus preguntas, sus respuestas a todo lo que le pasa y no se da cuenta que le es difícil comunicarse por culpa de ello. Leah, yo se tantas cosas de este mundo, mucho más que tu tribu o los mismos Cullen y prefiero que todo se mantenga como si no lo supiera. Porque soy el error, el famoso "virus" en la historia de todos. —hace una mueca al saber que su existencia no era algo contado en la historia original. Estaba viviendo la vida de un personaje creado dentro de una ambientación ya existente.

—¿Y por qué no me lo cuentas a mi? Así tal vez sea más fácil de cargar con esa pesada mochila que siento que llevas. —pregunta demandante Leah, muy en el fondo estaba preocupada.

—Digamos que... Si me alejo de ti, o estoy debilitada, el Cullen telepático aliás Edward Cullen, te leerá la mente y sabrá todo de mi, y la vidente Cullen, aliás Alice Cullen verá mi futuro con sus hermanos. Y no es porque no confíe en ti, solo que estoy siendo muy cautelosa, no quiero que el order de todo cambie por mi culpa. —expresa la pelirroja de ojos verdes, mirándola a los ojos y recostando la mejilla sobre la de la nativa. —quiero disfrutar mi compañía contigo. Realmente siquiera sé que tiene la vida escrita para mi, no sé realmente si seré de esas personas que tienen parejas poliamor... O si solo me quedaré con uno o dos que si y otros que no, pero sé que será un caos. Porque ahora mismo no quiero ser acosada sexualmente por alguien más que no seas tú.

Leah ante esa declaración se sintió victoriosa, importante y deseada. Sabía que su impronta era de hablar con la verdad, pero también quería liberar su tensión que cargaba así que pensaría en algo para que sus miedos y preocupaciones que podrían traerle los Cullen disminuyera a cero.

—Mientras sepas que es lo que quieres, no creo que tengas problemas. Después de todo, eres quien escribe su historia, me has enseñado eso... Y sé que, estaré para ti para lo que elijas, te apoyare y defenderé por que es mi misión como impronta y como tu amiga. —expresa directa, y sincera pero realmente calmada. Desde que consumaron y se marcaron el estigma con Sam ya no le rondaba ni en mente ni sentimiento. Y eso era un gran alivio. —¿vamos a visitar a Charlie?

—Vamos, quiero ver que tal se encuentra. Y si esa mocosa ha pedido perdón al pobre padre. —dice con cierto resentimiento. Aún no entendía porque Bella nunca parecía haber tomado en cuenta cuánto daño le había causado a su padre al abandonar todo por salvar a Cullen. Aún no entendía porque el jefe de policía seguía creyendo que está pudiera cambiar.

Tras ello, ambas terminaron la misión de limpiar los cubiertos que usaron, los platos, agarraron sus cosas: una mochila y un abrigo azul cobalto por parte de la pelirroja. Mientras que Leah se colocó un abrigo medianamente simulado caliente pero era el más liviano que tenía. No por haber despertado el gen estaría sin poca ropa, al menos debía disimular y no llamar la atención.

Tras ello, Leah dejó la llave de la casa bajo un objeto que sólo la familia sabía dónde estaba, para cuando el pequeño hermano llegara a la casa. Mientras que ella tuviera su copia de la casa todo iría bien.

Una vez que ambas salieron de la casa, no contaron con que el mismísimo Sam Uley estuviera frente a la casa de los Clearwater, con las ganas de conversar y parecía ser que lo era un tema de agrado.

Prima de Isabella SwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora