Prima de Isabella Swan

𓄹𓈒 Parte 9

Capítulo 1.
Parte 9: Peleas y rasguños.

Las semanas iban pasando, Bella aún se sentía apesadumbrada pero totalmente inquietante ante la situación de no poder coincidir con su prima lejana en una conversación que pudiera darle respuestas claras. Por lo que un día de mañana, aprovechó la hora después del desayuno y habló por encima de su prima frente a su padre con los padres de esa mañana, diciendo así:

—Iré a visitar a Jake, papá.

—¿Oh? Está bien, muy bien. ¿Irás con ella, Tristana? —pregunta Charlie, mientras se toma el café interesando su vista en la adormilada pelirroja.

La cual salta en su lugar, tras un repentino bostezo.

—¿Uhm? ¿A dónde...?

—A la Reserva. Dijiste anoche que me acompañarías, ¿no lo recuerdas? —pregunta fingiendo indignación en la mirada, la castaña.

Aún con los bostezos callando las palabras de molestias ante la pregunta tan prepotente de la mocosa Swan, la pelirroja tan solo mira de reojo a su tío como a su taza humeante de capuchino doble Moca.

—No lo recuerdo.

—Lo dijiste antes de ir a dormir. ¡Me lo prometiste! —exclama como pequeña encaprichada.

Charlie mira callado la charla en ambas mujeres, intervendría en cuanto fuera grave. Por lo que, aún veía la pelirroja aún estaba muy adormilada como para reaccionar de manera indomable.

—Si voy... —anuncia tristana mirando a Charlie, quien traga su café curioso—, me deberás otra tarta de chocolate, tío Charlie. —añade con una ceja alzada, ignorando a la castaña.

—¡Es a mi quien prometiste...! —se queja como "buena" actriz, la castaña.

Charlie suspira cansado por los gritos de su hija, ahora con las visitas al psicólogo y las charlas, estaba notando tantos errores que tal vez serían muy difíciles de cambiar en Bella a estas instancias.

—Bien, tan sólo acompáñala.—respondió resignado.

—¡Perfecto! —exclama contenta tomándose de una la taza de capuchino, y dejándolo vacío. Una vez vacío, lo deja en agua para más tarde enjuagarlo— Será nuestro postre, aprovecharé para pedir una receta para la cena a Emily entonces, nos vemos más tarde, Tío. —se acerca a la mejilla de mayor y deposita un beso.

Sube rápidamente por las escaleras hasta el baño, para lavarse los dientes. Bella se encontraba totalmente incrédula, al ver como su padre y prima la ignoraban.

—Papá.

—Debes dejar de mentir, Bella. Manipulando a tu familia no es una sana convivencia, no siempre te encontrarás con buena gente. —añade mirándola reprobatoriamente— Espero almuercen juntas, no volveré hasta mas de noche, cuídense.

Una vez dicho esto, Charlie se levanta, repite la acción de la pelirroja con su taza, pasa por lado de su hija besando su cabeza y agarra sus llaves junto con su sombrero. Tras luego de unos minutos escuchar la puerta cerrarse.

Bella se encontraba con la mandíbula tensa, y con un ligero rubor en sus pómulos, ahora hasta se daba cuenta que sus ideas de buena actriz sólo la dejaban en completa vergüenza.

—Vayamonos, Bella.

Resopla la nombrada, agarra su bolso y las llaves de la camioneta para entrar al auto, dejando atrás a su prima. Mientras que, Tristana se asegura de cerrar bien la casa, y cerrarla con llave para luego ingresar en la cabina del Có-conductor.

Durante el retroceso del auto, hasta la redireccion hacia el punto que debían dirigirse, esta vez hacia la reserva de Forks, el camino se quedó al principio en silencio, parecían ambas relajadas pero sólo una lo estaba realmente.

—Quiero la verdad.

Bella no podía callar más, y quería la verdad, no descansaría hasta conseguirla, y esta era su oportunidad.

—¿Ah?

—¿Eres también un monstruo como los que conocí? —pregunta Bella mirándola de reojo al estar conduciendo por la carretera.

Ya para este punto, Tristana se encontraba contacto mil quinientos murciélagos del mundo, para no matarla allí mismo, odiaba que fuera tan... Tan... Ni siquiera sabía si valía la pena colocarle un nombre a la idiotez de Isabella. Por lo que sólo se dispuso a agarrar su Nokia y escribir un mensaje directo a Sam: «estaré en lo de Billy, ¿puedo pasar a conocer a tu prometida?»

—Sé que no eres normal.

—Ningún humano lo es, Bella.

—Si no me lo dices, lo averiguare de cualquier forma. —dice mientras estaciona frente a la cabaña de Los Black, en la reserva.

Tristana ni se había dado cuenta de lo rápido que había llegado por estar contando murciélagos para no matar a la humana en cuestión.

—Deberías dejar de ser tan metiche. No todos te van a tratar como princesa al saber que para ti todo es un monstruo. Tienes que hacerle más caso al doc. —añade mientras abre la palanca como para salir del auto pero una mano le impide fuertemente sujetando su muñeca derecha. —Estas cruzando la línea, Isabella.

—Entonces no la traces.

Tristana no lo toleró, y sin más se soltó sin problema alguno, pero un momento a otro ya estaba fuera de la camioneta alejándose de la castaña, pero no pudo llegar lejos porque está se abalanzó a sus espaldas, ambas cayendo al suelo.

El golpe y los raspones no se esperaron en aparecer, el ambiente a su alrededor junto a las hojas de los árboles empezaron a llamar la atención de algunos vigilantes del bosque, Sam entre ellos.

—¡Quítate, salvaje!

—¿Eres un vampiro? Un bicho radiactivo? Dime. —exige quedando encima de su prima, Bella.

La mirada verdosa de Tristana empezaba a oscurecer se terriblemente.

—Si lo vuelvo a repetir, te juro Isabella, que de esta, Charlie si que se entera... —la voz tan pasiva pero seria de tristana daba todo menos tranquilidad.

Bella hizo lo que creyó más intimidante y fuerte ataque, agarrar un puño del cabello de la pelirroja y levantar su cabeza, mientras ella hacía peso sentada en su espalda.

—No te tengo miedo. ¿Que tipo de monstruo eres? —exige.

—¡¿Bella?! —exclama Jacob al ver lo que estaba haciendo.

Pero la castaña lo ignora, perdida en las ganas de saber que tipo de secretos ocultaba su supuesta pariente.

—Hijo, ¡sepáralas ya! —exclama desesperado Billy al ver el aura de dolor y resquebrajamiento de la tierra alrededor de ambas mujeres.

Jacob al escuchar la petición como un rugido de advertencia, lo intenta hacer pero Bella fuera de sí lo empuja, y sigue gritando cosas sin sentido hasta que, las cosas cambian en un estallido de luz, que ciega al pequeño Jacob y Bella, quien siente un dolor punzante en la cabeza y poco después apenas puede respirar, lleva desesperadamente la mano a los brazos que no la dejan respirar.

—Tu eres el monstruo, Isabella. No todos somos como tu quieres y crees, aléjate de mi, porque a la próxima te dejaré en coma.

Y sin mas, Bella pierde el conocimiento, al quedarse sin respiración, pero Tristana la suelta justo después, dejando que respire inconscientemente. El pequeño morocho tan solo se queda tieso de la impresión, más cuando la ve alejarse.

—Eres un monstruo, Bella es tu prima y tu la atacas porque si. —dice con temor pero a la defensiva Jacob, acercándose a Bella instintivamente.

Tristana tan solo lo ignora, pero en cuanto estaba por tropezar torpemente, una persona la ataja por la cintura y levanta con cuidado el rostro de la pelirroja.

—Te hizo daño.

—No comiences... Vayamos con Emily. No quiero volver sobre mis pasos y asesinarlo por los raspones, ¿va?

Paul resopla, y Sam lo mira con una petición muda. Por lo que el Moreno tan solo con un movimiento ya tiene a la pelirroja entre sus brazos en modo princesa. Mientras que ambos se preocupam al verla masajearse la nuca, la sangre en el labio roto y mentón raspado, al igual que el raspón en la punta de su nariz.

Sin duda, hoy no era el mejor día para Tristana.