Capítulo 2.
Parte 15:
"Fingers&Hands 🔞."Leah desliza suavemente su mano calida por la piel desnuda de su impronta, logrando percibir el escalofrío seguido de un pequeño temblor de placer en su pelirroja, delicadamente sujeta con su dedo pulgar e índice el pezón como si fuera una pinza pero no muy fuerte empieza a estirar y jugar con toques tontos con ayuda de su pulgar.
—¿Por qué...juegas así... Tan lento conmigo, Leah...?—pregunta suplicante la pelirroja, mientras mantenía sus ojos cerrados ante la sensación de esos dedos jugar con sus pechos.
—Por que son voluptuosos, suaves y puedo sentir como se contorsionan tus pies de lo ansiosa que eres en qué te toque en otra zona que no sean esas. —bromea divertida ante el tono suplicante de su impronta. A Leah le gustaba lo perceptiva y deseosa que era Tristana, estaba siendo una adicción tocarla y disfrutar de su placer.
Tristana suspira negando, por lo que toma la mano de la nativa y de manera ansiosa la dirige por su vientre.
—Quiero que me toques más, ya comenzaste. Damelo todo y yo te daré la misma atención cariño.—exige necesitada, mientras levanta un poco su cadera, se deshace de su ropa interior y buzo negro en unos cuantos movimientos pomposos con ayuda de su propia mano desnudando la parte inferior de su cuerpo.— Tócame aquí.—pide una vez vuelve a tomar la mano de su nativa, y la dirige por encima de los labios superiores de su vagina.
Leah sonríe divertida ante las acciones de su impronta, por lo que acata la orden de necesidad por instinto y deseo, deslizando su mano derecha por aquellos labios que delatan humedad entre la hendidura, baja su dedo índice para acicalar suavemente el clítoris en dirección arriba para abajo. Consiguiendo el temblor en la cadera de la pelirroja y un gemido ahogado.
—¿Es aquí donde te gusta, Tris?—pregunta aún ya sabiendo la respuesta.
—S-si... Es allí.—confirma con un tono más ronco, mientras traga saliva. Leah empieza a mover su dedo con más insistencia, pudiendo percibir tras unos segundos pasar a minutis la humedad crecer en esa perlita escurridiza.—mgh~ L-Leah...
—Dime... —susurra contra la piel de su impronta, mientras lame suavemente su marca, logrando percibir los temblores y excitación aumentar en su huella. Aquello también la iba excitando bastante, sentir su mano mojada en la esencia de placer de su impronta era sencillamente delicioso.
—M-más abajo... Por favor...
—¿Uhm?—murmura delineando con su lengua la marca, a su vez deslizando mas abajo su dedo y cambiando de dedos al igual que posición. Subiéndose ligeramente sobre Tristana, para tener mejor postura para realizar la caricia interna en la vagina.—¿aquí lo quieres?
—Por faaavor...—suplica Tristana mientras retuerce sus pies en la cama.
Leah no lo piensa más, por lo que separa su boca de la marca para posicionarse mejor y que no fuera incómodo su propia postura, colocándose entre las piernas desnudas de su pelirroja. Mientras con ayuda de su codo y antebrazo apoyados en la cama, desliza dos uno encima de otro, en la hendidura ahora visiblemente húmeda, metiéndolo de manera lenta hasta el fondo.
—¡Mgh!~
Es traa ese sonido armonioso, que de sus dedos juntos los separa dentro, acariciando como si fueran tijeras, abriendo y cerrando el interior de su impronta, ocasionando que la habitación sea inundaba por un sonido empalagoso de chapoteos humedos de esa zona. Tristana empezó a mover su cadera para hacer fricción, sin embargo, Leah paro sus movimientos consiguiendo una mirada de desespero y deseo en aquellos ojos verdosos.
—No te muevas, ya te haré temblar yo. —dijo Leah con una voz ronca, mientras veía como la necesidad consumía a su impronta. Empezando a cambiar los movimientos de sus dedos dentro de la vagina, siendo ahora cambiado por movimientos de adentro para fuera de sus dedos dentro de la vagina. Escuchando nuevamente el chapoteo de la humedad.
Tristana jadeando y soltando gemidos, logra verse tras la polera roja oscura, los pezones erectos por dicho placer. A su misma vez, nota como la espalda de la pelirroja se curva en una C acostada, mientras recibe las simuladas embestidas con gusto.
—M-más... Leah... Quiero más.—suplica golosamente. Tristana quiere mas de dos dedos, por lo que Leah sin dejar de mover sus dedos dentro de su impronta toma la lubricación que le da la misma, habiendo antes quitado de la mesita de noche, abriéndolo con maestría la tapa con la uña corta del pulgar izquierdo, para luego verterlo a su mano derecha.
Humedeciendo su mano con la fragancia de fresas del lubricante al igual que la esencia de su impronta. En cuanto quita sus dedos puede ver el hilo de gomosidad del placer causado pero no pierde tiempo, haciendo un pequeño gesto en su mano como para realizar lo que desea su pelirroja. Juntando todos sus dedos en posición al de un pico de pato callado, de a poco va introduciendo los primeros dedos, moviendolos suavemente.
Los gemidos remolones de deseo de la pelirroja se escuchaban necesitados, al punto que la humedad, la excitación y la lubricación hicieron que el proceso fuera un éxito, sintiendo perfectamente como su mano se desliza sin problemas dentro de su impronta. Al igual que no era la primera vez que lo hacían, ya era la quinta vez.
Tristana tiene deseos muy fáciles de satisfacer si no hay miembro viril presente, ya que con los movimientos de la delgada pero robusta fuerza de la nativa la estaban volviendo loca al casi estar tocando el nivel de alto en los cielos... Al punto, en qué esa zona de su vejiga se hinchó y no eran ganas de hacer pis, sino que de liberar la tensión deliciosa que la iba envolviendo.
—¡N-no pares, por favor!—suplicó la pelirroja a tal punto que ya jadeaba errática, sus pómulos estaban rosadaa y sus ojos muy dilatados en deseo.
Leah acerca su rostro a su parte interna entre los muslos, respirando sutilmente cerca del monte de venus, y suspira con delicadeza mientras sigue en los movimientos de su brazo, simulando penetradas que golpean lo justo y necesario el punto g.
—No iba...a detenerme... Dame todo, cariño...—pidió con una voz tan ronca y sexy que Tristana se volvió a estremecer al punto de volver a gimotear casi gritar del extasis cuando Leah colocó sus labios sobre la perla de su querida impronta, presionando y moviendo la lengua hacia los laterales mientras hacía el vaiven. Sentía los temblores, sentía como cada vez la humedad aumentaba y por sobre todo pudo sentir cuando las paredes vaginales se contrajeron ante el orgasmo cuando quitó de una su mano del interior.
Logrando el torrente de fuga de esencia del orgasmo de su impronta. Un maravilloso fisting, y una pelirroja ida en el placer en plena cama.
Leah se sentía bastante orgullosa de lo hecho, pero sabía que ella no quedaría impoluta, una vez se recuperase su impronta, ella estaría en el mar de la felicidad también. Solo debía tener paciencia, ese era el camino a ser feliz.
ESTÁS LEYENDO
Prima de Isabella Swan
FanfictionLa imprimación, los vampiros con sus compañeros y las torpezas de Bella son totalmente las aventuras por las que una joven estaría dispuesta en involucrarse sólo para entender la idiotez humana, solo para vivir como humana cuando no lo es. O tal vez...