Prima de Isabella Swan

3𓄹𓈒 Parte 13

Capítulo 3:
Parte 13: "La promesa de milagro."

Rosalie había llegado poco después de unas horas, preocupada por la pelirroja, le habían comentado lo ocurrido y no pudo evitar llegar sin avisar, para revisar por sus propios ojos el estado de salud de su compañera.

Tal vez no era un lazo de compañera romántica, pero si era uno muy especial entre su dulce corazón selectivo, por lo que no iba a dejarla sola en el momento que estaba más débil, aún cuando debiera dejar de respirar para estar a su lado, igualmente no era necesario respirar. Iba a estar cerca de su compañera aún cuando hubiera el aroma a perro mojado por alrededor.

El trío de enamorados habían vuelto a casa sobre las siete de la noche, Tristana se encontraba bastante adormilada y relajada gracias al agua del mar de la playa Push, aunque grande fue la sorpresa cuando pudieron notar que en el portal de la cabaña se encontraba esperando la esbelta rubia Rosalie con Emmett. Quiénes al verlos todos mojados, se quedaron mirando con sospechas, como si esperaran alguna respuesta.

Pero contra todo pronóstico la pelirroja se fue a abrazar con ganas a la rubia, susurrándole un cálido saludo.

-No sabes cuánto te he echado de menos, rubia hermosa...

Rosalie tras recibir dicha frase, se queda más que encantada y relajada por saber que el humor de su compañera sigue igual a como la dejó marchar. Aunque el cansancio lo había notado en el abrazo bastante ligero para su gusto, bien sabía que aunque tuviera un cuerpo similar al de un mortal si tan solo Tristana quisiera/pudiera la hubiera abrazado como una anaconda a su presa.

-Yo también te he echado de menos, tienes mucho que contar, señorita.

Y tras ello, la pelirroja supo que hoy dormiría en grupo, tal vez no como sus compañeros lobunos quisieran pero era lo necesario para que egoístamente pudiera sanar en cuánto a salud. Teniendo cerca a sus compañeros, siempre aseguraba una pronta recuperación de energía.

[...]

-Les devolví a ambos una vida humana, borré su conocimiento hacia el mundo sobrenatural y reorganicé por otros hechos más de calidad humana. -comentó finalmente la pelirroja ya estando en la cama rodeada de ambos nativos que acarician distintas partes de la espalda tensa de aquella piel delicada.

-¿Qué nos asegura que no recobren la memoria?-pregunta Emmett con ignorancia en el asunto.

-La magia del unicornio es irrompible para quiénes pudieron intercambiar sus pecados por la purificación, es decir, aunque deseen no podrán llegar a redescubrir el mundo sobrenatural porque estaré atenta para reestablecer sus memorias las veces que sean necesarias, hasta que ambos como humanos dejen la vida mortal y mueran como debió ser desde el minuto uno que fueron salvados o intervenidos a su tiempo de muerte. -contesta Tristana con sabiduria de antaño. Ya había practicado antes dicha purificación, no era nada que no haya dominado ya.

-Vaya, no sabía cuán potencial era tu habilidad, pero supongo que es por el cuerno, ¿No?-afirma Rosalie, tras dicha información tan exacta.

-Exactamente. El cuerno es la fuente para purificar, sin este probablemente no podría salvar a ningun vampiro de la exterminación completa. -admite la pelirroja mientras sus ojos se van cerrando tras cada caricia que la seduje al sueño.

-¿Y esa purificación también nos lo puedes hacer a nosotros? Digo, a Emmett y a mi. Sabes perfectamente cuánto he añorado la vida mortal en todo este tiempo como vampiro. Agradezco que Carlisle me haya salvado y dado una segunda oportunidad de realizar una vida, pero no es la que hubiera deseado tener. -expresa Rosalie. - Si bien, encontré a mis compañeros pero me hubiera gustado ser mamá, abuela y bisabuela, vivir hasta viejitos y morir en paz.

Quil se sorprendió por el anhelo que pudo percibir en la cara pálida, quedando con un nudo de intriga.

-Lo puedo hacer, pero no será en este momento...-murmura Tristana tras un bostezo, mientras abre los ojos apenas para verla directo a los ojos.- Lo prometo, serán como debió ser.

Surgiendo así una promesa que empezó a crear una esperanza en aquella pareja, sin embargo, sus ojos no duraron mucho tiempo con la emoción de felicidad tras ver como la cabeza de la pelirroja cae como si no tuviera mas fuerza sobre la almohada.

-Tranquilos, sigue viva. -contempla Leah con la misma sensación de cansancio, totalmente compresiva.-Ella lo hará pero en cuanto se recupere, además que debe enfrentar a esos reyes suyos, ahora mismo no necesita mas desgaste de energía...

Quil nota como ambos vampiros asienten totalmente comprensivos, Emmett se acerca y deja un beso en la frente, y susurra: «Dulces sueños, mi pequeña ruiseñor»

-Volveremos con su comida favorita, entre el desayuno y almuerzo. -contesta Rosalie tomando el control de la situación.

Entre Quil y Leah no estaban muy felices ante los afectos de los vampiros con su impronta. Pero debían aprender a sobrellevarlo, Tristana ama estar con ellos y debían aceptar que un mismo lazo siempre lo compartirían.

«Aunque tal vez luego de que ambos dejen de ser vampiros, no será necesario compartirla, porque ellos tendrán sus propias dificultades mortales y ganas de tener bebés. ¡Si es una muy buena idea!»pensó feliz Quil, sin saber que esos pensamientos llegaban perfectamente a la adormilada y figura icónica del unicornio.

-No contamos con tanto dinero, pero se les devolverá lo que inviertan. En verdad comemos mucho. -comenta Leah no muy fanática de ser mantenida por vampiros.

-No te preocupes, el dinero no es problema. Además, Tristana come bastante no creo que sea un dineral mal invertido. En fin, descansen. -contesta Rosalie, seguido de ser acompañada por Emmett para fuera de la cabaña.

Ambos lobos suspiran de alivio. Abren ventanas y prenden los ventiladores, tiran perfume ambiental, seguido de eso por fin proceden a dormir como se les canta el jetlag.