La imprimación, los vampiros con sus compañeros y las torpezas de Bella son totalmente las aventuras por las que una joven estaría dispuesta en involucrarse sólo para entender la idiotez humana, solo para vivir como humana cuando no lo es.
O tal vez...
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𓄹𓈒𓄹𓈒Capítulo 3: Purificando la historia.
Parte 1: Erradicando Males.
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La única criatura sobrenatural capaz de crear la extinción de los vampiros existía oculta entre un mar de animales, espíritus y almas de muchas criaturas mágicas o no. Los únicos seres sobrenaturales que no llegaron a conocer la identidad tras Red Unicorn, eran los vampiros, aún cuando la pelirroja fuera una nómada humanitaria para seres merecedores.
Esta criatura no era muy conocida por el rango de poder que resguardaba en su ornamenta blanca, la figura icónica de un unicornio siempre era vista como una fantasía mágica e irreal que daba brillos mágicos por donde pasara, que podía cambiar la forma a los objetos como si fuera por arte de magia, que sus alas y cabellos eran de multicolor, o bien eran como lo ponys de My Little Pony, pero en lo único que acertaban historias de fantasía era en qué la criatura mágica tenía un don mágico bastante fuerte, casi como el de la Princesa Celestia.
Red Unicorn, era capaz de purificar a los vampiros, encargada de desterrar y reparar a neofitos o vampiros dependiendo de las intenciones mas puras que tuvieran, si se encontraba índice de intenciones puras o algo que salvar en el alma inmortal: este volvería a recuperar su vida humana; en caso contrario: perdería su existencia y sería carcomido por el poder de la luz, el sol y el fuego, sin cenizas del cual poder si quiera rescatar. La criatura mitológica había sido creada por una gran maga en milenios olvidados por muchas criaturas, pero resguardada por el unicornio de generación en generación, su misión era simple: dar vida, protección, cuidado al orden y equilibrio del mundo, era parte de su genética obligatoria desterrar a vampiros que no fueran justos o quisieran arrebatar la libertad que cada ser mágico o no, terrenal o espiritual.
Tristana Swan, desde que llegó al mundo de Crepúsculo, y durante toda su existencia de conocer dicha fantasía literaria tenía reflexionado profundamente que si hubieran hecho mejor desarrollo de vida y decisiones en la historia de Bella Swan, las cosas hubieran tenido un mejor final sin llegar a muchas críticas tóxicas por parte de la fanaticada. No era fácil salir del trance de erradicar a vampiros con intenciones impuras, pero sabía diferenciar cuando un alma debía ser salvada o las intenciones valían mas que mil palabras llenas de envidia.
Muchas decisiones se habían tomado en muy poco tiempo, la primera había sido: El enfoque relacional con Emmett y Rosalie, quedando como compañeros fraternales, con deseos culposos. Se había hablado límites acerca de esa relación, ya que Emmett si sentía más sentimiento que atracción, por ello solo si surgía habría participación del hombre para saciar la necesidad de su compañera de manera mutua. En cambio, Rosalie había dejado en claro, que solo sintió atracción y deseo, pero amor de compañeros no lo pudo concebir, por más que hubiera cedido al morbo, no la podía ver mas que una esperanza de ser una hija para ella.
Leah se encontraba feliz, Tris es su compañera y no lo compartiría sexual ni amorosamente a su impronta. Aunque aquella noche, la pelirroja había estado pensativa como si estuviera esperando algo más para ella, esto de tener varios compañeros no era normal y sentía que recién comenzaba, esto no era el fin de sus problemas emocionales.
-¿En verdad has compartido todo el plan, Tris?-pregunta Leah al verla perdida y distante.
Emmett y Rosalie se estaban encargando de proteger la identidad de su pelirroja compañera, habían notado al sequito de guardias liderados por Jane pasar por la zona. Estos no tenían al parecer ninguna intención de intervenir contra tantos neofitos creados en Seattle.
-Lo justo y necesario lo saben, no podré realizar el plan sin apoyo y resguardo de vosotros. No podré ser una heroina superpoderosa sin ayuda. -admite mientras permite cerrar sus ojos y acepta el agarre de mano de su compañera nativa, calmando un poco el coraje de ver tanta gente inocente convertida en un ser inmortal.
-Es verdad, si tu cachorrita siente que no dices todo, es porque algo omites. ¿Qué ocurre?-pregunta Rosalie.
Leah sigue sin querer aceptar los apodos denigrantes que le colocan cada vez los chupasangres, pero decide llevar la fiesta por la paz.
-Me preocupa el futuro. Si salvo vidas, destruiré otras. Me preocupa, que todo lo que deseo solucionar, sea solo un peso más para el mundo. O bien, caeré en un descanso muy largo. -admite preocupada.-¿Me cuidarán si les falto unos días?
Rosalie, Emmett y Leah se tensan ante lo dicho, no esperaban tal pregunta, y solo había levantando más dudas.
-Con nuestra vida, siempre te cuidaríamos. -contesta Emmett y Rosalie.
-Sabes que no te abandonaré. Además, creo saber a qué te refieres, te cuidaré hasta que te recuperes. -responde fielmente a su impronta.
Los cara pálidas se quedan inexpresivos, aquí había gato encerrado. ¿Qué haría Tristana para exponerse a tanto desgaste? ¿Qué tanto planeaba hacer Tristana con los neofitos? ¿Qué pasaría si no hubiera amenaza de neofitos para los Cullen?
