The Driver (Six Underground)

12- Suspicious.

Alice y Billy despertaron abruptamente debido a un fuerte golpe fuera de la habitación donde se encontraban, ambos se levantaron de distintos lados de la cama luego de tomar sus armas que se encontraban debajo de sus almohadas. De inmediato cruzaron miradas y con un asentimiento salieron de la pequeña habitación apuntando a todas las direcciones, encontrándose a Camille y Javier junto a la secretaria del embajador, esta última temblando del miedo al ver a la pareja apuntándoles.

—Bueno, al menos la parejita está alerta —dijo Uno apareciendo detrás de ellos y siendo apuntado también—. Ay ya, bajen eso.

Los más jóvenes del grupo suspiraron guardando sus armas y volviendo a mirar a los mayores junto a la mujer vestida elegantemente.
El líder movió su cabeza en dirección a una de las habitaciones y Camille y Javier caminaron dentro de ella, llevándose con ellos a quien conocían como Mey —si es que ese era su nombre real—, para iniciar con el interrogatorio y averiguar qué era lo que había sucedido.

—Háblanos sobre Lee Da Ho —se escuchó decir a Dos antes de que la puerta se cerrara.

—¿Crees que ella lo hizo? —preguntó Ocho siguiendo Uno que caminaba en dirección a la pequeña cocina.

—Es una probabilidad.

—¿Qué hay de la esposa?

—¿Qué con ella? —la confusión en la voz del líder sorprendió un poco a Ocho.

—¿No crees que ella también tuvo algo que ver?

—No lo sé Ocho, también sospecharás de la hija?

—No. Se veía muy afectada con todo esto.

—¿Y la esposa no? —cuestiono el líder alzando una ceja.

—No lo sé, no tiene sus ojos hinchados de llorar como la hija —respondió encogiéndose de hombros.

—Ella misma estuvo de acuerdo con realizar la autopsia.

—Eso no significa que no tenga nada que ver...

—A ver, Ocho, déjate de rodeos y dime lo que piensas de una vez, ¿Si? No estoy para estos jueguitos tuyos, no hoy.

—Solo digo, que al morir el embajador, quien queda a cargo sería ella, se había postulado incluso.

—Eso no quiere decir que lo haya hecho.

—Puede que haya sido un complot, puede que la secretaria y ella se hayan aliado para hacer algo, es muy extraño que cada lugar en el que estamos siempre nos atrapan o estamos un paso atrás, y las únicas que saben de nuestra ubicación son ellas dos.

—Exacto, ellas dos, no solo Lawan.

—Solo digo qu-

—Escucha —la interrumpió—. Aprecio que estés tan metida en esto, pero no es una película o un juego de encontrar al sospechoso, si nos confundimos podemos morir nosotros e incluso destruir una nación, ¿Entiendes?

—Si señor.

—Di información a la oficina 39.

Las palabras de la secretaria Mey llamaron la atención de todos allí, logrando que se mantuvieran en silencio y que Uno observara a Siete de manera extraña.

—¿Información sobre qué? —cuestionó Dos.

—De los Foster, de ustedes, de todo.

—¿Por qué ayudar a los norcoreanos?

—Son mi pueblo.

—Entonces sabes lo que planean —habló por primera vez Tres.