—¿Es en serio? —se quejó Ocho mientras se recostaba en la silla—. No me jodas, tiene que ser una broma. Maldita Cinco hija de puta.
Alice miró a su alrededor con cara de cansancio. No pensaba luchar contra las sogas que la
sujetaban, aunque agradecía que esa vez no estuviera colgada, sino amarrada a una silla, prefería ahorrar un poco de energía.
Bueno, podría ser peor, se dijo a si misma mientras soplaba unos cabellos que caían sobre sus ojos. El dolor en sus muñecas demostraba lo fuerte que estaban hechos esos nudos, aunque no dudaba que podría desarmarlos en cualquier momento, pero debía tantear terreno, ver qué había detrás de la puerta, o mejor dicho, quienes estaban allí, cuántos habían, si estaban armados, cuáles eran sus intenciones.
Se preguntaba dónde se encontraba el resto del grupo, y cómo había llegado hasta allí, el golpe que le habían dado en la cabeza había sido bastante fuerte como para no despertar ni en el viaje, ni cuando la sujetaban a la silla. De todos modos estaba molesta.—Genial Ocho, te secuestraron nuevamente. Bueno, al menos soy solo yo esta vez —intentó verle el lado positivo mientras se encogía de hombros—. Podría ser peor, siempre puede serlo.
La puerta abriéndose llamó su atención e hizo que dejara de hablar sola, una mujer con una bandeja llena de comida se abría paso en la habitación mientras miraba el suelo. La pobre se veía horrorizada, parecía que si Alice decía una palabra ella se desmayaría del miedo, aunque la menor no estaba segura de si el sentimiento era hacia su persona o hacia su aspecto. Pues la mirada que recibía no era una normal de "miedo".
—¿Tan mal me veo? —cuestionó alzando una ceja. Mas no recibió respuesta—. ¿Entiendes lo que digo? ¿Hablas mi idioma?
Aún sin decir nada la mujer le acercó un tenedor con algo de fruta a lo que la menor negó intentando alejarse.
—No voy a comer esa mierda, no sé si le pusieron algo.
El rostro de Alice se suavizó al ver que la otra comía un bocado e incluso bebía un poco de agua que había en el vaso para luego darle una pequeña sonrisa. Sin más nada que decir, decidió que debía comer algo si quería tener fuerzas para luego pelear por su libertad.
Se sentía algo estúpida al confiar en esa desconocida y en dejar que la alimentaran como a una bebé, en otro escenario se negaría rotundamente a estar en esa posición, pero ahora no podía negarse ni quejarse, no tenía otra opción.En momentos como ese Alice se sentía rara por no tener miedo y verle el lado positivo a las cosas, incluso se divertía. Recordaba las palabras de Javier luego de que le contara cómo había pasado sus días mientras estaba secuestrada y a la merced de los rusos. "Estás loca, y no de una buena manera" había sentenciado haciendo reír a todos, "Has leído demasiados comics de Harley Queen" continuó.
"La mayoría de las personas estarían muriendo de miedo al estar secuestradas", dijo Blaine.
"Pero ella es una sociópata", acusó Sebastian divertido.De alguna manera estaban en lo correcto. Si, la mayoría estaría aterrada por estar en manos de unos rusos que mueren de ganas de torturarte y luego asesinarte. Pero no era una sociópata por no temerle a esos tipos. Pues sabía bien que ella tenía la ventaja, y era que hasta que ella no dijera nada ellos no pararían, y eso les daba tiempo al resto del grupo para ir a buscarla, o al menos para que ella ideara un plan de escape.
En ese momento, luego de analizar todo eso, notó que no era para nada como la situación con los rusos, no estaba segura de si el grupo estaba en camino, aunque confiaba en eso, pero Amelia había sido parte de lo que estaba sucediendo, ella era la causante de que se encontrara en esa silla atada. Claro que el resto del grupo no sabía eso, aunque podrían sospecharlo o no creerle del todo a Amelia. Solo esperaba que no se dejaran engañar tan fácilmente, estaba segura de que Javier sospecharía de todo lo que dijera la medico, solo debía convencer a los demás para que también lo hicieran, confiaba en él, definitivamente lo hacía. Y luego estaba Billy, que si seguía siendo el mismo chico que había conocido, no descansaría hasta saber toda la historia, con puntos y comas, además buscaría inconsistencias en la historia de su ex y no pararía hasta encontrarla, viva o muerta.
Demonios Cuatro, más te vale estar viniendo por mi. Dijo para si misma cuando vio a un hombre ingresar a la habitación una vez que había terminado de comer.
—Entonces, ¿Qué torturas están planeando para mi? —cuestionó algo cansada, y ni siquiera había comenzado.
—No te haremos daño, solo queremos estar seguros de que tu gente abandonó el país.
—Y luego me asesinaran.
—No lo sé, depende de lo que diga tu compañera.
—Pues entonces ya estoy muerta —rio sin gracia.
—Puede ser, solo debemos esperar a tener noticias de ella. Puede que a último momento se arrepienta y decida que quiere que te dejemos libre...
—Si claro, y arriesgarse a que le quite la mascara frente a todos nuestros amigos.
—Bueno, como dije, solo debemos esperar. Aunque tal vez podamos hacer una excepción y dejarte vivir a pesar de lo que ella diga.
—¿A qué te refieres?
—Podrías trabajar para mi, así puedes vivir, y cuando todo esto termine y me entreguen mi pago te dejaré ir.
—Claro, como eres una persona de confianza —contestó sarcásticamente.
—Puede que no confíes en mi, pero yo puedo ayudarte con esto. Puedes vivir, ayudarnos con todo esto y luego quedar en libertad, lo que hagas luego de eso no es mi problema. Nosotros nos iremos del país donde no podrán encontrarnos ni tu ni tu equipo.
—Suena a que tienes un plan.
—Tu amiga nos dijo a qué se dedica su grupo, personas con diferentes habilidades.
—Ajá —respondió sin interés.
—Sabes conducir muy bien, escapaste de las patrullas de policía de una manera extraordinaria y además tienes una gran habilidad con las armas, definitivamente me sirves más viva que muerta.
—Sisi, somos los Powers Ranger y yo soy la de traje rosita. Pero es una pena, no quiero ayudarte.
—Sabes que si no haces eso morirás, ¿No?
—Claro, por eso digo que es una pena, idiota.
—Deberías cuidar la manera en la que te diriges a una persona que tiene un arma y tu vida en sus manos.
—Como si tuviera miedo a morir —se burló—. Por mi puedes hacer lo que quieras, asesinarme ahora o luego, me da igual. Digamos que esto no se te da muy bien, y antes de que lo intentes, el amenazarme con torturarme solo aumentará mis ganas de asesinarte.
—Tu amiga tenía razón, no le temes a nada. Eres impresionante. Te daré unos minutos para que lo pienses.
Alice rodó los ojos mientras se recostaba en la silla, debatiendo entre luchar por su vida o esperar a ver lo que le deparaba el destino. El hombre era testarudo, parecía que no se daría por vencido tan fácilmente, por su parte Alice contaba los segundos para por fin largarse de ese lugar. Debía idear un plan lo antes posible, pues no estaba segura de que el grupo fuera a rescatarla, una de las reglas era no volver por nadie, no le sorprendería que la dejaran allí.
Pues ya la habían salvado una vez, no estaba segura de si había un número límite de rescates, pero de haberlo seguramente era solo una. De todos modos solo quedaba esperar.
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The Driver (Six Underground)
RandomParte 1 TERMINADA. Donde el equipo tiene que rescatar a un integrante y deciden pedir ayuda. Conseguir más personas para el equipo es lo primero en la lista, una de las nuevas, una "Vieja amiga" de Cuatro. ¿Qué puede salir mal? Parte 2 TERMINADA. El...