20- A secret.

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Las manos de Billy subían y bajaban por la espalda de Alice mientras se sumían en un gran silencio. Ambos estaban recostados fuera del refugio en la arena y bajo el sol.
Todo había comenzado con ellos empujándose mutuamente entre risas, hasta que el rubio tropezó y cayó llevándose a su novia con él, luego de eso ninguno hizo nada por levantarse. Al contrario, se pusieron más cómodos, al poco tiempo Ra llegó para unirse a ellos.

A lo lejos el resto del equipo continuaba con lo suyo sin prestarles mucha atención, excepto Tres que continuaba actuando como un padre sobreprotector.

—¿Te cuento un secreto? —preguntó Billy de repente.

—Si me lo cuentas ya no será un secreto —murmuró con los ojos cerrados.

—Me da igual, quiero que lo sepas.

—Bueno, te escucho.

—Eres lo más hermoso que tengo en esta vida.

—Billy... —advirtió ella comenzando a reír.

Las cursilerías se estaban haciendo parte de la mayoría de las conversaciones entre la pareja, y casi siempre terminaban igual, Alice riendo y Billy fingiendo estar ofendido.

—No, quiero que lo escuches, que lo sepas, y que nunca lo olvides.

—No vas a proponerme matrimonio, ¿Verdad?

—Claro que no, sé que tu no quieres eso. Pero de ser así habrías arruinado un momento muy especial.

—Lo siento. Puedes continuar.

—Solo era eso, que supieras que eres lo más hermoso que alguna vez tuve, y que si un día me faltas podría morir. Por eso me preocupo tanto por ti en las misiones, no podría vivir sin ti, eres demasiado importante para mi. Me odié cada segundo que estuve lejos de ti luego de que termináramos, y ahora que te tengo nuevamente conmigo puedo decir con seguridad que soy el hombre más feliz y afortunado del maldito planeta. Te seguiría hasta el fin del mundo Alice. De no haberte conocido aún estaría esperando por ti, sintiendo ese vacío dentro mío que ninguna otra persona podría llenar. Por favor, nunca me dejes...

—¿Intentas hacerme llorar?

—Puede ser...

Ambos rieron.

—Me rehúso a abandonarte, como dije una vez, no podrás deshacerte de mi tan fácilmente —dijo ella sonriendo.

—Me haces muy feliz.

—Y tu a mi, tonto.

—Odiosa —respondió él riendo—. Entonces... ¿Cuánto tiempo debo esperar para poder pedirte matrimonio?

—Estamos muertos Billy.

—¿Y?

—Ahora piensa en que, si no te unes a nosotros perderás eso. ¿Es lo que quieres?

La sonrisa triste de Alice cambió a una mueca de molestia total. Odiaba que la amenazaran o chantajearan, y mucho más cuando intentaban usar a sus seres queridos para hacerlo.
El recordar los momentos con Billy o con Ra solo aumentaban sus ganas de salir de ahí con vida. Pero se rehusaba a dar el brazo a torcer y quedarse al lado del enemigo y ayudarlo a lograr su cometido. Aunque le prometiera que iba a dejarla libre, ella no confiaba en él.

—Como ya te he dicho las últimas cinco veces, no gracias. Me niego rotundamente a ayudarte a ti y a tu gente. Puedes hacer lo que quieras, asesinarme o dejarme encerrada aquí por el resto de mi vida, no me interesa.

The Driver (Six Underground)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora