The Driver (Six Underground)

24- Final alternativo.

Billy miró a su alrededor sin entender en dónde estaba, podía ver a lo lejos el edificio donde Alice vivía cuando fue en busca de su ayuda hacía un año atrás, frente a él se encontraba el coche en el que había viajado con Javier para llegar hasta ese lugar, pero el latino no estaba por ningún lado.
El escalador se encontraba demasiado confundido hasta que pudo visualizar la silueta que parecía ser de Alice, en ese momento lo entendió, estaba soñando. Luego de mucho tiempo caminando, al fin pudo alcanzarla, la chica le sonrió ampliamente mientras él comenzaba a llorar, los ojos de ella mostraban cariño y alegría de verlo allí, Billy por su parte no podía detener sus lagrimas.

—No llores por favor, todo estará bien mi amor.

—No podré seguir adelante sin ti —murmuró mientras la abrazaba.

—Claro que si, ambos sabemos que lo lograras.

—Pero no quiero Alice.

—Sentí lo mismo cuando creí que te había perdido Billy. Sin embargo, debí hacerlo, por ti, por mi —dijo alejándolo de ella para poder mirarlo a los ojos—. No puedes encerrarte en tu dolor y renunciar a todo.

—Claro que puedo.

—Bueno, si, puedes, pero es demasiado fácil y sé que no es lo que quieres, debes seguir adelante sin importar lo que pase. Vivimos muchos años felices, si, hubo un tiempo en el que no lo estuvimos, pero luego fuiste a buscarme y disfrutamos del tiempo restante juntos, ¿No? —Billy asintió—. Entonces deja de lamentarte, nada de esto es tu culpa, no me obligaste a unirme al equipo, yo acepté todo sin importar nada, yo decidí confiar en ella e ir en esa misión a su lado, nada de lo que sucedió debe quedar en tu conciencia. El destino quiso que esto sucediera, ¿Quiénes somos nosotros para enojarnos por eso? Las cosas pasan por algo, siempre lo dijimos, tal vez mi muerte tiene algún motivo, puede que lo sientas injusto, pero ya sucedió y no hay nada que pueda revertirlo. Te amé como a nadie en mi vida, y me hiciste la mujer más feliz del mundo, eso debes saberlo y tenerlo presente siempre, fui la persona más feliz todo el tiempo que estuve a tu lado, me hiciste sentir amada a cada segundo. Y eso es lo más importante.

Las lagrimas comenzaron a correr por las mejillas de Billy nuevamente, Alice sonreía con ternura mientras secaba su rostro y susurraba cosas tiernas intentando calmarlo.

—No puedo hacer esto, no quiero vivir sin ti Alice, prometiste estar a mi lado por más tiempo.

—Lo sé, y lo siento demasiado cariño, nunca imaginé que algo como esto podría llegar a suceder.

—¿Por qué aceptaste ir con ella? ¿Por qué no dejaste que alguien más lo hiciera?

—Sentí pena, parecía que nadie la quería cerca, me sentí culpable por todo lo ocurrido, solo quería hacerla sentir mejor. No tenía ni idea de que podía llegar a traicionarme de esa manera, créeme, de haberlo sabido me hubiera negado a acompañarla. En serio lo lamento Billy.

—Debiste escucharnos a Javier y a mi...

—Cuatro, despierta —dijo molesta.

—No, no quiero hacerlo.

—Despierta de una vez maldita sea.

—¡No!

—¡Que despiertes! —exclamó acercándose a él.

El rostro de su amada Alice había cambiado, se veía sombrío, lleno de sangre, su sonrisa daba miedo, detrás podían verse destellos de disparos y algunos gritos podrían escucharse acompañando el sonido de las armas disparando, a su alrededor podía ver a los miembros restantes del grupo corriendo.

—Despierta ya idiota —dijo entre risas la chica mientras lo lanzaba al suelo.

Billy se levantó de manera abrupta mientras respiraba pesadamente y se quejó por un fuerte dolor en su cuerpo, sus ojos recorrieron la habitación intentado entender algo de lo que estaba ocurriendo. A pesar de saber que estaba soñando, podía jurar que alguien lo había tocado de verdad.
La habitación se encontraba iluminada solo por la luz de la luna que se colaba por las cortinas, era el mismo lugar de Tailandia, ese en el que se encontraba la cama donde dormía junto a Alice, el mismo lugar que debían compartir con el resto del equipo ya que no podían ir a un hotel.