Un día miércoles por la mañana:
El canto de aquel gallo en el corral y de las aves reposadas sobre el árbol afuera de su casa eran su despertador en cada mañana. Kim Sunoo, al igual que todos los días, despertó muy temprano que incluso le había ganado al sol; la luna y las estrellas seguían destellando en el cielo.
Sunoo no sabía que ellas seguían allí, pero por la ausencia de la luz que siempre impactaban sus párpados pudo comprobar que era una buena hora y que todavía no se hacía tarde para sus quehaceres.
Con un gran bostezo estiró sus extremidades debajo de las mantas con un movimiento que logró llevarse las telas consigo y descubrir gran parte de su pecho. Regresó a su posición inicial cuando el bostezo ceso y con su mano derecha limpio la pequeña lágrima que salió por su ojo derecho que le indicaba simplemente lo agotado que aún se encontraba y lo mucho que su cuerpo renegaba por no querer levantarse.
- Buenos días. ~
Abrió ligeramente sus ojos y buscó a ciegas en la cama aquel peluche con el que siempre dormía, se trataba de un peluche de pato que le regaló su madre cuando era un bebé, fue su primer peluche y apesar de nunca haber visto su apariencia para él seguía siendo muy importante. Ese peluche lo acompañaba en cada noche, el patito absorbía sus miedos de cada noche oscura que no desaparecía con nada pues era debido a su ceguera y no específicamente por la falta de luz.
Cuando sintió el peluche que estaba a la altura de sus pies se llevó este a su pecho y lo abrazó con una sonrisa luego de pensar que pudo haberlo perdido o que este había caído de la cama y que luego sería un lío encontrarlo.
Sunoo había perdido la cuenta de las veces en las que se le cayeron cosas de su cama y que rodaron hacia abajo de ella, del como se agachaba a intentar recuperarlas pero que sus brazos terminaban resultando demasiado cortos como para sentir aquello al centro del espacio y al final optar por darlo por perdido.
La oscuridad de sus ojos le jugaba mucho en su contra, detenía su aprendizaje y lo retenía de muchas cosas, durante toda su niñez Sunoo deseó ser como el resto de niños, poder correr y jugar con el resto sin tener que llevar consigo el bastón y ser obligado a ir despacio.
Sin embargo, con el pasar de los años él mismo aprendió a vivir con su condición, aprendió el lenguaje al estilo del braille, gracias a ello aprendió el alfabeto, aprendió a leer y a escribir por sí solo, su mejor logro fue aprender a comunicarse con sus padres sin poder verlos.
El pequeño Sunoo vivió una vida en positivismo hasta su edad actual, cada día aprendía cada vez más y eso era su motivante cada despertar: algún día llegar a ser completamente independiente y olvidar aquel bastón que aún llevaba consigo en algunas ocasiones.
Sabía que recuperar su vista podía parecer imposible, no porque fuera imposible de remediar, pues en la actualidad la tecnología había avanzado demasiado que ahora incluso había remedio para cualquier cosa; sino que el problema sería del recurso, su familia humilde no se podría dar el lujo de gastar millones de dólares en una simple operación para él, incluso cuando se lo consultaron él dijo por sí mismo un rotundo no, no quería ser la causa de un endeudamiento de sus padres o de una vida infeliz por la falta de dinero que gastaron en él.
Ante ello, su única opción fue aceptarse a sí mismo, aceptar la vida que le tocó y aprender a vivir y ser feliz en ella, porque al final de todo habían cosas que podían ser peores y debía agradecer a la vida por siquiera seguir respirando.
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Stars | Sunki |
Fanfiction- ¿Me amarías sabiendo que nunca podré mirarte? - Te amo, Kim Sunoo. - ¡Estoy ciego, Ni-ki! - Kim Sunoo, veo estrellas en tus ojos... Kim Sunoo y Nishimura Riki pasan de un odio a un amor, viviendo una historia cliché en un lindo campo donde vivía e...