- ¿Me amarías sabiendo que nunca podré mirarte?
- Te amo, Kim Sunoo.
- ¡Estoy ciego, Ni-ki!
- Kim Sunoo, veo estrellas en tus ojos...
Kim Sunoo y Nishimura Riki pasan de un odio a un amor, viviendo una historia cliché en un lindo campo donde vivía e...
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Tras ser despertados por Jake, ambos chicos se sentaron sobre la cama, totalmente ajenos del día y la hora en la que se encontraban, habían caído tan dormidos con fuertes dolores de cabeza debido al llanto que terminaron durmiendo demasiado, tanto que ahora era el día siguiente y ellos no habían comido más que una sola vez.
- ¿Qué hora es? - El primero en preguntar fue Riki, girando su cuerpo hacia su derecha hasta hacerle tronar los huesos.
- Son las 6:00 AM - Respondió con normalidad.
Riki despertó por completo con la noticia y abrió bien los ojos, observando al chico rubio con su pijama puesta y cabello alborotado, indicando que acababa de ser despertado por aquella llamada.
- ¿Qué? ¿En qué momento pasó tanto tiempo? - Dijo Sunoo a su lado, sobresaltado y con el cabello muy revuelto y esponjado, aquel color rosa se estaba tornando como uno rubio y se comenzaba a ver maltratado.
- Pues así como lo oyen, se desmayaron - Se burló Jake aún medio dormido - Así que, vayan a arreglarse y los esperamos abajo en una hora. Lo digo por mí, porque aún me voy a duchar.
Soltó una risita y salió de la habitación con el celular en la mano y dejando a aquel par aún muy desorientados, sin poder creer que habían dormido más de doce horas y que aún se sentían cansados.
- Iré a ducharme... - Dijo Sunoo, cambiando de repente su tono de voz a uno más cercano a un susurro asustado.
Había estando evitando ducharse desde que llegó aquella madrugada, de hecho había ido a la comisaría con solo un cambio de ropa que Jake le prestó y envuelto en una manta. Solamente se sentía inseguro de estar desnudo, aquello realmente había afectado su bienestar y ahora se sentía asustado de su propio cuerpo.
Sin embargo, Riki sentía demasiado sueño como para pensar aquello con profundidad y se limitó a asentirle con sus labios abultados y sus ojos cerrados de nuevo, antes de volver a tumbarse en la cama y abrazar las propias mantas.
Sunoo, ante la falta de atención, suspiró y se puso de pie para dirigirse al baño de la habitación mientras arrastraba sus pies, se sentía demasiado agotado, no solo físicamente sino también mentalmente, su interior estaba siendo seguidamente atacado por sí mismo y era lo más agobiante.
Se quedó de pie junto a la puerta, con aquellas palabras atoradas en la garganta, intentando con todas sus fuerzas sacarlas.
- Riki... - Susurro.
Pero su susurro solo fue respondido por un pequeño ronquido, Riki volvió a quedarse dormido.
- Ya nada... - Dijo de nuevo y entró al baño.
Aquel "¿Puedes venir conmigo?" Se quedó en el aire y se esfumó, como si nunca hubiera existido.
Entró entonces al baño y apenas y cerró la puerta detrás de él, llegó a la ducha y tomó los bordes de su playera para comenzar a levantarla.
